VIII. Una llamada larga

8 0 1
                                    

Me despierto con un fuerte dolor de cuello, no sé a que hora me dormí. Es muy temprano, está amaneciendo.

Me estiro un poco y bostezo, no hay nadie en la calle, es sábado por la mañana.

Me levanto y me decido a caminar hacia casa, seguramente mi madre estará preocupada, como siempre.

Camino durante un buen rato sin pensar en nada, sólo camino. Cuando llegó a casa me detengo frente a la puerta, no quiero encontrarme con mi padre y sé que mi mamá me preguntará cosas a más no poder.

Doy un paso adelante y al tocar la puerta está se abre. Entro y no veo a nadie, voy a la cosina y tampoco hay nadie, revisó la habitación de mis padres con un poco de miedo pero no hay nadie.

No sé donde estarán mis padres y la verdad es que no me importa, regreso a la cocina y me preparo un par de sándwiches.

Me dirijo a mi cuarto con los sándwiches en un plato que sostengo con la mano derecha y un jugo con mi mano izquierda. Al entrar me espanto un poco, los recuerdos de ayer pasan por mi cabeza pero los alejo rápidamente de mis pensamientos.

Me siento en la cama, muerdo uno de los sándwiches que preparé y me doy cuenta de cuanta hambre tenía, sin siquiera disfrutar del todo mi comida me la acabo rápido a bocados grandes.

Dejo el plato y el bazo en una mesita que tengo junto a mi cama, me acuesto y me decido a dormir cuando escucho mi celular sonar, miro al piso y lo veo, me está llamando Jake, tomo el celular pero no respondo, espero unos cuantos segundos hasta que se da por vencido, revisó mis notificaciones y tengo 13 llamadas perdidas de Lía y 9 de Jake, tengo cerca de 50 mensajes en Facebook y Whatsapp y 10 mensajes normales de parte de los dos.

Me meto a Whatsapp y abro el chat de Jake, pasan un par de segundos cuando Jake me vuelve a hablar, seguramente vio las dos palomitas azules que tanto odio.

Dejo que suene sin contestar, cuelga y al instante vuelve a llamar. Me está empezando a desesperar.

Cuelga y llama un par de veces más hasta que contesto sólo para que deje de molestar.

—¿Qué quieres?— digo con voz irritada.

—¿Porqué no contestabas?— dice Jake con la misma voz —¿Qué pasó ayer? ¿Quién era el tipo que me habló? Necesito que me expliques—

Me quedo callado un momento y cuelgo.

Momentos después recibo una llamada de Lía, la ignoro pero como era de esperar también insiste. Así que termino contestando.

—¿Qué quieres?—

—Lo mismo que Jake– dice con voz preocupada.

Vuelvo a colgar, realmente no quiero hablar de eso.

Llaman una y otra vez, hasta que me logran convencer. Le terminó contestando a Jake.

—¡¿Que?!—

—Cálmate, no cuelgues— me quedo callado —Muy bien. ¿Quieres ir a una fiesta?—

¿Qué? ¿Es en serio? ¿Me está invitando a una fiesta justo ahora? ¿Qué le pasa?

—¿Qué?—

—Sí, lo sé, suena raro pero creo que es es lo mejor que puedes hacer en estos momentos—

—No— digo firme.

—Sí, piénsalo, te vas a divertir—

—No—

—¿Porqué no?—

—No tengo ganas de ir—

—Eso dices ahora, pero estando ahí no te arrepientes—

—No tengo nada que ponerme—

—Te presto algo—

—No, tu eres alto, y yo chaparro, aparte, estoy más flaco que tú—

—Pues vamos a comprar algo—

—No tengo dinero—

—¡Cállate! Ash, sólo enfadas, pareces vieja. No pongas más escusas. Yo y Lía te compramos algo— no quiero que me compren nada, no quiero que gasten su dinero en tonterías como las mías.

—Pero mis padres no me dejarán ir—

—Pues te escapas, duh—

—¿Qué?—

—Ash, ¿No escuchas o qué? Sólo te escapas— me quedo callado, no pienso escaparme —Oh, claro, se me olvidó que eres niño bueno y nunca has hecho eso—

—Ni lo haré—

—¿Porqué no? Vamos, va a ser divertido—

—No, no lo será. No sé como escaparme de casa, y si logrará escapar, mis padres se darían cuenta y me iría peor de lo que me va ahora—

—Sí, lo sé, yo también eh pasado por eso. Pero por muy fuerte que sea la regañada nadie te quita lo bien que te sentiste haciéndolo, créeme. Además, no tienen porque darse cuenta, me has dicho que se van a acostar muy temprano, sólo tendrías que irte cuando estén dormidos y regresar antes de que despierten. Así de fácil— Me está comenzando a convencer.

—Pero mis papás son muy "precavidos" y tienen la puerta cerrada con un seguro que sólo se puede quitar con la llave—

—Pues sólo ábrela—

—Pero ellos tienen la llave y no se donde la guarden al dormir—

—Cada, "pero", tiene solución—

Se queda callado un momento al igual que yo.

—¡Ya sé! Me habías dicho que tienes un patio grande ¿No?—

—Sí—

—También que tu cuarto está junto al patio—

—Sí...—

—Y que hay un árbol afuera de tu ventana—

—No voy a saltar al árbol—

—Sí, lo harás—

—Pero...—

—¿Pero qué?— me interrumpe —Dime cual es tu siguiente escusa, yo la soluciono.

—Pero me puedo lastimar, es peligroso, porque no está tan cerca de mi ventana—

—Esa no es una escusa, es una mariconada. Siguiente "pero" porfavor— esto lo dice como la cajera de un banco al acabar de atender un cliente.

—No sé cómo llegar a esa tal fiesta—

—Paso por tí—

—No sabes donde vivo—

—Mándame la dirección— me quedo callado —¿Algo más?—

—Es que no creo que sea buena idea...—

—Lo sé, sé que piensas eso, sé que piensas que todo puede salir mal, sé que piensas que va a acabar en desastre, pero vamos, no lo sabrás si no lo intentas, ¿Va a ser un desastre? Lo más probable es que sí. Pero no importa, va a ser divertido crear ese desastre. Sólo se vive una vez— Creo que me acaba de convencer.

—¿Es hoy, verdad?—

—Sí, ponte lo que sea, nadie se fija en eso. De todos modos al final toda tu ropa va a estar llena de alcohol— me quedo callado, eso no me gustaría para nada— Envíame tu dirección rápido que tengo que salir pronto.

No le respondo pero se la envió por mensaje.

—Bueno, ahí nos vemos— Parece que va a colgar y me da el tiempo necesario para razonar.

—¡Espera!— Digo justo antes de que cuelgue —Es qué no quiero ir, en serio.

—Me vale madres, vas a ir, nunca me había costado tanto convencer a alguien—

—Pero enserio no quiero, porfavor—

—Si no estás en tu banqueta a las once, yo mismo te saco de la cama—

—Per...— colgó el teléfono.

EL desastre de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora