Todo por la perla

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Después de haberse dado un beso tan romántico y prolongado, Inu Yasha y Naruto se sentían muy incómodos uno junto al otro, pero el joven Ninja aún no podía levantarse, como si aquel demonio le hubiera absorbido toda la energía, Inu no quería llevarlo en brazos o a su espalda porque temía la represalia de Kagome, así que se quedaron ahí durante el resto de la noche

Aunque fue silencioso y extraño, durmieron abrazados, uno junto al otro, dándose calor en aquella fría y extraña noche. Al despertar por la madrugada, Naruto abrió los ojos y observó a Inu Yasha recolectando algunos frutos silvestres. El ninja sonrió, mirándolo con cariño, al recordar el beso del hermoso hombre perro sonrió aún más y se tocó los labios con la punta de los dedos

—Nos dimos un beso —pensó con emoción, pero luego recordó el triste relato de su querido Inu y entristeció, también pensó en Kagome y se sintió mal, ella era muy buena con él, en cambio él se besó con el hombre que seguramente amaba —Soy muy malo, Kagome ha sido dulce conmigo —dijo en voz baja, pero el oído super desarrollado de Inu Yasha lo alcanzó a escuchar

—Hey mocoso, ven y ayúdame —le llamó para que ya no pensara en aquellas cosas, pues él también se sentía mal por haber besado a alguien a expensas de Kagome

Naruto se levantó con energía, ya no se sentía mal como la noche anterior y fue hacia donde estaba Inu Yasha, entre los dos terminaron de juntar los frutos y los comieron juntos, en silencio. De vez en cuando se observaban discretamente y se sonrojaban, recordando el beso que se habían dado, había estado delicioso, ambos lo pensaban y se morían por volverse a besar, pero se sentían avergonzados

—Deberíamos volver ya —dijo el hombre perro, pero el Ninja negó enseguida, quería estar con él a solas un poco más

—Esperemos un poco

—Kagome estará preocupada —dijo Inu con seriedad, Naruto sintió una fuerte opresión en el pecho y agachó la mirada, Inu se dio cuenta y se acercó, colocándole una mano al hombro, enseguida Naruto volteó a verlo —Pero podemos esperar un poco más —comentó a regañadientes y sonrojado, Naruto sonrió enormemente y con tanto brillo y luz, que Inu Yasha se sonrojó más, hasta las orejas, apartándose rápidamente —No sonrías como tonto, mocoso insolente —regañó avergonzado

—Perdón —dijo emocionado pero sonriendo menos que antes —Quisiera conocer por aquí

—Sígueme —respondió Inu Yasha y se echó a correr, sorprendiéndose de la destreza de Naruto para correr, quizás su única habilidad Ninja que se encontraba intacta — ¿Es todo lo que puedes correr? —preguntó para retarlo, pero Naruto sonrió

—Pruébame —contestó desafiante. Inu Yasha sonrió ampliamente y corrió más de prisa, pero eso fue tarea fácil para Naruto que lo alcanzó rápidamente. Al hacerlo se agarró con fuerza de su cintura y ambos cayeron bruscamente en el suelo

El rostro de Naruto quedó justo por encima del trasero de Inu Yasha, poniéndolo nervioso, enseguida el semi humano se puso en alerta y se apartó, mirando asustado a Naruto

—Eres un pervertido —acusó

—Lo lamento —pidió disculpas y luego se echó a reír

Inu Yasha lo observó fijamente y volvió a sonrojarse, perdiendo la cuenta de las veces que lo había hecho, pero el mocoso cada vez le parecía más lindo, más interesante

—¿Qué quieres hacer? —preguntó para liberar la tensión

Naruto lo miró fijamente y una idea perversa rondó por su mente, incapaz de decirla solo apartó la mirada y sonrió con timidez. Inu lo miró sin entender que es lo que pasaba, pero lo que Naruto no sabía era que el hombre perro en realidad era bastante ingenuo

—Quiero ir allá —el joven Ninja señaló una montaña que no parecía del todo lejos pero tampoco estaba cerca, Inu Yasha asintió y se puso de pie

Caminaron rumbo a esa montaña, uno al lado del otro, observando el paisaje por el que iban pasando, sin darse cuenta del tiempo, de nada más. Naruto miró de reojo a Inu Yasha, él miraba hacia el frente, pensativo, le resultó tan guapo que se acercó un poco más y estiró su mano, sujetó la de Inu a su lado y el otro no la apartó. Tomados de la mano caminaron hasta llegar a la montaña, en la mera cima pudieron ver hacia abajo y todo era maravilloso

Hacia el horizonte, el Sol comenzaba a ocultarse y ninguno de los dos quería regresar aún, no se habían soltado de la mano y estaban muy cerca uno del otro

—Es muy bonito, por allá —señaló Naruto con su mano libre hacia un valle lleno de color verde y flores, Inu Yasha miró pero era mucho menos sensible y solo enarcó una ceja

—¿Qué tiene eso de bonito? —preguntó enojado, Naruto se rio divertido

—Eres único Inu Yasha —dijo con voz clarita y bajita, recargando su cabeza junto al hombro de Inu Yasha, él lo miró de reojo y sonrió un poco

—Y tú eres un mocoso insolente —dijo casi con ternura, levantó su mano libre y sostuvo la barbilla de Naruto, él levantó la cabeza y miró a su lado, Inu Yasha se acercaba hacia él mientras iba cerrando los ojos

El corazón del joven Ninja vibró de emoción y también cerró los ojos, sintiendo después los labios carnosos y tibios de Inu Yasha sobre él, se apretaron con fuerza las manos mientras se besaban, candorosamente, suave, tan despacio que el tiempo se detuvo, sin urgencia de volver a correr, loco, desesperado, porque no querían abandonar ese momento tan dulce y romántico

Se giraron poco a poco hasta quedar uno frente al otro y se abrazaron con presión, fuertemente, mientras el beso subía de tono. El ambiente estaba fresco, pero sus cuerpos se sentían poco a poco calientes, Naruto no sabía porque, rara vez se excitaba así, pero Inu Yasha lo hacía sentir lo que ni siquiera con Sasuke llegó a sentir

Se besaron apasionadamente, tumbándose en el suelo, el hombre perro sobre él, Naruto por debajo, sintiendo el caliente cuerpo de Inu Yasha. Le besó el cuello mientras sus manos le acariciaron la espalda

Inu Yasha jadeó, sintiéndose nervioso, nunca había hecho eso con nadie, pero Naruto lo estaba acariciando y se sentía realmente bien, él tampoco quería hacer el desaire y le tocó con delicadeza el abdomen, buscando cada vez más el calor de su cuerpo. Naruto no aguantó más y se quitó rápidamente la parte superior de la prenda, donde reposaba el fragmento de la perla que se había adherido a su ropa cuando aún estaba en su tiempo

Rápidamente Naruto reaccionó, sintiéndose para nada excitado apartó con brusquedad a Inu Yasha, sonrojándose por completo, Inu lo miró sin entender, preocupado de que le estuviera rechazando de aquella manera

—¿Qué sucede?

—Esto no está bien —respondió asustado Naruto, ni siquiera él entendía lo que le había sucedido, el otro lo miró con tristeza cuando después se dio cuenta del fragmento en la ropa

—Conque era esto —dijo con tristeza

—¿De qué hablas?

—Anoche, lo de siempre, era por la perla

—No, yo...

—Soy un estúpido —sin darle tiempo a reaccionar se alejó corriendo tan de prisa que ni Naruto habría sido capaz de alcanzarlo

—¡No, me gustas Inu, de verdad! —gritó Naruto pero ya no fue escuchado, el fragmento lo único que había hecho era excitarlo, pero todo lo que sentía por el hermoso hombre perro era una dulce y cruel realidad

Se estaba enamorando de Inu Yasha

NOTAS: Perdón que me quedara bien corto el capi, pero quería hacer una actu sencilla, el próximo quiero hacerlo más extenso

El verdadero primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora