Tan sólo 2 horas después de ir a dormir, sonó mi despertador. Tenía que coger el vuelo a Monza. Evidentemente fui todo el trayecto dormido, y al llegar, me fui al hotel a dormir de nuevo.
Cuando me desperté, tuve que ir a la reunión de análisis de la última carrera. Aunque éramos un equipo humilde y sin muchos recursos, éramos muy profesionales. 2 carreras en 2 fines de semana consecutivos se hacían duras, sobre todo en equipos pequeños, que había menos personal.
Pese a que me apasionaba la formula 1 y me sentía un privilegiado por trabajar en ella, no me apetecía otra cosa que no fuera correr a los brazos de Aitana... Y no soltarla jamás...-¿Jorge, estás ahí?- me dijo Lucas, un ingeniero
- Eh, sí sí- dije tartamudeando
- Pues venga, vamos, que la reunión ha terminado.
- Vaya, ni me había dado cuenta-
- Eso es que te lo pasas bien-
- Bwoah- le dije
Nos fuimos a cenar a una Pizzería, y aproveché para llamar a Movistar para comprar la tarifa de internet fuera de España. Estaba harto de tener que andar buscando wifi para hablar con mi novia. Como siempre ocurría, cuanto más hablábamos, descubríamos más cosas en las que nos parecíamos, éramos el uno para el otro.
Llegaron los entrenamientos libres en los que no hubo ningún inconveniente. Lo único bueno de tener 2 carreras seguidas, es que no hay casi cosas que probar en el coche.
Cuando terminó la reunión técnica del viernes, que había durado poco, me despedí y ya me dirigía al hotel a hablar con la persona más maravillosa del mundo cuando Luis me agarró del hombro y me dijo:
- Va a ser que te queda algo de trabajo todavía-
- ¿El qué? Ya hemos terminado por hoy- dije sorprendido
- Los coches sí, pero ahora toca preparar una sorpresa. Este fin de semana, Pedro cumple 100 grandes premios, vamos a hacer que sea especial para él- me dijo
- Está bien- le dije un poco resignado.
Pese a que no me apetecía mucho, estuve preparando junto a algunos miembros del equipo, la sorpresa para nuestro piloto. Al día siguiente todo se vio recompensado con la alegría en la cara de Pedro.
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Lo mejor está por llegar
CasualeJorge, un ingeniero de un equipo humilde está viviendo su sueño de trabajar en formula 1. Sin embargo nota que le falta algo en su vida. Ese algo llegará cuando menos se lo espere y cambiará todo para siempre.