Capítulo 5

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Hyun joong frenó el auto en seco. Demonios, estuvo a punto de atropellar a alguien. Descendió del auto y dio la vuelta a este casi corriendo.
Una figura encorvada lo miraba desde el fondo de la calle.
-No-susurro con voz apenas perceptible- No...No...
-¿No, Que?-preguntó Hyun asombradisimo- Creo que no lo he rozado.
-No... No me haga daño. Siga usted su camino- había un patetismo indescriptible en los bonitos ojos - siga - pidió ahogadamente - siga.
Por toda respuesta, Hyun se inclinó hacia él.
-¿Qué le ocurre?
No pensó en aprovecharse de las circunstancias. Sin duda el joven tenía una palidez casi cadaverica, el desorden de sus cabellos y de su ropa llena de barro. Sin duda le pareció un joven bastante lindo,pero también se percató del sufrimiento.
- Esta usted manchado de barro- dijo bajo- ha llovido y el asfalto esta mojado. Deme la mano.
Se inclinó hacia él, que continuaba allí, encargado, en una esquina del asfalto, apoyados los dedos en este.
Young saeng respiraba con mucha dificultad.
-¿Esta usted sólo en Seúl?
Saeng sólo respondió con un silencio hostil.
Hyun joong comprendió que, por lo que fuera, aquel joven. Seguro que no llegaba a los 20 años.
-Vamos - decidió de repente-, lo llevaré a un lugar cálido y tranquilo.
Como Saeng no contestó, lo tomó de un brazo y trató de levantarlo. Young saeng no opuso resistencia. ¿Qué más daba? Había llegado a la convicción de que de alguna forma u otra, terminaría en poder de algún hombre. Carecía de dinero, de documentos, de medios para regresar a su país, y hacia más de 12 horas que no tomaba algo caliente.
Desmayadamente se dejo llevar hacia el auto, Hyun joong lo miró un segundo con creciente curiosidad.
El no era filántropo, pero tampoco un desalmado. Jamás se aprovechaba de las debilidades de los demás. Cuando deseaba compañía la buscaba con la mayor sencillez, jamás en una situación como esta.
Lo sentó en el interior del auto, sin que Saeng se opusiera.
- Me parece -dijo Hyun joong, poniendo el auto en marcha- que hace unas horas que no come usted.
Lo miró buscando respuesta, Saeng tenia los ojos cerrados, la cabeza apoyada en el respaldo del asiento.
- ¿Hace mucho que camina usted sin rumbo?
Silencio. Ni si quiera abrió los ojos,lo cual indicaba que se sentía súbitamente a gusto.
Hyun joong, se alzó de hombros, puso dirección a su departamento. Vivía en un barrio comercial. Hacia más de 2 meses que se hallaba en Seúl, tratando de librarse de su abuela, sin conseguirlo. En su celular habían muchos mensajes de voz de su abuela, al cumplirse el tiempo límite, la abuela le pedía que regresará cuanto antes para casarse con Eun hye.
Bueno, después de todo,¿Qué más daba?
Atravesó las calles populistas sin volver la mirada hacia el joven. ¿Dormía? Sin duda, pues su respiración era más acompasada y sus manos, caídas parecían desprovistos de vida.
Frenó el auto ante una casa muy alta, de ladrillo rojo. Tomo al joven por el brazo. El se desprendió como asustado, como despertando de un apacible sueño.
-¡No! - gritó ahogadamente- .No.
-¿No, que?
-No...No ...- abrió mucho los ojos y respiro jadeante- No quiero moverme.
- Vamos. Aquí está incómodo. Lo llevaré a un lugar tranquilo, donde podrá decirme que hacía en la calle de Seúl, muerto de hambre y frío.
Tiraba de el.
Young saeng pensó en su padre muerto, en su falta de recursos,en Kim kyu jong ,en la señora Gil, en la mirada de Me ri...
¿Qué más daba? ¿Qué podía él decir o hacer, si carecía de medios,de amigos, y se sentía espantosamente solo?
- Vamos, vamos - se impaciento Hyun - Aquí hace mucho frío. Acompañeme.
Saeng lo miró un segundo con aquellos ojos enormes y asustados.
- No tema- dijo Hyun, impacientando más, pues le molestaba en gran manera hacer de hermanito de la caridad-. Lo dejaré bien instalado y mañana haga usted lo que desee.
El joven se dejó llevar.
☆☆☆☆
Hyun joong apretó el botón de la luz y la estancia se iluminó. Era un departamento diminuto, alcoba, living y recibidor.
Saeng no se molestó en mirar a parte alguna. Se derrumbó en un cómodo diván y cerró los ojos. Tenía un aspecto de una persona desamparada.
Hyun joong lo comprendió. Lo miró fijamente, desde su altura, durante unos breves segundos. Muy guapo, de una belleza delicada y diferente. Los cabellos muy negros,aquellos ojos negros, aquella boca húmeda, de labios alargados...
-Le daré algo de comer- dijo, enojado consigo mismo.
Saeng entreabrió los ojos. Prefería dormir. Tenía hambre,si, mucha, pero el sueño ... el sueño le rendía.¿Porque estaba allí? ¿Quién era aquel muchacho joven, de aspecto deportivo? ¡Qué más daba! Tenía sueño... Veía la silueta masculina como en una neblina. !Sueño, mucho sueño¡
Oyó la voz cálida como venida de muy lejos. Después. .. soñó, si ,soñó que lo descalzaron y lo tendían en una cama y él respiraba fuertemente, como si fuera a faltarle todo el aire y tratará de apresarlo. ¡Que delicioso era descansar allí! ¿Cuántas horas llevaba sin dormir? ¿Cuantas corriendo horrorizado de un lado a otro de aquella inmensa capital desconocida?
Muchas horas, infinitas horas...
Sueño, mucho sueño....
Hyun joong lo cubrió con una manta y salió de la alcoba. Se miró a sí mismo y se echó a reír.
- Eres un filántropo, hyunnie - dijo en voz alta - Pero ¿Qué puede hacer un hombre en circunstancias semejantes?
Se derrumbó en una butaca y encendió un cigarrillo.
☆☆☆☆☆
La luz del dia inundo el apartamento.

Destruyeme despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora