-Jeno hyung siempre es un aburrido de primera -Haechan comenzó a hablar una vez que la pequeña celebración se calmó-. Pero debo decir que esta vez me sorprendió su actuación, y ¡vaya!, cuando le dijiste al profe que lo odiabas... ¡casi me hago pipi! -el avergonzado Jeno no hacía más que mirar a su raro amigo, quien notó la incómoda mirada de su hyung y carraspeó-. Fue increíble, hyung, sólo eso -levantó ambos pulgares.
Caminaron un par de pasos, todos juntos, dejando detrás al rector Gu.
-¡Hey! ¿Planean simplemente dejarme aquí? -sin embargo, nadie le prestó atención.
Un hilo de una masa extraña comenzó a caer poco a poco, completamente en silencio. Cuando el Rector Gu se percató de ello dio un brinco por el susto. ¿Qué era esa cosa horrorosa?, no quería ensuciar su traje, ¡acababa de recogerlo de la tintorería, por todos los cielos! Gritó, llamando a los mocosos que habían botado en aquel extraño lugar, pero ellos ya no estaban. Sólo esperaba que esa cosa viscosa no se atreviera a manchar su costoso traje.
Tenían que atravesar de nuevo el laberinto si planeaban llegar a la puerta de la habitación, lo cual no les hacía mucha gracia por la idea de encontrarse con algún pacman o tener que esquivar las trampas de alrededor de nuevo, sin embargo, no tenían otra opción.
-¿Entonces de verdad estamos escapando?
-¿Sigues sin entenderlo, Haechan hyung? -Jaemin negaba divertido.
-¿Pero enserio, enserio enserio lo haremos?
-En serio en serio -Mark revolvió el cabello de su tontuelo dongsaeng.
No llevaban más de cinco minutos caminando, y el trayecto no era demasiado largo.
-Recuerden, sólo tomen lo esencial, no podemos cargar con tantas cosas -informó el mayor al cruzar la puerta de vuelta en el dormitorio que tanto odiaban pero al que afortunadamente nunca regresarían.
Todos y cada uno de ellos comenzó a buscar sus pertenencias, las más importantes, tampoco es como si tuvieran demasiadas pertenencias, pues la mayoría se les fue arrebatado al ser ingresados en el instituto, o simplemente tuvieron que abandonarlas en casa antes de partir, pudiendo mantener con ellos no más que un viejo y afelpado oso de peluche, o un fiel diario a quien poderle contar todas sus penas, o incluso algo así como una desgastada linterna que a penas y alumbraba, pero el estado de aquellas pertenencias no era el más importante, sino aquello que transmitían por sí mismas, aquello que debería quedarse en el pasado pero imposible de dejarlo ahí; el recuerdo de la ahora lejana y vieja vida que tuvieron hace no más de algún par de años, siendo invadidos por una nostalgia inexplicable que calaba hasta los huesos. Cada uno de ellos había sufrido, y justamente por eso habían terminado en el NCT Institute, cada uno con su respectiva historia, con su respectivo dolor. Pero era hora de afrontar el presente y todo lo que éste conllevaba... al igual que el futuro, ya sea a corto tiempo o más lejano, pero a fin de cuentas algún día llegaría.
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Come into my Dream [Mark & Jisung]
FanfictionSe suponía que para esas horas de la noche ya todos los internos debían estar en la cama, dormidos, y bien abrigados, para al día siguiente levantarse y asistir a clases; pero siete camas se encontraban vacías. Hay veces en las que los sueños te ab...