Andromeda "La Princesa"

23|Decisión final

AB.

El ruido proveniente de la cocina me despertó, me levanté y fui al baño para luego bajar; me encontré con que Ruggero había preparado el desayuno, por eso tanto ruido.

-buen día Rugge-salude
-buen día-respondió-prepare el desayuno, ahora viene Carito y yo me tengo que ir a abrir el restaurante
-esta bien-sonreí-gracias por
todo lo que hiciste anoche por mí
-te quiero hermano-palmeo mí hombro-y quiero que estés bien

Nos dimos un abrazo bien fuerte, hasta el punto de que sentí que se
me caía alguna lágrima.

-estas sensible-murmuro
-estoy asustado-correji-por lo
que viene ahora, todo se dificultó
-no estás solo-exclamo-ni vos ni Carito, me tenés a mí y a los chicos

Caminamos hasta la puerta y al
abrir me encontré con Caro parada
a punto de tocar el timbre; no había pasado una buena noche, sus ojos la delataban.

-los dejo-hablo Ruggero-nos vemos más tarde, cuidense
-chau Rugge-saludamos al unisono

Se metió al interior de la casa sin decir ni una palabra, camino hasta
la cocina y se sirvió una taza del café recién preparado por Ruggero.

-Agus...-murmuro con la taza
de café entre sus manos-estuve pensando y realmente quiero tener
al bebé, aunque no se me haga fácil
-¿Estas segura?-cuestione con
algo de preocupación-la doctora
dijo que corrías mucho riesgo
-así tenga que estar los nueve meses de embarazo a cama-respondió-yo voy a tener a nuestro bebé mí amor
-estamos juntos en esto-tome su mano-todo va a estar bien bonita

Estuvimos unos minutos en silencio, todo era tan difícil; la decisión estaba tomada pero conllevaba un gran riesgo y lo sabíamos.

-extraño mí pelo largo-murmuró ella-de verdad lo hago, me veo horrible así con el pelo corto

Recuerdo que hace unas semanas atrás ella me había manifestado que tenía que cortarse el pelo porque a causa de las sesiones se le estaba cayendo y ya no soportaba quedarse con mechones de cabello en su mano cada vez que se bañaba.

-para mí te ves hermosa-sonreí

Me acerqué a ella y la abrace por la cintura; amaba a Carolina cómo a nadie y me dolía verla en un estado de tanta vulnerabilidad.

-sos hermosa mi chiquita-aclare
-estando entre tus brazos siento que puedo con todo-cerro los ojos-sos increíble guapo, tan perfecto que asusta y lo mejor que sos todo mío
-te amo-susurre acariciando su vientre-te amo para toda la vida
-te amo guapo-respondió-por lo que reste de vida y por lo que venga después de esta, te amo para siempre

En silencio, con Carolina entre mis brazos y con la sensación de por lo menos un rato de calma; aunque siempre llevaba conmigo esa sensación de que ella se estaba
llendo de mí poco a poco, del miedo
a perderla.

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