John
Hoy Jake, uno de mi grupo de amigos, organiza una fiesta en su casa.
Paso a recoger a mi amiga Mónica a su casa. La espero durante 10 minutos. Cuando sale por la puerta de su casa me saluda y me sonríe.
-¿Y bien?-me pregunta sonriendo, lleva los labios pintados de un color rojo chillón-¿te gusta como voy?-da unas cuantas vueltas.
Lleva un vestido rojo con escote en V y la espalda al aire. El vestido hace que tenga mas pechos y más culo. Bueno, tengo que decirlo, seguro que unas bragas le tapan más el culo.
-Estupendo-digo con un tono convincente, si se tapara un poco alomejor me gustaría algo, pero no, no me gusta ni una pizca y, no hablo del vestido.
Llegamos y dejo mi moto en el garaje de Jake junto con su moto, sus dos coches y la moto de Roy. Es mas seguro dejarlas aquí.
Nada más entrar me dirijo a la barra y empiezo a pedir un poco de todo. Todos tienen un limite para beber menos Roy, Jake y yo.
Bailo con todas las chicas que se me acercan, y con todas me refiero a todas, sean guapas o no. Llega un momento en el que ya no aguanto más bailar y vuelvo a la barra, se me acercan mas chicas y les digo que no, creo que he bebido demasiado, apuesto a que si salgo a bailar me caigo al suelo tan rápido como una pieza de domino.
¤¤¤
Me encontraba en una habitación completamente desconocida para mí. Tenia una botella de Jack Daniel's en mi mano casi vacía. Es incluso extraño ya que su sabor no es de mi agrado.
Intento ponerme de pie pero no puedo, la cabeza no hace mas que dar vueltas. Intento ponerme nuevamente en pie, intento fallido ya que caigo al suelo como si fuera plomo. Me quedo así durante unos minutos hasta que consigo ponerme en pie y no caerme. Bajo las escalera de esa casa y la reconozco, es de mi amigo Jake. Tropiezo con el cuerpo de alguien y caigo al suelo. Estoy demasiado ebrio.
-¿Te llevo a casa? - me ofrece Jake que me ayuda a levantarme. Le huele el aliento a alcohol, demasiado, pero seguramente yo estoy igual, o peor.
-No hace falta iré yo sólo.
-No estás en condiciones de conducir tu moto, John.
-Tú tampoco, iré andando así que tranquilo - el asiente y me acompaña hasta la puerta. Me despido de él y me dirijo a mi casa.
Llevo diez minutos andando y, creo que si hiciese una carrera con un caracol, el caracol ganaría seguro. Al menos cuando voy ebrio yo puedo mantenerme en pie y no se me olvida como andar como a otros.
Voy a cruzar una carretera pero antes me aseguro de que este en verde. Lo está así que cruzo. Para mi desgracia hay un bache en la carretera y caigo al suelo torpemente.
Creo deducir que mientras intentaba ponerme en pie el semáforo cambia de color porque un chico me grita:
- ¡CUIDADO!
Levanto la cabeza y veo al chico que se sienta delante mio en Ciencias, o al menos me parece que es él.
Sigo en el suelo y unas luces en zigzag me ciegan la vista, un coche, y creo que el que conduce va ebrio al igual que yo. Intento ponerme de pie lo más rápido posible pero cuando lo consigo vuelvo a tropezar con el mismo bache.
Joder. Luego digo que no se me olvida andar.
El chico se abalanza sobre mí y me aparta de la carretera, me doy un golpe en la cabeza contra el bordillo del suelo y no veo nada mas. Lo último que recuerdo es el grito del chico y un golpe.
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Enamorado de una Nerd
Novela JuvenilDos chicos, Stacy y John, totalmente opuestos y que se odian mutuamente, tienen que hacer un trabajo juntos, empiezan a sentir cosas entre ellos, John la hace ganar autoestima y confianza en sí misma y ella saca al exterior al verdadero John, un chi...