Me desperté y Carolina ya no estaba al lado mío; supuse que estaría abajo haciendo el desayuno, me levante y mí pie choco con algo, mire y era una bola de papel. La abrí y era una especie de lista que había hecho Carolina ¿Eran cosas para hacer antes de morir?
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Sobrevivir, al leer esa palabra sentí una punzada en el pecho y con el solo hecho de pensar que Carolina no llegara hacerlo mis lagrimas comenzaron a salir sin control ¿Por qué simplemente que seria mí vida sin ella? Releí la lista y algo más llamo mí atención tener hijos; formar una familia con ella seria algo hermoso, se que somos jóvenes pero el tiempo se estaba agotando y todo lo que pudiera pasar era tan incierto. Suspire pesadamente y fui al baño a lavarme la cara, lo que menos necesitaba Carolina era verme llorar; yo tenía que ser fuerte por ella, luchar para salir adelante juntos. Metí el papel en el bolsillo y rápidamente baje las escaleras, Carolina estaba apoyada sobre la mesada con una taza de café en una mano y en la otra sostenía una galletita con chips de chocolate, esas que tanto le gustaban; miraba a la nada con una sonrisa en el rostro,estaba sumida en sus pensamientos y a mí me fascinaba observarla. Sigilosamente camino hasta ella, y logró que se sobresalte; dejé escapar una risa y a los segundos ella se unió.
—guapo me asustaste—reprocho y luego paso sus manos por mí cuello—no te escuché venir —¿En que pensabas?—acaricie su mejilla—estabas tan metida en tus pensamientos bonita —en lo de anoche Agus—sus ojos brillaban acompañando la sonrisa en su rostro—quiero repetirlo cuantas veces sea, porque se que dentro de poco no lo voy a poder hacer
Otra vez sentí una punzada en mi pecho, era como si mí corazón no quisiera aceptar la realidad a la que estaba expuesta Carolina.
—lo vamos a repetir las veces que sea—sonreí con lagrimas en mis ojos—pero te pido por favor que no digas esas cosas —es la realidad Agus—tomo mí cara y me acerco a ella—y hay que aceptarla como viene
No, nopodía aceptar la realidad porque la mujer que amaba estaba siendo consumida por un cáncer y yo me sentía impotente por no poder ayudarla.
—te amo—susurre —te amo—respondió—gracias por no dejarme sola mí amor
Nos besamos, mis lagrimas se mezclaron con las de ella dejando salir el dolor y el miedo que ambos teníamos; nos quedaban aquellas promesas vacías de una vida mejor y sin sufrimiento, que ahora veía cada vez más lejanas.
