Come into my Dream [Mark & Jisung]

Sálvame de esta mentira

Notita antes de empezar: les dejaré una canción un poco más abajo, para que le den play c: ...la canción no dura lo suficiente como para seguir tocando mientras leen toda esa parte del capítulo pero no importa mucho, sólo la puse para darle más sentimiento a esa escena y pues porque amo esa canción *o* <3 ...jaja okya, las dejo leer :3

~⚜~

—¡Carreritas en hoveboards! —gritó entusiasmado Jaemin; bueno, ¿él cuándo no estaba entusiasmado?, siempre mostrando su enorme sonrisa y contagiando a la gente a su alrededor, por eso, a donde quiera que fuera siempre era el alma del lugar... bueno, no con el Rector Gu, ese era un amargado de primera.

—Pero yo no sé andar en eso, podría caerme.

—Agh, Jeno, siempre tan aburrido, pareces un viejito cascarrabias —se burló Haechan, pasando un brazo sobre los hombros del nombrado, revolviendo su cabello pulcramente acomodado.

—Oye, se supone que soy mayor que tú, respétame, ¿quieres?

—Pero sólo por mes y medio, así no vale.

Jeno quería responder, pero Renjun pasó entre ellos a una velocidad que seguramente rebasaba el límite montado sobre uno de los hoverboard que Jisung acababa de aparecer; inmediatamente fue seguido por los demás, comenzando así una serie de competencias sobre hoverboards. Jeno sólo pudo rezar al universo para no salir lastimado.

La agilidad de Chenle lo había llevado a la victoria, pues de todos los demás él fue el único que cruzó la meta más de cinco veces.

—Quiero una piscina de pelotas para descansar —pidió autoritario al maknae, quien sin refutar la hizo aparecer, aunque no era exactamente lo que todos esperaban.

—Dije "piscina", no "bañera" —hizo puchero, miró la bañera y se encogió de hombros —. Mmmm, no importa, a fin de cuentas tiene pelotas —y se recostó felizmente ahí dentro, lanzándole un par de pelotas a sus amigos.

—¿Y por qué nunca apareciste mi Ferrari? —Jeno comenzó a reclamar, recordando aquella vez cuando pidió uno de esos autos y nunca le fue dado.

—Lo intenté, hyung, de veras, pero por alguna razón no apareció.

—Patrañas —se cruzó de brazos, indignado y caminó alejándose un poco del grupo.

—Jeno hyung~ —escuchó la voz cantarina de Jisung—. No te pude conseguir un Ferrari, pero mira lo que apareció.

Tentado por la curiosidad, hizo a un lado su falsa indignación y miró.

Seis vespas formadas en una fila, siendo observadas por los entusiastas chicos. Sin pensarlo corrió hacia ellas para poder observarlas a detenimiento.

—En serio gracias, Jisung —abrazó fuertemente al pequeño, casi cortando su respiración. El asunto del Ferrari ahora ya estaba en el pasado, pues Jeno tenía una obsesión por las vespas, tanto así que incluso le encargaba ilegalmente revistas con imágenes de ese tipo de motocicletas a Yushin y las mantenía como un tesoro debajo de su colchón.