Capitulo 11:No llores

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Stacy

-¡DESPIERTA!-exclama una voz masculina a mi lado. Max.

Me había quedado dormida en el sofá.

-¿Qué haces?¿Por qué tienes el valor de despertarme?

-Es que tengo hambre-se excusa y hace pucheros.

Voy a la cocina y le hago unas tostadas y para mi una manzana. Por las mañanas no tengo hambre. Vuelvo al salón y le doy las tostadas en un plato.

-Gracias.

Miro la hora. Son las seis y media de la mañana, bueno, el hambre de Max me ha servido de despertador. Voy a mi habitación, me ducho me pongo unos pantalones ajustados negros, una sudadera roja y mis Vans rojas. Me seco el pelo y despierto a Noa, que está dormida.

-Déjame dormir puta.

-Cállate y levántate zorra-ella lo hace y se dirige a la ducha.

Bajo al salón y preparo unas tostadas para Noa, que es igual que su hermano, zampan siempre que pueden. Las dejo en la mesa y me pongo a ver la tele junto a Max.

Entonces me acuerdo de que hoy, empiezo los servicios sociales junto a... John. No recuerdo que el director nos dijera que teníamos que hacer hoy.

El sonido del teléfono interrumpe mis pensamientos.

-¿Diga?

-Hola Stacy, ayer se me olvidó deciros que hoy tenéis que cuidar de niños pequeños-es el director-¿Sabes la guardería que hay a unas manzanas de el centro de estudio?

Supongo que con Centro de Estudio se referirá al instituto.

-Sí, creo que es la única que hay por aquí cerca.

-Exacto, a por cierto, los servicios no los haréis siempre, sólo lunes, miércoles y jueves.

-Está bien.Adiós.

Cuelgo y me despido de Max y Noa.

-Buena suerte, sobretodo no pierdas los nervios-me aconseja Noa.

-Difícil no hacerlo con él.

Salgo de casa y me subo al autobús. Este pasa justo por la casa de John, que sube y se sienta a mi lado. ¿Por qué a mi lado?

-¿No hay más sitios donde sentarse?

-No, no los hay-responde. 

Echo un vistazo a todo el autobús y esta lleno, ni un lugar libre. Empezamos bien.

-Sigo sin saber por qué has tenido que ser tu- dice el sin mirarme.

-Yo también pienso lo mismo, no te aguanto ni cinco minutos, no sé que haré para aguantarte toda la mañana.

-Digo lo mismo Rubia, pero créeme yo soy un encanto.

-¿Por qué no nos dedicamos a no hablarnos?

-Me aburro fácilmente.

-No te aburrirás, los niños son muy complicados, darles de comer, jugar con ellos, cambiarles el pañal.

-Eso último no lo haré, tuve suficiente cuando mi prima era un bebé.

Y tanto que lo hará, no haré  el trabajo yo sola- pienso, pero opto por no decirle nada, paso de discutir.

Llegamos a la guardería, los niños vendrán en media hora, el dueño nos enseña todo el lugar, es enorme, ¿cuántos niños vendrán?

Enamorado de una NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora