Capítulo 10:"Escape"

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Medio un empujón y me lanzo contra la pared. Me miro con sus grandes ojos y me dijo "No digas nada y guarda lo que hemos encontrado...pase lo que pase tu huye de aquí"

- Señorita Ferrer- dijo uno de los oficiales- debe venir conmigo.

- Cuanto lo siento- dijo volteando- creo que me están confundiendo.

- Puede que sea el caso señorita Ferrer, pero de todas formas necesito que venga conmigo.

- Me temo que eso no será posible... ¡Ahora Solange!

Isma grito con todas sus fuerzas y los mesones del lugar parecieron levantarse como hojas de papel. Solange y Monik comenzaron a pelear con los policías, mientras Isma me pedía que corriera. Yo, aun sin poder orientar del todo, corrí con desesperación hacia una pequeña puerta ubicada a un costado de la gran bóveda. Entre y me escondí tras unos estantes de madera que parecían no haber sido utilizados en mucho tiempo.

Un tiroteo comenzó y luego golpes de pared que hacían temblar el edificio. La situación se prolongó por unos treinta minutos, hasta que la puerta se abrió. La voz de Monik me puso en alerta y salí a su encuentro angustiado por la situación.

- Escúchame, saldremos por atrás- dijo entregándome un arma- Isma los entretendrá por unos minutos...

- Espera no podemos dejarla. Dije asustado

- ¡Estás loco!- grito revisando las paredes- ella vendrá con nosotros...sus ilusiones toman un par de minutos en materializarse, no todos procesamos igual... ¡carajo!-dijo enfadada- es una maldita pared reforzada, creo que le dolerá a Solange.

- ¿Romperán la pared?- pregunte atónito

- ¿Tienes una mejor idea para salir de este lugar?-pregunto sarcástica- acepto todo tipo de sugerencias.

- Creo que cerrare mi boca...

- Por fin tienes una buena idea- dijo dándole un puñetazo a la pared.

Mientras miraba a Monik, un escalofrió terrible me recorrió toda la espalda. Gire lentamente y un hombre de cerca de dos metros y medio, moreno y con una gran masa muscular, observaba enfurecido a Monik, la cual al verlo solo sonrió.

- Grend-dijo riendo- por fin llegas.

El hombre movió su cabeza de lado a lado e hizo sonar su cuello alistándose para atacar.

En un rápido movimiento, me lance tras uno de los estantes y desde esa ubicación observe algo de otro planeta. Gred, del cual no sabía nada, pareció endurecer todo su cuerpo, mientras Monik solo podía burlase de él insultándole y provocándole.

- Si me quieres en tu colección, traidor, tendrás que derrotarme.

- Monik, te quiero ver sufrir-su voz grave y oscura me asusto.

- Pues veremos...

Grend lanzo el primer golpe, pero Monik lo esquivo con gran agilidad para luego golpearle repetidamente en el estómago. Furioso, lanzo golpes pero Monik sin ningún problemas los esquivaba incluso golpeaba al hombre sin mayor complejidad, pero todo pareció acabar cuando Monik arrojo una patada y este le agarro la pierna y la lanzo con violencia contra la pared. Monik se levantó de inmediato, aun así él lanzando un golpe la hizo volver a caer, para luego sacar un cuchillo que en rápido movimiento cayó sobre Monik, pero está colocándose su palma impidió que la hoja afilada llegara hasta su cabeza. Lanzándole una patada, Monik alejo al sujeto y esta pudo colocarse nuevamente de pie.

- Por favor Grend- dijo ella sacando el cuchillo de su palma- no me digas que has envejeciendo, tu sabes que estas porquerías no me hacen daño...quiero ver que te esfuerces un poquito- sonrió burlonamente.

- Eres una perra...

- Dime algo que no sepa- dijo Monik lanzando el cuchillo lejos.

- Cuando te atrape gozare torturándote.

- Créeme amigo, eso no ocurrirá.

Monik corrió y se dejó caer para deslizarse por entre las piernas abiertas de Grend, el cual no alcanzo a reaccionar, porque cuando intento lanzar un golpe, Monik ya había golpeado múltiples veces su sien, provocando que Grend se tambaleara de un lado para otro. Solange entro de improviso y al ver lo que ocurría, se aproximó rauda y le lanzo un fuerte golpe a la mejilla derribando al gigantesco hombre.

Aprovechando el impulso, comenzó a golpear la pared que nos separaba de nuestra salida, creando una abertura lo suficientemente grande como para huir.

Isma demoro una unos minutos en salir, pero cuando lo hizo corrimos hasta llegar a un callejón vació, donde robamos un auto y huimos sin pensar en nada.

El legado de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora