3- Crettar.

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Algunos lugareños, aseguraron que en medio del bosque, gritos gututales se escucharon. Las aves huyeron despavoridas, y los animales del bosque salieron en manadas simultáneas. La policía dio poco crédito a aquellas historias pese a que en cada lugar que visitaron, dieron una versión similar. una señora muy anciana, que ni siquiera podía moverse por sí misma, le narró al capitán una historia:
- verá capitán, hace mucho tiempo, cuando yo era aún una chiquilla, oía ruidos extraños en mi casa; por supuesto que mis padres no daban crédito a lo que decía, pero yo sabía que era tan real como respirar o llorar.  Con el tiempo empecé a sentir una poderosa fuerza que me decía,  " ven conmigo" me atterorizaba del todo capitán. Mojé la cama hasta los 17 años. por supuesto que eso me trajo problemas de todo tipo. El caso es, que hace unos días, de echo, el día que ocurrió lo de la tragedia en la carretera, volví a sentir la presencia que de niña me aterrorizaba; esta vez por fortuna no mojé mi cama, pero le aseguro capitán que lo que se adentró en el bosque, está por encima de todo lo que como seres humanos podemos comprender. Lo que hay allá afuera, es un demonio, y me atrevería a pensar que iba tras aquella niña que hallaron en la orilla de la carretera. Espero que encuentre la forma de salir bien librada... pobre niña.
El capitán escuchó atentamente aquel relato, y aunque su instinto le gritaba que era solo un cuento inventado por una anciana demente, algo dentro de su corazón lo obligaba a pensar en aquella idea; de hecho jamás hallaron los cuerpos que tanto Caroline y el tal JC afirmaron que debían estar.

Lo que el capitán estaba lejos de imaginar, es que aquella historia tenía más de real que cualquier cosa.

Crettar se adentró aquella mañana en el bosque en medio de gritos y maldiciones.  Su cuerpo mal herido apenas si podía sostener su peso, babeaba y sangraba profusamente, las pesadas jaulas, que antes eran su arma, se habían convertido en un estorbo, uno del que no se podía liberar, como podía cargaba aquellos barrotes, su instinto le decía que tenía que seguir avanzando. Tardó poco más de dos horas en llegar a la casa donde se desató todo; de rodillas y con su fuerza notablemente mermada, abrió una de  las jaulas, y de uno en uno fue tomando todos los cuerpos que allí permanecían; cada que entraba uno, sus gritos de dolor se intensificaban, y el sonido se escuchaba a varios kilómetros a redonda. probablemente si alguien por coincidencia hubiese cruzado por aquel lugar no lo vería, pero sentiría y escucharía aquellos quejidos que se propalaban de allí.

La jaula se cerró abruptamente al entrar el último cuerpo. Crettar tomó las pesadas cadenas y comenzó a girar rápidamente las jaulas en el aire. las ráfagas producidas por  la acción,destruyeron árboles y todo lo que a su alrededor había, incluída la casa. La lanzó tan fuerte y tan alto, que tardó un par de minutos en impactarse contra el suelo. El choque fue tan fuerte, que se rompieron de inmediato.
Un destello invadió el lugar, los cielos rugieron, la tierra se dividió, y la lluvia cayó a torrentes sin previo aviso.  las almas que por miles de años habían estado encerradas allí, salieron de golpe, y de una en una fueron absorbidas por el cuerpo de Crettar. Un enorme hueco se formó en el suelo, y cuando la última alma entró en él, aquel demonio perdió el conocimiento, y cayó al fondo de la obscuridad. A medida que caía, el hueco se cerraba y todo lo destruido en la superficie se recostruía en una danza de magia y maldad.  todo fue tranquilidad de repente, y a simple vista, era como si jamás nadie hubiese estado en aquel lugar hace tiempo. Los árboles volvieron a ser frondosos, las aves cantaron, y la casa estaba tan bella y deshabitada como siempre lo estuvo.

Por meses enteros, Crettar estuvo muriendo en los confines del infierno, roca ardiendo y azufre para respirar, era lo único que poseía en aquel espantoso lugar. sus heridas se hicieron màs profundas, e incluso el dolor fue tan insoportable que en ocasiones se desmayaba por varios días, y al despertar, era miles de veces peor. Su cuerpo calcinado, músculos y piel destrozados, y solo un pensamiento lo mantenía con vida; Caroline. 
pese al sufrimiento vivido, jamàs, en ningún momento pensó en morir, su objetivo era claro. Regresaría por la niña costara lo que costara, asi que el infierno que hace miles de años lo vio nacer, no sería el que lo extinguiera sin dicha ni gloria. Con el pasar de los días, Crettar comprendió que la única forma de salir de allí, sería usando a las almas que por tanto tiempo había coleccionado. Todas y cada una de ellas, yacían en su interior, sufriendo la misma agonía que él, gritaban, suplicaban y lloraban sn cesar. algunas de ellas, estaban enjauladas hace un par de cientos de miles de años, y aún no se acostumbraban al dolor y sufrimiento de aquel lugar.

EL INVOCADO II.  ( Confrontación y Realidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora