Dos Sombras Intensas (MakoHaru/Yaoi)

Capítulo 15

*Haru 

Espero tranquilamente a Rin en la oscuridad de la noche, apoyado en el coche. Gou dio un poco de guerra, pero gracias a que su amiga me ayudo a traerla al coche, en cuanto la entramos se quedo dormida. Llamo a Rin y según el hace unos 10 minutos que venía. Y la preocupación comienza a crecer dentro de mi, ya que este no es sitio más seguro del mundo. Pero el conoce este lugar bastante bien lo se. Sigo esperando y el frío penetra mi cuerpo, haciéndome  tiritar levemente, la gente pasea tranquilamente, otros gritas, beben, fuman o simplemente se drogan. Los nervios más el frío hacen que me den ganas de fumar.

Saco la cajetilla, la abro y saco el cigarro, presiono el fieltro entre mis labios que acabo de humedecer con mi lengua. Busco el mechero, pero no lo encuentro. Veo como hay un grupo de chicas, así que me fijo en si alguna fuma.

Camino relajadamente, miro a la que acaba de encender uno. Le pido fuego y con el simple gesto de encender el mechero y extenderlo hacía mi boca lo enciende. Les doy las gracias y me vuelvo al coche a esperar. La primera calada que doy llena por completo mis pulmones, y expiro el humo lentamente disfrutando de la sensación y del amargor que deja en mi boca, con un leve gusto a menta. Pasan unos 5 minutos y Rin por fin contesta. Siento como si alguien me observará. Mi mirada viaja por todos los rincones, pero nada, sigue la sensación de la penetrante mirada mientras sostengo el móvil. Y la voz de Rin me trae de vuelta.

-Rin, ¿ya vienes, estás bien?

-Si tranquilo, en seguida llego. Me encontré con alguien. - Dice agitado y cansado. Se escucha de fondo a alguien y como se sube la cremallera, pero cuelga en seguida. 

Me quedo atónito. ¿Se puso a follar? Por favor mi mente pervertida nunca me falla, quizás solo hizo pis o algo... Como va tirarse a alguien mientras, yo me congelo. Cansado decido que mejor le espero en el coche con la calefacción. Siento la ropa húmeda por el frío, y las heridas comienzan a arder y punzar.

Pero entonces una gran sombra se mueve hacía mi. Me quedo impactado al verlo, esta un poco demacrado, diría que lo esta casi como yo. Con la diferencia de que yo estaba enfermo. Sus ojeras le delatan, aunque sus ojos no están inyectados en sangre. Sus verdosos ojos brillan en el fondo blanco que los bañan. Va en camiseta negra y unos vaqueros grises. Acompañado de unas botas militares y un genial moretón en su mejilla izquierda que hace juego con algunas de sus rasmilladuras de sus brazos. 

-Hola... -Dice con voz ronca, haciendo que mi cuerpo se estremezca. Aunque prefiero echarle la culpa al frío.

-Hola. -Le digo sin poder apartar la mirada, aferrándome a las mangas de mi chaqueta. Mi corazón esta acelerado y puedo sentir cada latido de mi cuerpo. 

-Te ves bien. -Dice examinándome con la mirada. Y acercándose más hacía mi. Hasta quedar a solo un metro.

-Podría estar mejor, si me disculpas. Voy a entrar al coche. -Digo con la esperanza de mantener las distancias y cortar esta incomoda conversación.   

-Espera, solo una cosa más. -Me ruega y su mirada me atrae a darle esta pequeña oportunidad.

-Esta bie - Mientras salia del atontamiento sentí como sus labios jugaban con los míos. Intente protestar pero solo hice que su lengua penetrara mi boca y jugara con la mía. Cerré los ojos y deje que su aroma me embriagará, su cuerpo desprendía calor, una mano me sujetaba de la nuca y la otra se movía por mi espalda baja. Me apoyo contra el coche, y nos separamos un segundo, nos miramos a los ojos con deseo y volvió a atacar mis labios, separó mis piernas y se puso en medio de ellas, la mano que estaba en mi espalda bajo a mi trasero e hizo que mi pierna derecha se elevara hasta su cadera mientras la acariciaba, me levanto un poco y nuestras pelvis se rozaban y podía sentir su palpitante erección. Un gemido se me escapo cuando comenzó a frotar su polla contra la mía. Dejo mi boca y mordió mi cuello luego lo lamió hasta que llegó al lóbulo. Su mano se introdujo dentro mi camiseta, ascendió hasta llegar a las heridas y toco los vendajes con temor.