Algo malo está pasando

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El primero en despertar a la mañana siguiente fue Naruto, miró a su lado y el hombre perro yacía aun dormido, volvió a acostarse a su lado y lo admiró, su hermoso semblante. Los dos seguían desnudos. Sintió una liberación que hace mucho no sentía. Después de un rato se vistió y salió de la cueva, al mirar hacia arriba el cielo lucía raro

Sobre él no había un cielo azul, sino uno de color arcoíris, al horizonte podía ver una niebla extraña y un viento que oscilaba muy insólito, como si hubiera una distorsión extraña

—Pero ¿Qué está pasando? —asustado regresó a la cueva e intentó despertar a Inu Yasha, pero le costó mucho trabajo hacerlo—¡Despierta! —gritó fuerte y el otro apenas pudo responder

— ¿Qué sucede? —preguntó adormilado, sin fuerzas, quiso levantarse pero le costó mucho trabajo

—Algo malo está pasando, ven —lo agarró de la mano y lo jaló hacia fuera de la cueva, desnudo como estaba

Inu Yasha miró lo que estaba pasando y quedó boquiabierto, nunca en toda su vida vio algo igual

— ¿Qué es todo esto?

—No lo sé, desperté y así estaba todo —respondió aterrado, Inu se sintió débil y cayó sentado al suelo, le daba vueltas la cabeza

—Algo te está pasando, no es normal —dijo preocupado, agachándose— ¿Qué tienes?

—Me siento muy débil Naruto, no sé que me sucede —agachó la cabeza y se quedó dormido por algunos segundos

— ¡Despierta! —llamó asustado, despertándolo— Tu debilidad tiene que ver con esa cosa —señaló el cielo— Me temo que no es nada bueno, ven, busquemos a los demás

Naruto ayudó a Inu a ponerse de pie, lo llevó a la cueva a que se pusiera la ropa y luego salieron los dos en busca de sus amigos. Después de un rato los encontraron refugiados también en una cueva, el monje Miroku tenía una fiebre muy alta, Sango estaba preocupada

— ¿Qué pasa al monje? —preguntó Inu preocupado, acercándose como pudo a su amigo

—No lo sé —respondió la chica sollozando— Lo encontré tirado en el suelo, inconsciente, desde entonces no despierta. Afuera está todo un caos ¿Qué está pasando? —preguntó angustiada

—No tengo idea, pero también me siento muy mal —respondió el hermoso hombre perro, sintiendo que las fuerzas se le iban y cayó hincado

—Inu Yasha —llamaron los demás, preocupados

—Tengo que hacer algo —comentó Naruto mirando a Sango, ella asintió— Tú debes quedarte con ellos ¿está bien? Cuídalos

—Yo voy contigo —dijo Shippo, pero Naruto se negó, no podía ponerlo en riesgo

—Ten mucho cuidado ¿de acuerdo? —el Ninja asintió, luego miró a Inu

—Resistan por favor, algo tiene que hacerse —lo miró con dulzura, el hombre perro asintió, mirándolo amorosamente, se despidieron con esa mirada

Naruto salió corriendo de ahí sin rumbo fijo, su primer objetivo era acercarse a ese viento extraño que vio en la lejanía, quizás cerca de ese remolino se encontraba la respuesta

A Kagome le costó trabajo despertarse ese día, en aquella dimensión el tiempo transcurría muy diferente a su mundo, habían pasado dos semanas, las personas que le estaban ayudando aun no encontraban una forma de ayudarla y mientras tanto se aburría y desesperaba sin poder hacer algo. La chica salió de la casita donde durmió y vio con asombro el cielo

Todos los aldeanos estaban afuera, mirando con asombro el raro color arcoíris, las neblinas dispersas que parecían estar cerca pero que realmente no lo estaban. Kagome emitió un quejido de asombro, Sakura estaba cerca y la oyó, acercándose a ella

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2018 ⏰

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