5-El reparador

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Ed Perckins



-Vamos Anna, no te cuesta nada ir a saludarla. No la vemos si no es en día de gracias, sería muy descortés de tu parte.- Mi hermana no tiene una buena relación con mi madre.

-¿Te crees que si quisiera verla todos los días no me hubiera quedado aquí? Tan solo quiero bañarme e ir a dormir un rato.

-¿Estás de broma? ¿Conduje durante dos días seguidos y tú quieres dormir?- Dos días y un par de horas en realidad es lo que hay entre Manhattan y California.

-Ve tú a ver a tu madre, yo me quedaré en el hotel y luego iré a la playa.- Tuve que irme solo entonces.

No conocía muy bien el lugar pero estaba seguro de donde quedaba la escuela. Una vez que llegué me estacioné y me topé con un chico, notoriamente, estudiante de allí.- Hey, ¿eres nuevo? Podría darte una visita guiada y hablarte de la competencia que seguramente ganaremos como todos los años.- Me miró sonriente durante unos segundos y yo fruncía el entrecejo sin saber cuándo meter palabra.- Oh, que estúpido. Soy Tate Thoms.

-Yo soy Edward Perckins, de Manhattan.- Vi como sus ojos se abrían con sorpresa.

-¿Eres el hijo de la directora Perckins? Dios mío, eres el mejor estudiante que tiene Manhattan.- Se dio cuenta en donde falló y comenzó a reír con nerviosismo.- Bueno, supongo que estarás a interesado en conocer a lo mejor que tenemos en California.

-Sería descortés rechazar tu oferta.- Entonces él me llevó adentro.

-No entiendo por qué razón no estudias aquí, es decir, tu madre es la directora.- Rascó su nuca. Comprendí que era un muchacho, tan solo eso.

-Mi padre es director de la escuela en la que estoy.- Él asintió entendiéndolo y continuó avanzando.

-¿Y por qué lo escogiste a él?

-Porque de él lo aprendí todo, y él no fue quien huyó a California. Además de que mi hermana no la quiere para nada por lo que hizo, que eso es información que no puedo darte, Tate.- Recordar todo eso no me afectaba, pero no quería incomodar el trabajo de mi madre.

-Bien, entonces...Emily Brooks es nuestra joya, ella es la mejor en todo lo que hace. Siempre se lleva el primer lugar, desde nado hasta ferias de ciencias. No me sorprende que esté soltera.-Lo miré mal por su último comentario. Yo también estaba soltero y no tenía nada que ver con mi sapiencia.- Lo siento, soné grosero.

Una vez que llegamos a la sala de natación comencé a mirar hacia todos lados buscando a una nerd típica pero no había ninguna.- ¿Y dónde está ella?

-¡Ems!- Una chica pelirroja repleta de pecas volteó a mirarnos, no era para nada lo que imaginaba. Por lo visto estaba tomando un descanso para el almuerzo ya que comía un sándwich- ¡Demuéstrale al neoyorquino lo que sabes!

La chica sonrió en respuesta, dejó su almuerzo a un lado y se colocó en el trampolín preparándose para saltar. Miré al morocho extrañado.- ¿No tendría que esperar unas horas después de comer para tirarse?

-Ella sabe lo que hace.- Justo después de decir eso, Emily Brooks, se arrojó y comenzó a nadar hacia la otra punta. Todos le gritaban y la alentaban, pero en la vuelta...-¿Eso es un nuevo truco?

-No...-Lo miré atemorizado.- Se está ahogando.- Arrojé las llaves del coche, mi móvil y la billetera lejos y me lancé al agua nadando hacia ella. No sabía si reír o preocuparme, pero su arrogancia y su manera de pedir ayuda no iban de la mano.- Tranquila, ya te tengo.- La sujeté de los brazos e hice que rodee mi cuello con ellos.

-Tengo un...-la interrumpí.

-Calambre en el estómago, lo deduje.

Y fue entonces que la tal Emily Brooks, subida a un pedestal por todos sus compañeros, no estaba tan segura de dónde estaba ni porqué se encontraba ahí.  

¿Y si se trata de nosotros?Where stories live. Discover now