I did it for Lust. [Fontcest][Underlust]

08.

Sans tomó un cigarrillo e inhaló el venenoso humo con sus inexisistentes pulmones, aun así el cigarrillo calmaba sus nervios.

Varias chicas pasaban de aquí a allá, poco tiempo después también había más chicos como él y comenzaban a llegar más clientes.

[10:27 pm], el reloj señalaba en la pared, Sans se levantó de donde descansaba y se fue a arreglar, se puso algo de polvo por el rostro y tomó de una botella de wisky barato antes de salir a escena a bailar al ritmo de la música.

Resbalándose sensualmente por el tubo y moviendo sus caderas provocativamente ante todos, recibiendo gritos de monstruos de ambos sexos (más chicas que chicos, pero da igual), hacercandose a los monstruos para mantener algo de contacto físico provocándolos, beso a un extraño en una de las ocasiones y recogió algunos billetes.

Era el peor de los empleos que pudo volver a aceptar.

Bajo del escenario y fue hacia la barra por unas bebidas para ofrecerlas a los clientes, nombres de alcoholes extravagantes, cervezas, drogas, condones, su número telefónico, de todo le pedían a Sans, solo se limitaba a aceptar con un guiño de ojo y mentir cuando se trataba de algo personal.

- ¡Guapo, 2 martinis por acá! -Sans fue corriendo a la barra a pedir las bebidas y cuando llego a la mesa vio a un par de amigos, uno más reservado que el otro, a uno de ellos lo conocía de algún lugar, pero el segundo era totalmente desconocido, pero lindo-

- ¿Algo más chicos?

-Nada, gracias...-contesto temeroso, pero fue interrumpido por su amigo-

-Mi amigo quiere tu número -el más reservado se ruborizó totalmente y se tapó la cara-

-Claro. -respondio Sans aceptando la broma, les sonrió y se fue a atender otros clientes-

Así se pasaba la noche, escenario, atender a los clientes, escenario, atender a los clientes, escenario...
Hasta que llego la hora en que algunos borrachos o borrachas les ofrecían cierta cantidad de dinero para irse al hotel más barato del lugar. Sans por primera vez deseaba que cualquiera se lo llevara, sólo para tener donde dormir esa noche, pero no fue así.

Esperó sentado en uno de los bancos frente a la barra con la respiración agitada por los nervios, ¿donde dormiría?, ¿tendría que pasar la noche en la calle? ¿debería volver a casa?...

-Vamonos de aquí, Sans.

Las palabras aliviaron un poco a Sans, pero la voz tan conocida le seguía inquietando.

.:: Sigue! ⬇::.