¿Y si se trata de nosotros?

8-El sixpack

Travis Dower

Hacía apenas seis meses había entrado a la escuela principal de California, y había conocido a Tate y a su grupo de amigos, al principio me tenían como el chico bonito y musculoso arrogante, pero luego se dieron cuenta de que yo no era así. Cuando entré a futbol me uní más a Trevor, ya que era parte del equipo y me entrené junto a él.

Cuando comenzamos a entrar en confianza entre todos y comenzaron a incluirme en sus reuniones, conocí a Karla, la hermana de Tate. Al principio ella y yo nos llevamos bastante mal porque Karla suele ser de esas a las cuales les gustan que le estén diciendo todo el tiempo lo sexy que son, y yo no soy así con las mujeres. Pero un día algo nos pasó, algo llamado alcohol.

Nos embriagamos y ella intentó darme un cachetazo en una discusión, pero yo frené su brazo y en lugar de golpearme me besó. Unos días después fue difícil para los dos conseguir algo serio ya que no somos personas de relaciones, pero lo conseguimos y aquí estamos, en una de nuestras tantas citas.

-¿En qué piensas nene?- Nos encontrábamos acampando en un bosque oculto al costado de una carretera. Romántico.- Sé que nunca hacemos cosas cursis pero...Tate va a cumplir dieciocho y tenemos que ir juntos.

-¿Me vas a presentar a tus padres?- Sí, llevábamos cinco meses juntos y aún así sus padres no sabían que estábamos juntos.

-¿Qué? ¿Aún no estás listo? Travis ya pasaron cinco meses.- Se oía enfadada.

-No pensé que te enojarías porque dudé. Lo siento, sabes que nunca tuve una novia oficialmente.- Ella ya había tenido parejas antes, pero no le había ido bien.

-¿Dudaste? Genial. De pronto no estás seguro.- Que raro ella exagerándolo todo.

-Nunca dije eso, deja de cambiar la historia.

-Entonces, ¿discutieron esa noche?- De pronto salí del trance. Tate estaba preocupado por su hermana y yo no paraba de culparme.

-Ya es una semana que no aparece.- Susurro por lo bajo sin responder.

-Travis es grave, la policía quiere interrogarte.- Emily solía pasar los recesos en biblioteca, pero esta vez solo decidió quedarse con nosotros y preocuparme más.

Todos estaban allí, acusándome con sus miradas. ¿Acaso ellos...?- ¿Ustedes creen que yo sería capaz de hacerle algo a Karla?- Sus silencios...dijeron más que mil gritos.