2- Caroline

25 1 0
                                    

desde que fue "rescatada" por los paramédicos, y transportada para valoración, la vida de Caroline ha sido totalmente desastroza. la diagnósticaron con delirio de persecución, y al ser trasladada del hospital, al centro psiquiátrico, las cosas fueron de mal en peor.

pasa los días sedada, y atada a una modesta cama, con un delgado colchón que no evita que pueda sentir las duras tablas. llora muy seguido, cuadros de depresión y ansiedad la tienen al borde de la locura. se acerca su cumple años número catorce, ella lo sabe muy bien, han pasado dos largos años, y no ve posibilidad alguna de salir de allí; cada noche es peor que la anterior, el solo pensar, en que Crettar vendrá por ella, es suficiente motivo para cortar el sueño de inmediato. pero los médicos han hecho una labor grande en ese aspecto. cada noche, sin falta, a las nueve en punto, llega un enfermero, y la inyecta con un sonmífero, pese a las súplicas, cada noche es lo mismo..

Descansa profundamente, y aunque en esencia pareciera que duerme, la realidad es que desde que ha estado allí, las pesadillas son más recurrentes; ha tenido el mismo sueño y por más intentos que haga por evadirlo, le es imposible.
En el sueño, Caroline se halla corriendo sin fín por una desolada carretera, sin poder ver a Crettar, lo único que intenta es gritar en medio de lágrimas y angustia. se siente fatigada, sus músculos están al límite, pero su deseo de vivir es más grande que su cansancio, y de un momento a otro, casi sin darse cuenta, ve a sus padres, sentados al borde de la carretera; están bebiendo un delicioso té, huele a manzanilla, con algo de miel. Caroline se detiene de golpe, siente como el sudor corre por su rostro, y parece que sus padres no se percatan de su presencia. sin pensarlo mucho sale corriendo a abrazarlos, hace mucho que no los ve, y necesita de ellos más que nunca, pero justo cuando está a punto de tocarlos, desaparecen, ya no los ve, y Caroline gira en círculos intentando encontrarlos de nuevo. Traga saliva, está espesa, y el miedo hace que sea un amargo sorbo por pasar; cierra sus ojos intentando concentrarse, y al abrirlos de nuevo, ve no solo a sus padres, sino a Isac, a Kelli, y a Claudia, todos la están mirando fijamente, y aunque no comprende lo que sucede, avanza nuevamente hacia ellos, esta vez las figuras no desaparecen, todos la abrazan cálidamente, y ella llora de felicidad. en sus rostros ve lo mismo, sabe que les encanta verla, por fin todo irá bien. en un momento su madre la toma del rostro, le sonríe cálidamente, y su expresión cambia totalmente; ahora sus ojos dibujan una profunda trisreza, "lo lamento mucho hija", dice su madre mientras la piel de su rostro se va cayendo, y sus ojos se van tornando de un blanco opcaco. Caroline trastabilla, y observa como su madre y los demás se retuercen en el suelo, el crujir de los huesos es ensordecedor, y a medida que los huesos se rompen, la carne y músculos se abren dejando en el suelo un charco de sangre oscuro y de olor fétido. la respiración de Caroline se torna dificultosa, y cuando sus ojos se cruzan de nuevo con los de su madre, observa a una bestia sedienta de muerte, irracional, incapaz de sentir algo de compasión, sin darle tiempo de nada, todos la atacan y Caroline apenas si puede parpadear; cae al suelo, siente como las manos le rasgan la piel y carne, intenta gritar pero es tarde, su vida se escapa lentamente, el dolor no cesa, por el contrario se incrementa, y justo cuando está a punto de exhalar su último aire... despierta.

Así ha sido cada noche desde que está allí, grita tan fuerte y tan desesperadamente, que incluso algunas veces la han sedado màs de una vez en la misma noche. pese al infierno que padece, su voluntad no se ha mermado en todo este tiempo; sabe muy bien que han pasado dos largos años, y que probablemente estará allí por muchos más. lo único que le alegra de todo eso, es que hace mucho que en la vida real, Crettar no se ha aparecido.
quizá murió, o quedó tan debil, que no se arriesgará a perder de nuevo. ese pensamiento, hace que Caroline esboce una sonrisa que la reconforta de alguna manera. la comida del lugar es tan insípida y desagradable, que pueden pasar varios días sin que pruebe un solo bocado. pero al final, el hambre, los sedantes, y la falta de fuerza, la obligan a ingerir algo.
al principio, algunos psiquiátras la entrevistaban con frecuencia... hace casi seis meses que no habla con absolutamente nadie.

EL INVOCADO II.  ( Confrontación y Realidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora