V. ¿Ayuda?

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-¿Dondé está Jake?- le pregunto a Lía al verla entrar al salón sola.

-¿Hola? ¿Y tus modales?-

-Perdón- digo con una sonrisa en la cara -Hola-

-Hola- responde mientras se sienta en el lugar de Jake y deja su mochila en el suyo -Se sentía algo mal, dijo que le dolía el estómago o algo así-

-Que mal- digo mientras miro al suelo -Espero que mejore-

Lía no me responde sólo se queda perdida en sus pensamientos.

Inician las clases y préstamos atención, Lía es muy aplicada en la escuela, tiene buenas notas, pero también hay veces que demuestra su lado irresponsable. A veces no entra a clases por el simple hecho de que no le dan las ganas, Jake la acompaña y me invitan, pero siempre me niego. Sería muy perjudicial para mí faltar a una clase, ¿Qué pasaría si el maestro decide dar tema nuevo? Perdería la clase y después se me haría más complicado estudiar; a demás tenemos que asistir mínimo al ochenta por ciento de las clases, sino te reprueban. No, no lo pienso hacer.

Me pregunto qué harán cuando se van, de qué hablarán cuando no estoy, ¿Hablarán de mí? No lo creo, no soy tan importante como para ser tema de conversación en su plática.

Suena la campana indicando el receso, saco de mi mochila una bolsa con mi almuerzo, está vez mi mamá me preparo un sándwich de Nutella y un té de manzanilla.

Lía sólo agarra su dinero, salimos del salón y la acompañó a la tiendita de la escuela a comprar algo para comer. Se compra unas galletas "Príncipe" azules, siempre lo hace, le gustan mucho.

Nos vamos a sentar a la banca de siempre y comenzamos a comer, no hablamos demaciado, pero lo hacemos lo suficiente como para que no hayan silencios incómodos.

Una vez que acabamos de comer empezamos a bromear sobre Jake, hablamos de cómo no le importa la escuela y nos preguntamos a qué se dedicará cuando tenga que conseguir empleo. A Lía se le ocurrió que talvez venderá su cuerpo, y como tiene buena figura, conseguirá lo que necesite. Yo sólo río por su teoría y espero que no pasé, no me gustaría tener un amigo así. No entiendo porque se le ocurrió, pero bueno. Yo me fui por algo más "común", yo dije que podría ser albañil fácilmente y que talvez le tocará pedir limosna.

Dejamos de fantasear sobre eso porque creo que nos fuimos a los extremos, realmente espero que continúe con sus estudios, sé que lo decíamos de broma pero esta plática despertó en mí las ganas de seguir estudiando para no acabar como el futuro Jake que hemos creado.

-Jake necesita prestarle más atención a la escuela- dice Lía con un suspiro -Pero la verdad no me preocuparía mucho por él, es muy inteligente y podría apostar que va a conseguir un mejor empleo que tú y yo si se lo propone-

Aquí es cuando me doy cuenta de su amistad, ella siempre lo defiende, incluso si ella misma fue la que lo insultó. Su amistad es muy grande, se ha fortalecido a lo largo de los años. A veces siento que yo soy la tercera rueda. Hoy es una de esas veces.

-Dan-

-¿Si?-

-Jake me contó que intento hablar contigo ayer- dice Lía mirando al suelo.

Mi cara se sonroja y sólo logro apartar la mirada de ella.

-B-bueno y ¿qué t-te dijo?-

-Me dijo que necesitas ayuda-

-¿Qué?- ¿Ayuda?

-Eso mismo, me dijo que sólo inventabas tontas escusas a sus preguntas, me dijo que tú madre te habló por teléfono y que suspiraste, que vió en ti una cara de alivio al recibir la llamada- ¿Cuando van a entender que no quiero hablar del tema? Es algo muy incómodo para mí. ¿No pueden simplemente ignorarlo? -Entonces...- continúa Lía, noto que su voz se está empezando a quebrar. Esto no va por buen camino -¿Porqué te sentiste aliviado? ¿No nos tienes la confianza suficiente como para contarnos de tus problemas?- Volteo a verla y me doy cuenta de que tiene los ojos cristalinos.

Aparto la mirada hacia el suelo rápido sin decir nada.

-Nosotros te contamos todo sobre nosotros, ¿Porqué tú no?- tiene razón, últimamente me han estado hablando mucho de sus vidas personales, yo no opino, sólo me quedó callado escuchando sus problemas.

No le respondo. No necesitan saber mis problemas, no necesitan saber todo sobre mí.

-Di algo- dice Lía con voz de súplica.

-¿P-para que?- tal vez no fue lo más inteligente que pude decir porque al momento siento la mirada penetrante de Lía sobre mí.

-¿Enserio preguntas eso?- dice dejando ir un pequeño sollozo al acabar -Porqué nos importas, nos preocupas-

Es más frágil de lo que pensé.

-Pero yo no les he dado razones para preocuparse-

Volteo a verla y parece que va a decir algo mientras mira mi mano izquierda.

No, no está viendo mi mano izquierda, está viendo mi muñeca izquierda.

Aparto la mano rápidamente de su vista.

Parece que va a decir algo pero se detiene mordiéndose el labio inferior.

-¿No?- dice finalmente -¿Qué fue lo que pasó el primer día?- siento como mis mejillas comienzan a sonrojarse, ella tiene razón, esa es una buena razón -Además...- comienza a decir mientras fija su mirada donde supone que esta mi mano izquierda -¿Sabes que puedes contarme lo que necesites no?- dice mientras toca mi hombro con su mano.

-Y-yo, n-no tengo nada que d-decir- digo mientras miro hacia el suelo enfrente de mí.

En estos momentos lucho una guerra dentro de mí. Me sentí un completo imbécil al decirlo, pero realmente no quiero hablar.

-Pero...- veo que empieza a mover su mano en dirección a la mía.

Agarra mi brazo izquierdo y poco a poco baja su mano hasta mi mano la jala despacio y con su otra mano intenta tocar la manga de mi camiseta.

-No- digo suave mientras aparto la mano rápido. No quiero que vea mis cicatrices, mis horribles cicatrices. Son una porquería, soy un porquería.

Ella lo sabe, sabe de mis cicatrices ¿Desde cuándo? ¿Cómo?

-Pero Dan- dice con voz suave.

-No- repito, no quiero llorar, no quiero hacerlo delante suyo.

Suspira y se levanta tapando su cara con sus manos.

-No puedo, no soy lo suficientemente fuerte- dice aún con sus manos en el rostro -Solo te voy a decir una cosa, tú, necesitas ayuda, nosotros te podemos dar esa ayuda pero para eso necesitamos saber qué tienes, necesitamos saber cómo te sientes, necesitamos que tú nos lo digas- puedo escuchar que está reprimiendo un sollozo, se siente mal, yo la hice sentirse mal -Jake hablará contigo. Yo no puedo- dice para después irse.

EL desastre de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora