Dos Sombras Intensas (MakoHaru/Yaoi)

Capítulo 11

Sigamos con esto, que aún queda mucho drama.

*Haru

5 Días. Hoy por fin saldré del hospital. Después de aquel altercado, decidieron que lo mejor para mi cuerpo era descansar. Un reposo absoluto, libre de estrés. Como si fuera un castigo para repetir la misma escena cada noche. Tanto despierto como dormido. Aunque en los sueños acabamos volviendo a la noche en el club, donde eramos uno. En la realidad me repito que no lo veré nunca más.

Mi cuerpo esta bien, pero... mi mente, cada minuto se derrumba al recordar todo lo que pasó con Makoto. No me puedo creer que me haya dicho que se iba a alejar para siempre. Pero al fin y al cabo fue mi culpa, ya que yo fui el que lo alejo. 

Es lo mejor, no nos causaba nada bueno. Si lo repito cada día suena mejor... 

Mi mente se queda perdida en cualquier sitio. Ya no se si son los medicamentos o que estoy perdiendo la noción de todo.

Miro el cielo como el atardecer baña las montañas con sus últimos rayos de luz anaranjada. Relajando la mente de todo.

Tocan la puerta, pero lo ignoro. Siguen insistiendo, pero la conexión de mi vista con la ventana no se rompe. Siento como la abren, y se escuchan 2 voces.

-Haru, Haru Haru Haru... ¡HARU!- Siento el grito en oído, me giro es Rin con una gran sonrisa. 

-Por fin, desde que estas aquí parece que te gusta ignorarme más de lo normal. Así que venga dame un poco de lo mismo.

-No seas idiota ¿crees que no he intentado persuadir a Sophie? No suelta prenda.- Digo con gracia.

-Pues si es necesario te desnudas pero yo quiero un poco...- Entonces sin poder aguantarlo más nos da un ataque de risa. 

Mientras charlamos olvido todo los problemas, siento que soy yo mismo. Casi siento la felicidad.

-Nagisa y Rei nos esperan en casa con Gou, han hecho una pequeña fiesta de bienvenida.-Dice guiñándome el ojo.

-Genial, ya puedo saborear el whisky.

-Ya quisieras tu, hablé con Sophie y hasta que no acabes de tomarte los medicamentos no puedes. A no ser que quieras pillar un coma por un par de días. 

-Vale un té para mi. Mientras haya un poco de Caballa  o atún soy feliz. -Sentí como se hacía agua mi boca, solo de pensarlo.

-Por cierto voy a arreglar algunos papeles mientras te vistes. Que ya llevas muchos días con el culo al aire. -Dice mientras me da un azote en el culo.  

-Serás cabrón, ya veras como te pille. ¡Corre cobarde!- Le grito mientras sale corriendo y escucho su risa por el pasillo. 

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Busco ropa, de la mochila que ha traído Rin para mi. Una sudadera negra, un bóxer y calcetines, una camiseta azul, y unos vaqueros negros. Y mis converse azules.

Me pongo los bóxer, los vaqueros y siento como se abre la puerta. Me giro y ahí esta Sophie. Inmóvil.

-L-lo he... Lo siento. Yo venía a ayudarte. Tu herida ya se ve mejor. 

-Gracias, si ya no duele tanto, pero Sophie.

-¿Si?

-Em... Mi cara esta por aquí.-Le dije haciendo señas a mi cara.

-Si lo sé, es solo que bueno. No estoy acostumbrada a las vistas.- Suelto una pequeña carcajada y ella se sonroja mientras me sonríe. Coge mi camiseta y me ayuda a ponérmela. Siento como sus manos rozan mi espalda.