Lara intentó hablar con nosotros para disculparse, pero cuando parecía que Fernando ya se iba, volvió y cogió a Aitana en brazos...
-¿ Que haces? ¡Suéltame!- decía Aitana mientras se intentaba zafar de él.
- No me da la gana, sino Lara se queda hablando con vosotros y no viene.- decía él
Mientras tanto, a 2 pasos de ellos íbamos Lara y yo. Yo no sabía muy bien qué hacer, una cosa buena y mala a la vez que tengo, es que soy muy pacífico y siempre pienso que la gente hace las cosas a buenas, aunque a decir verdad, el asunto me estaba mosqueando un poco. Lara me estaba pidiendo perdón por la actitud de su novio y me miraba con cara de preocupación, porque no sabía como iba a reaccionar yo.
Al final, Fernando dejó a Aitana tumbada en la estación de autobús donde nos habíamos conocido unas horas antes, y al darse la vuelta me empujó levemente.
- ¿Pero a ti que te pasa?- le dije no pudiendo contenerme más.
Él me ignoró y se fue al coche, diciendo a su novia que fuera con él.
-Hijo de p***...- dije susurrando en voz baja, e inmediatamente fui a donde Aitana para ver si se encontraba bien. Me senté a su lado mientras Fernando y Lara se iban en coche, parecía que estaban discutiendo dentro del vehículo.
- ¿Estás bien mi amor?- le dije a Aitana.
- No... es que... me siento muy mal por Lara- dijo ella mientras se delsizaba una lágrima por su mejilla.
- Ven aquí pequeña- dije abrazándola con todas mis fuerzas.
- No pasa nada ¿vale?, solo ha sido un despiste y un malentendido. El que la ha cagado soy yo, que soy un cobarde...- le dije
- Qué va, has hecho lo correcto, mi amor- me dijo ella.
Se produjo un silencio y después me dijo una frase que se me quedará marcada de por vida.
- ¿Sabes?, me siento la persona más protegida del mundo en tus brazos-
Se me hizo un nudo en la garganta y no pude responder verbalmente, así que la abracé con todavía más fuerza.
- Siempre te voy a proteger cariño, ya me conoces, soy muy pacífico, pero te juro que no voy a dejar que nadie te haga daño jamás- le dije finalmente
- ¿Promise?-
- Promise-
Nos levantamos y nos fuimos a su casa, a cenar. Por el camino fuimos abrazados la mayor parte del tiempo, sonriendo. Nos dimos cuenta de los fuertes y felices que somos juntos, de que los problemas nos afectan mucho menos si estamos abrazados, que juntos, somos invencibles. Y pensar que solo llevamos juntos unas horas... Parece que nos conocemos de toda la vida. Llegamos a su casa, y Aitana puso a hacer unas Pizzas al horno. No parábamos de besarnos y abrazarnos. En ese momento llamó Lara para disculparse por lo ocurrido.
- En realidad Fernando es buen tio, pero se pone muy nervioso con estas cosas- me dijo Aitana al terminar de hablar con su amiga.
- Ya pero... no me ha parecido ni medio normal lo que ha hecho-
-Ya..., solo había estado con él una vez y me pareció majo, no se que le habrá pasado hoy-
- Bueno, mejor que se haya quedado como anécdota, podía haber pasado cualquier cosa-
-Pero como eres el mejor y un campeón, no ha pasado nada- me dijo abrazándome
- Que va, si soy un malote- dije irónico
- Si si, el más malote- dijo riendose
-Ui, ahora verás- y le empezé a hacer cosquillas.
- Jajajaja, para Jorge, jajajaja, que tengo muchas cosquillas- dijo tumbándose en el sofá
Entonces le di un beso muy dulce en los labios
- ¿Te gusta más esto?- le pregunté
-Pues la verdad es que sí, cariño-
- A mi también, aunque tu risa es preciosa-
- Prefiero que me hagas reir con los chistes malos que me cuentas por Skype-
- Te hace gracia cualquier cosa- dije riéndome
- Es que cuentas muy bien los chistes- me dijo
- Siempre me dices que hago todo bien y tengo bastantes defectos-
-Jorge, para mí eres perfecto, eres todo lo que siempre quise, y no pienso perderte jamás-
-Ay... Aitana, eso me ha llegado muchísimo-le dije abrazándola, mientras se me caía alguna lágrima de emoción
- Nos conocemos desde hace poco, pero está claro que lo nuestro va para muy largo, ojalá que para siempre, te quiero con todo mi corazón- le dije mirándola a los ojos.
Y nos dimos otro abrazo, que duro varios minutos.
- Mi vida, ¿no huele un poco a quemado?- le dije
- ¡¡MIERDA, LAS PIZZAS!!- dijo Aitana mientras salía corriendo hacia la cocina.
- ¿Se han salvado?- le pregunté entrando en la cocina.
- Sí, creo que sí- dijo sosteniendo la pizza con los guantes.
Entonces empezamos a cenar. Se nos acabaron enfriando porque no parábamos de hablar, abrazarnos y besarnos. Y es que la química entre nosotros era total, era maravilloso estar con una persona que piensa tan parecido a ti. Somos fotocopias totales. Pero ¿por qué nos había tocado vivir a 608 kilómetros de distancia? Y por qué me tenía que pillar a mí en plena temporada de formula 1, viajando por todo el mundo? Bueno, no tengo que darle vueltas a eso ahora, tenía muchas ganas de dormir abrazado a ella, y de pasar el día de mañana junto a ella. Después nos quedan tantas y tantas cosas que vivir juntos... Sin duda, nuestro amor era capaz de vencer los kilómetros que fueran y el tiempo que fuera.
- ¿Quieres que nos vayamos a dormir ya? Estarás cansado del viaje- dijo ella
- Como quieras cariño, tú también has madrugado para trabajar-
- Los 600 kilómetros los has hecho tú- me dijo
- Si quieres vamos a la cama y hablamos un ratito-
-Vale- dijo sonriente
Nos tumbamos en la cama y comenzamos a hablar de cualquier chorrada de las nuestras, aunque cortábamos la conversación cada dos por tres con besos. Hacia las 2 de la mañana decidimos ir a dormir, al día siguiente tendríamos el día para nosotros otra vez.
-Bueno cariño, que duermas muy bien- me dijo.
- Buenas noches princesa- le dije dándole un beso en la frente.
Apagó la luz, y se tumbó sobre mi pecho.
-Jorge- me dijo de repente
- Dime- le dije
- Me encanta escuchar tu corazón-
- Late por ti, ya lo sabes-
- Jo, te quiero tanto...-
- Y yo a ti mi amor- le dije
Y así nos dormimos, así terminó el mejor día de mi vida hasta ese momento, pero estoy seguro, de que lo mejor está por llegar.
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Lo mejor está por llegar
AcakJorge, un ingeniero de un equipo humilde está viviendo su sueño de trabajar en formula 1. Sin embargo nota que le falta algo en su vida. Ese algo llegará cuando menos se lo espere y cambiará todo para siempre.