El verdadero primer amor

Tierra desconocida

Tuvo un sueño que nadie más pudo tener, un mundo ancestral lleno de seres extraordinarios, magia, peleas, monstruos, era como estar dentro de un sueño, en toda su vida jamás imaginó que podía llegar a ver tales cosas, ni siquiera en sus sueños, pero ahora los tenía y era increíble, como estar dentro de un cuento de hadas.

Despertó aquella mañana con el semblante lleno de vida, desde que su último novio lo había abandonado no se había sentido así, el maldito de Sasuke abandonó la aldea, pero él continuaría con su vida, así se lo habían dicho todos.

Después del almuerzo fue a las montañas a entrenar, solo, como siempre, pensando en aquel mundo lleno de fantasía que acudía a él en sueños, deseaba viajar ahí, encontrarse con los seres maravillosos que había visto, ni toda los trucos habidos y por haber que había aprendido iban a poder superar eso.

—De acuerdo, será como en aquellas extrañas películas, deseo algo con tanto empeño y pum! Se hace realidad —dijo con entusiasmo

Haciendo uso de todo su poder mental cerró los ojos, imaginó los paisajes, las criaturas, aquel mundo con el que había comenzado a obsesionarse cada vez más, pero no logró nada. Se sintió tonto de haber hecho algo así, lo bueno es que nadie lo había visto, así que regresó a su aldea.

Sonriendo a lo alto de un árbol, una vieja hechicera sonrió, portaba en sus manos un pequeño fragmento de la perla de shikon, lo alzó por encima de su cabeza y con toda su fuerza la lanzó hacia Naruto, esta se adhirió a su espalda pero él no lo notó. La vieja hechicera sonrió

—No desees más de lo que puedes afrontar, sin saberlo me has invocado y yo haré tus sueños realidad —se rio entusiasmada, hace mucho que no se divertía tanto.

Naruto llegó directo a su cama, sin cenar, sin bañarse, al cerrar los ojos se quedó completamente dormido, sin darse cuenta que a su alrededor todo comenzó a dar muchas vueltas, como un torbellino. En menos de cinco minutos desapareció sin dejar rastro, sin darse cuenta de nada.

El pequeño ninja abrió los ojos y se desconcertó al encontrarse rodeado de naturaleza, flores extrañas que no conocía y un aroma completamente limpio, ninguna clase de contaminación. Al principio creyó que sus aldeanos le habían jugado una broma, pero tardó en darse cuenta que no estaba en ningún sitio conocido antes por él.

Se levantó asustado, recorrió los grandes pastizales pero no encontró rastro de persona alguna, arriba de su cabeza escuchó como el sonido de un pájaro y miró hacia ahí, vio una especie de pájaro extravagante, enorme como ninguno que hubiera visto, gritó asustado.

— ¿Qué demonios es este lugar? —gritó asustado, buscó ayuda pero no la encontró —Ahora ¿Qué voy hacer?

Asustado se agachó y sujetó su cabeza, cerró con fuerza los ojos y luego los abrió al escuchar un ruido en la lejanía, parecía ser el sonido de una bicicleta

— ¿Una bicicleta? —preguntó emocionado, algo de su mundo, algo que pudiera reconocer, levantó la vista y vio a una chica montándola, en la canasta de enfrente un pequeño niño zorro, le recordó a él mismo y sonrió —Ey, ayuda —gritó lo más que pudo.

—Vaya, un niño —Kagome vio a lo lejos a un niño rubio y apresuró su pedaleo, llegó hasta él y le sonrió amablemente

—Hola señorita

—Pareces perdido ¿estás bien? ¿Dónde están tus padres?

—No tengo —dijo indiferente —Pero me temo que estoy en otro mundo, quizás usted no me crea pero...

—Si te creo

Kagome sonrió, interrumpiendo al niño

—Yo también vengo de otro tiempo, estas en la era ancestral, donde el mundo humano y el mundo mágico convivían —explicó emocionada, por fin alguien como ella

—Vaya, que emocionante —dijo entusiasmado y se acercó a ella para abrazarla, casi tumbando al pequeño zorro de la canastita

— ¡Mocoso! Quita tus sucias manos de Kagome —gritó una voz de hombre, Naruto levantó la mirada apartándose de la chica y lo vio acercándose, parecía que quería atacarlo, pero Naruto estaba sorprendido por aquella belleza sobrehumana de ese hombre, mitad perro

—Es tan guapo —pensó sonrojado, pero Inu Yasha se acercó directo y lo atacó

— ¿Estas bien Kagome? —preguntó preocupado, pero ella se enojó con él

— ¡Eres un tonto Inu Yasha! ¡Abajo! —gritó enojada y lo hizo caer al suelo, enseguida se levantó muy enojado

—Solo te defendía ¿Por qué haces eso?

—No me defendías, peleabas con un chico inocente —respondió enojada

—Eres insoportable —dijo enojado

— ¡Abajo, Abajo, Abajo! —gritó un montón de veces hasta noquearlo, Naruto estaba sorprendido

—Eso te pasa por violento —dijo Shippo riéndose, luego Inu se levantó y le dio un fuerte coscorrón para regañarlo

—No le pegues —regañó Kagome y estuvieron a punto de pelear otra vez

—Oigan, sigo aquí y no sé que hacer —dijo Naruto antes que volvieran a pelearse

—Perdona —dijo amablemente Kagome, parecía tan dulce como la vio antes de la llegada de aquel apuesto joven. Naruto se sonrojó al verlo, le estaba gustando

—Dinos mocoso ¿Qué quieres aquí? —preguntó enojado porque se había atrevido a tocar a su querida Kagome

—No lo sé, desperté y estaba en este mundo, pero tengo la impresión de que es el de mis sueños —explicó

—Vaya, yo también he tenido sueños así antes de venir a este mundo, yo caí por accidente en un pozo y llegué a esta era, tal vez podríamos tratar de pasarte —dijo feliz

—Sería buena idea, pero quiero conocer un poco más ¿puedo?

—Claro

—Y quisiera estar cerca de ustedes si no es molestia —dijo apenado y viendo discretamente a Inu Yasha, él se dio cuenta y se preocupó, algo había mal en ese chiquillo que no terminaba de caerle bien

—Claro, no te dejaremos solo —dijo Kagome emocionada, le gustaba tener a alguien de su mundo cerca

—Gracias

Y así, Naruto viajó a las tierras feudales del antiguo Japón, en compañía de Kagome, Shippo e Inu Yasha, a quien no despegaba la vista de encima, desde que salió con Sasuke no se había vuelto a interesar en ningún otro chico, este le gustaba mucho y esperaba estar mucho tiempo a su lado, aunque él no sabía aún la relación que había entre Kagome e Inu Yasha.

NOTAS: Amo esto, los crossover son la onda :D dejen sus comentarios!