Amor y Dolor

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Naruto llegó hasta un río y ahí se detuvo, la luna sobre su cabeza brillaba un poco, no era luna llena, pero alumbraba bien y no faltarían muchas noches para la luna llena, a Naruto le gustaba mucho la luna de ese lugar, brillaba mucho más que en su tiempo. Naruto suspiró con nostalgia, se colocó ambas manos en la nuca y se acostó en el pasto, cerró los ojos y entonces recordó a Inu Yasha, esa tarde en el pozo, cuando estuvieron tan cerca uno del otro

—Inu Yasha —suspiró con tristeza y luego abrió los ojos

No había nada de ruido, la noche era silenciosa y triste. Naruto extrañaba al grupo que lo había acogido tan amablemente (a excepción de Inu), incluso más de lo que extrañaba su tiempo. En casa siempre había algo que le recordaba a Sasuke, su ex novio, y eso lo ponía muy triste, además él ya no lo amaba como antes, le había dolido su partida de la aldea, pero Naruto quería continuar con su vida

—Será mejor que me duerma —cansado de pensar se quedó completamente dormido.

Cerca de ahí, el viento comenzó a sentirse helado, sin que Naruto se diera cuenta. El sonido del pasto moviéndose comenzó a sonar muy trémulo, algunas cantidades de energía maligna se estaban concentrando alrededor de Naruto. Una sombra lo rodeó y se comenzó a elevar, logrando despertarlo de su profundo sueño

—Hey ¿qué pasa? —asustado Naruto quiso moverse, pero las sombras lo agarraron de brazos y piernas, inmovilizándolo —¡Suéltame! —de repente las sombras se alejaron de él y lo tumbaron con fuerza en el suelo

Naruto se puso de pie e intentó concentrar energía, pero le estaba resultando muy difícil

— ¿Qué está pasando? —asustado quiso esforzarse más pero no pudo, de pronto una extraña sombra en forma de humano lo golpeó como si fuera un puñetazo y cayó al suelo —¡No es posible!

Completamente aturdido por lo que estaba pasando, Naruto se incorporó e intentó volver a concentrarse, pero algo pasaba que no podía llamar a los elementos

—Mis chakras no funcionan —gritó enojado, tratando de concentrar toda la energía posible y atacar esa sombra con su Rasengan, pero fue inútil

Naruto recibió de lleno el ataque y salió volando con fuerza, a medida que caía vio una sombra pasar por encima de él y después un grito largo y furioso, era la voz de Inu Yasha

— ¡Viento cortante! —gritó Inu Yasha, atacando aquella sombra con su Colmillo de Acero y de un golpe la hizo desaparecer, luego de eso respiró tranquilo y volteó hacia atrás, Naruto estaba en el suelo, inconsciente y herido, rápidamente Inu Yasha corrió a socorrerlo —Hey mocoso, despierta —se agachó a su lado y lo agitó, Naruto abrió un poco sus ojos

—Inu Yasha... —susurró adormecido y volvió a desmallarse

— ¡Hey! Mocoso, despierta ¡Mocoso! —aunque gritó y gritó, Naruto no despertó, entonces Inu Yasha lo tomó entre sus brazos y lo llevó a la orilla del río, lo dejó con cuidado en el suelo —No puedo llevarte en ese estado —pensó con seriedad

Inu Yasha se sentó a un lado del cuerpo desmayado de Naruto y lo miró atentamente, de pronto ese sonrojo que antes lo incomodó volvió a aparecer y se enojó, pero en realidad estaba nervioso, nunca le había pasado algo así, ni siquiera con Kikyo, ni con Kagome

—Algo está pasándome y no sé qué es —asustado, pero guiado por un impulso desconocido se agachó hasta estar muy cerca de él, cerró los ojos e intentó besarlo

— ¿Qué haces? —la voz de Naruto lo interrumpió. Inu Yasha se alejó rápidamente, asustado, mientras los ojos de Naruto lo miraban con impaciencia —Si vas a besarme solo hazlo —dijo sonrojado, luego sonrió y se sentó despacio, adolorido

El verdadero primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora