El objetivo de la maldición del tiempo

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Abrió sus ojos cuando una brisa extraña le caló los huesos, confundido miró a su alrededor, grandes pastizales y un cielo tan limpio que le resultó ajeno, estaba a la intemperie en un lugar que le resultó desconocido. Al principio creyó que estaba soñando, pero después, cuando una pequeña hormiga lo picó y sintió un mínimo de dolor, supo que no se trataba de un sueño

—¿Qué demonios está pasando? —se preguntó aturdido, aquello era sumamente extraño, inusual, y aunque no sintió miedo se sintió preocupado

—Jujujuju —una risa extraña que no provenía aparentemente de ningún sitio lo puso en alerta, sacó su kunai y se puso en posición de ataque

—Sal quien quiera que seas —dijo con voz alta, molesto

—Yo solo cumplo los deseos de aquellos que parecen tan desesperados —la voz de aquella risa resonó, como si viniera de otro tiempo

—¿Quién diablos eres? —preguntó y al siguiente instante una sombra pasó por su lado, se giró e intentó atacar, pero fue inútil, la sombra cambió de posición y se le puso enfrente— ¡Ya verás! —molesto concentró toda su energía e intentó hacer alguno de sus Jutsus, pero apenas salió algo se extinguió por completo

—Este no es tu tiempo, esta no es tu dimensión, eso no te sirve de nada —de nuevo aquella molesta y persistente voz

—¿Otro tiempo? ¿Otra dimensión? Explícate —ordenó, sin abandonar su posición de ataque, la sombra se movió de lugar pero él ya no pudo verla después

—Alguien como tú vaga por estos campos, búscale, lo has estado anhelando tan desesperadamente —dijo con voz burlona

—Naruto —susurró Sasuke, fue el nombre que primeramente se le vino a la cabeza. Un aire frío lo sobresaltó y de pronto se sintió solo, era obvio que la dueña de aquella voz había desaparecido— Espera por mí, si estás atrapado en este lugar, yo te rescataré

Preocupado por su único amor, el joven Uchiha partió decidido a explorar aquellas extrañas tierras, que aunque el paisaje era hermoso, un ambiente de incertidumbre se cernió sobre él

Desde que Kagome desapareció sin ningún rastro, Inu Yasha estaba en shock, la chica desapareció frente a sus ojos y él no pudo hacer absolutamente nada, estaba preocupado pero sobre todo aturdido, sintiéndose culpable

A unos metros de él estaban los demás, observando, Sango fue detenida por el monje cuando quiso huir en busca de su única y mejor amiga, pero Miroku estaba convencido de que primero deberían analizar la situación. Hacía tanto que Naraku no los atacaba que parecía una gran posibilidad que él estuviera detrás de todo, aunque el método no parecía ser como lo que solía usar

Naruto por su parte estaba consternado, si tan solo sus Jutsus funcionaran él habría podido hacer algo, pero no fue así, sus poderes Ninja no sirvieron de nada, ahora tenía que sufrir viendo derrumbarse al hermoso hombre perro, y él incapaz de ir a consolarle

—Vayamos con la anciana Kaede, ella puede guiarnos —propuso Miroku pensativo, en sus brazos yacía Shippo dormido, agotado luego de haber llorado

—Parece ser la mejor opción —confirmó Sango— Naruto —el chico volteó

—Dime

—El monje y yo buscaremos a la anciana Kaede, por favor quédate con Inu Yasha, en estos momentos no podemos pedirle mucho, está muy afectado

—Está bien —respondió el rubio, mirando hacia Inu Yasha, sintió deseos por abrazarlo, besarlo, apoyarlo. El pensar que lo tocaría lo hizo sonrojar

Miroku miró con desconfianza a Naruto mientras él, Shippo, Sango y Kirara se alejaban, por alguna razón el monje no confiaba en él, aunque Kagome parecía confiar ciegamente en el recién llegado.

El verdadero primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora