Capitulo 4

339 48 5
                                    

Era su novio, o al menos eso creía él.

Observaba las miradas de Me ri, fija en él a cada instante, siempre que estaban juntos. subconcientemente pensó que la miraba como si le hiciera una advertencia, pero no hizo mucho hincapié en ello. Quizá la envidia, tal vez, solo tal vez ella pensaba en Kyu jong como marido.

Pensaba en esto mientras copiaba en el computador unas anotaciones, debía faltar poco para la hora del fin de la jornada. Kim jaejoong, también la miraba. Siempre que entraba en la oficina del jefe y lo veía allí, sentado en el computador, fijaba la mirada en él, una mirada extraña.

Saeng pensaba "Si no estuviera con Kyu jong, hubiera creído que me amaba".

Sonrió divertido, profesaba gran afecto hacia Jaejoong. Era cariñoso con él y muy atento,claro que en las oficinas del director, todo el mundo era atento con el, quizá tan solo por considerarlo el prometido del jefe.....su prometido.

Iban ya 2 meses desde su llegada a Corea, nunca pensó ser el novio de alguien tan importante como Kim kyu jong. ¿Lo amaba? Si, seguro. Era un hombre arrogante, tenía mucha experiencia, sabía lo que quería y todo el mundo lo saludaba con una reverencia servil. Su vanidad se veía compensada. ¿Pensar en sus ansias espirituales? No, no. No esta situación de pensar mucho en las consecuencias de todo aquello.

En aquel instante sonó el timbre, dando fin a la jornada. Casi inmediatamente se abrió la puerta que comunicaba con la oficina de Kyu jong, y este, sonriente, cariñoso y galante, apareció en el umbral.

-No te marches, Young saeng- ordenó-. Hoy comemos juntos.

El solo se limitó a guardar los papeles en las carpetas , llevo otros tantos a los archivos y luego se puso su chaqueta.

Ganaba un sueldo espléndido, como nunca soñó. Creía que su apartamento lo pagaba mitad él y mitad la empresa. Comía siempre con Kyu, o casi siempre, y todo cuanto ganaba lo gastaba en ropa u objetos personales,  Bolsos, zapatos, perfumes, de tal modo que verlo en la calle era considerarlo casi una persona de clase alta.

Tenía gustos muy personales, era de porte distinguido y con una belleza auténtica, adornada con ropas que realzan aún más todo su ser. 

-Puedes esperarme en el auto, Young saeng- dijo Kyu jong suavemente-. Me reuniré contigo en seguida.

Lo hizo así, salio y atravesó el pasillo. Vio a Me ri que caminaba hacia el ascensor. por un instante creyó que ella le diría algo, pero Me ri abrió y cerro los labios casi simultáneamente.

Bajaron juntos el ascensor, se despidieron junto al auto de Kyu jong y Young saeng se perdió en su interior.

Minutos después, Kyu jong se encontraba a su lado conduciendo su lujoso automóvil.

-Hoy comeremos en mi apartamento, Young saeng.¿Te parece bien? 

A él no le pareció mal. Kyu jong, era correctisimo, de una galantería extrema. Nunca le pidió un beso, ni le hizo una caricia.

- Como gustes- replicó simplemente.

Media hora después, el auto de Kyu se estacionaba en la esquina de una suntuosa calle.

Destruyeme despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora