2-La insegura

5 1 0
                                    

Layla Jones


La famosa modelo hija de un reconocido escritor. Eso es lo que soy y lo que quiero dejar de ser, y pienso que si todo el mundo me odia por lo que pretendo ser, entonces ¿cómo sería si supieran cómo soy?  Admito que he lastimado a personas importantes para protegerme a mi misma, y he sido la más egoísta ¿Y eso qué? Hay que serlo cuando es conveniente. 

Ahora mismo me encontraba en mi habitación esperando al estúpido de mi hermano, el mayor, el "no exitoso". Puse algo de música y encendí un cigarro, siempre lo hacía cuando papá no estaba. Me recosté en mi cama y leí algunos  viejos mensajes, me sirvió de mucho para pensar en todo lo que estaba pasando.

La policía me indagó por evasión de impuestos, y eso es algo que me sirvió para entender que realmente estaba jodida. Así que tuve que aceptar el trabajo comunitario en una asquerosa tienda barata de ropa femenina, y espero a mi hermano porque él me llevará. La cuestión es que vive cerca, en ese podrido pueblo sin ambición.


-Mi lady, llegó su chófer.- Jared estaba parado en el umbral de la puerta con las llaves entre los dedos.

-Idiota, te tardaste.- Tomé mi bolso y mis lentes pasando por su lado sin saludarlo. Definitivamente no lo merece.

-Estás fumando, a tu papá no le va a gustar. Ese viejo hipócrita va a fingir que le importas y te dirá que no lo hagas.- Dijo antes de subir a esa horrenda camioneta suya.

-Deberías dejar de preocuparte por mi y pasarle un trapo a tus asientos.-¡Dios este coche da asco! Pintura saltada, olor a gallinero, el piso está pegajoso, tiene un vidrio rajado y además de todo es un modelo anticuado y pasado de moda. 

-Deja a mi querido Robin.- Alcé una ceja. Era una camioneta, debería ser mujer. - Somos Batman y Robin, él me acompaña en todas mis aventuras. 

-Como sea, estás mal de la cabeza y eso nadie te lo va a quitar. Al igual que tu olor a cebollas  - Encendí otro cigarro.

-Tú no estás mejor que nadie lesbiana reprimida, y no creas que pude delatarte o chantajearte con eso, y de seguro que si tu hermanito favorito lo supiera te habría quitado tus millones.- Me quedé pasmada. ¿Cómo...?- Si, te vi ese día en el club con la niña de ojos bonitos. Te aseguro que no tienes mal gusto pero ella si lo tiene.

-Cierra la boca, no sé de que hablas.- Di una calada esperando que el tabaco me relajara.

-Oh claro que si sé, a propósito. Ahora la verás muy seguido porque será tu gerente.- Sonrió como un idiota.- Llegamos.


Eché un vistazo hacia afuera por la ventana, y desde la entrada de ese horrible lugar estaba...- No puede ser...


¿Y si se trata de nosotros?Where stories live. Discover now