1.1 Inspiración
Éste es un tema muy personal. Pero empecemos por el principio: ¿Qué es la inspiración? No, no tiene nada que ver con la respiración. Se trata de ese estímulo espontáneo que surge en el artista y le da la chispa necesaria para que empiece a crear. ¿Es necesaria para comenzar a escribir un libro? No lo veo fundamental, dicho a modo personal, pero sí que ayuda sobremanera. Puede surgir en cualquier momento, ya sea mientras descansamos, nos sentimos relajados o hacemos cualquier otra cosa como trabajar, hacer deporte... No hay un lugar ni un momento específico en el que vayamos a ser tocados por la diosa de la inspiración, aunque sí podemos buscarla, que no forzarla.
Hay varios sistemas para intentar encontrarla y a cada persona le resultará más o menos sencillo con cada una de ellas. Entre los más destacados, o famosos, está el de conseguir desconectar del mundo en el que uno se mueve. Irse al campo o a algún lugar tranquilo, lejos de los ruidos o los sonidos familiares y que pueden distraernos es una buena opción. Por supuesto, también está el mirar dentro de uno mismo, ya que los sentimientos, sobre todo en los extremos de la felicidad, la tristeza o el enfado, pueden ayudarnos, y mucho, a encontrar esa inspiración que buscamos.
Espera. ¿Aún no te has dado cuenta? Si estamos muy felices, ¿qué escribiremos? Normalmente, historias alegres. ¿Y si estamos muy tristes? Esto vale tanto para escritores como pintores o músicos, la cuestión es dar con ese estímulo que nos proporcione la inspiración. Por tanto, según dónde encontremos nuestra fuente, ésta nos influenciará bastante en aquello que vayamos a escribir. Puede que no estés tan lejos de encontrarla. ¿Probaste con la música? Experimenta, es la única manera de descubrir cómo podemos conseguirla.
1.2 Hábitos
Habrás escuchado de todo acerca del tiempo que le dedica cada autor a sus obras. Algunos tardan muy poco tiempo en crearlas, mientras otros pueden estar trabajando años en una sola. Ya no hablo del estancamiento que pueda surgir en el desarrollo, la falta de ideas o el llegar a un callejón sin salida en el que la novela no avance. Puede que el motivo del alargamiento del proceso, en algunos casos, se deba a que no le dediquen todo el tiempo que necesita la obra (esto es una opinión personal, que nadie lo acepte como una rotunda afirmación).
Partíamos con la base de que hacemos esto porque nos gusta, nunca como una obligación. Sin embargo, es bueno adquirir una rutina a la hora de tomarse en serio este hobby. Es decir, que debería adquirirse la costumbre diaria de escribir, o difícilmente llegaremos algún día a ponerle fin a la novela.
Normas escritas no hay y la verdad es que se ofrece cierta libertad al escritor para desarrollar su libro. Habrá quién se dedique profesionalmente a otra cosa, tenga que atender a la familia, a la casa, deba salir a hacer la compra, no quiera descuidar a los amigos e incluso continuar practicando deportes u otro tipo de ocio. A estas personas les falta tiempo absolutamente para todo. ¿Cómo, entonces, van a ponerse diariamente a escribir? Prioridades. Si quieres llegar a tener tu propio libro en las manos, tendrás que dedicarle un mínimo de tiempo. Vas a entenderlo a la perfección si ya has intentado empezar uno y no lo tocas sino una vez cada tres o cuatro meses. Si éste es tu caso, cuando te pones frente a lo que ya llevas escrito te sientes perdido, no sabes cómo continuarlo y, finalmente, volverás a abandonarlo, para no verlo otra vez hasta pasado un nuevo trimestre.
No es necesario echarle ocho horas diarias, ni obligarse los fines de semana o no permitirse días de descanso. Pero es muy importante mantener algo de regularidad. ¿Tienes veinte minutos al día? Fabuloso. No te va a pedir más, aunque todo lo que venga por encima de ese tiempo siempre será bienvenido. La cuestión es que no lo dejes pasar, que las ideas que tienes en la cabeza no se diluyan y que mantengas la ilusión y las ganas. Puede que te cueste al principio, pero es como comenzar a correr; luego, acostumbrado a ello, acabas necesitándolo.
¿Recuerdas parte del punto de inspiración? Intenta que no te distraigan. Para ello, también es bueno tener un lugar específico para desarrollar tu trabajo. Eso mantendría en orden tu cabeza, como cuando en la época de estudiantes buscábamos el ambiente (nuestro ambiente) correcto de estudio. Ahora lo necesitamos para escribir. Los lugares donde hayan demasiados ruidos o actividad a nuestro alrededor no son los más propicios, aunque luego cada uno se sentirá más cómodo en lugares más o menos tranquilos.
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Tutorial Ser escritor - índice
DiversosTutorial dedicado a todos aquellos que quieren comenzar a andar en esta aventura llamada literatura y que no saben cómo enfrentarse a ella. Basado por completo en mi propia experiencia, aquí tenéis los pasos que me han llevado hasta donde hoy me enc...