***Patricia***
"¿Juliana, estás bien? Vine a ver cómo estabas, Perro me contó que..."-abrí la puerta de nuestra habitación en este edificio y enseguida grité-"JULIANA"-mis gritos se hacían cada vez más fuertes por el mero hecho de que veía a mi mejor amiga convulsando-"JULIANA, NO"-me acerqué a ella y tomé su brazo, saqué mi celular y marqué el número de emergencias. Luego de hacer la llamada, me asomé por la puerta fuera de la habitación y comencé a gritar por ayuda en el pasillo. Unos hombres que pasaban notaron mis gritos y estos se acercaron y me ayudaron a colocar a Juliana de lado. Mientras ellos la mantenían en esa posición me fui enseguida de la habitación para llegar a la puerta principal y dirigir a los paramédicos que ya deben estar por venir.
"Patricia por qué hay una ambulancia delante del edificio..."-comenzó a preguntar Peter bastante frustrado.
"Juliana está convulsando, hay que llevarla al hospital..."-seguí corriendo hasta llegar hasta los paramédicos y los llevé hasta la habitación en que se encontraba Juliana.
"Señorita gracias por llamar, ahora la llevaremos inmediatamente al hospital; no se preocupe demasiado y asegúrese de llamar a la familia."-dijo uno de los paramédicos antes de cerrar las puertas de la ambulancia. Luego de irse, me quedé pensativa en el mismo medio de la calle. ¿Cómo le voy a explicar esto a mi familia?
***Perro***
"¿Perro, qué vamos hacer? El edificio entero está lleno de Bloods armados y haciéndole guardia a todas las salidas."-susurró Aurelio en nuestro escondite; el único escondite que conseguimos en dónde no puede haber Bloods.
"Aurelio, déjame pensar..."-me interrumpió.
"Llevas haciendo eso toda la tarde, ya tiene que ser de noche ahora mis..."-cubrí su boca con la mano para callarlo. Delante de nosotros aparecieron la sombra de dos hombres armados; Bloods lo más seguro.
"¿En dónde podrían esconderse? El edificio entero está siendo vigilado por nosotros, no hay forma de que se nos escapen..."-dijo uno de los hombres.
"¿Gustavo, y si buscamos aquí?"-vi cómo el segundo hombre señalaba la puerta que los dejaría entrar al escondite en que estamos.
"Perro..."-susurró Aurelio pero al parecer se había movido y ocasionó que se cayeran algunas cosas; lo miré mal y este desvió la mirada.
"GUSTAVO... ¿Escuchaste eso? Debe ser los dos Crips..."-el que parece ser Gustavo le interrumpió.
"No seas idiota, lo más probable fueron ratas...vam..."-el otro Blood le interrumpió.
"¡Vamos Gustavo! No perdemos nada con chequear"-le suplicó este. Gustavo exhaló pesadamente y se acercó al pomo de la puerta, inmediatamente tomé posición para golpearlo al instante en que abriera esa puerta. Giró el pomo completamente y justo cuando abriría la puerta...
"¡Gustavo! ¡Jengi!"-los Blood se detuvieron y de la puerta desviaron la mirada hacia la voz que los llamaba.
"Señorita... ¿Q-qué está haciendo aquí?"-tartamudeó Gustavo.
"El jefe ha mandado a que todos los Blood se reúnan en el piso de abajo para que vean como ejecutan a los intrusos...vayan ahora si no quieren que se enfade con ustedes."-estos asintieron y salieron corriendo; suspiré aliviado porque no nos descubrieron, pero me puse a pensar: '¿Quién nos habrá ayudado?' Mi pregunta fue contestada al instante; la sombra de nuestra heroína se asomó por la puerta y esta la abrió al instante. Por la sorpresa mía y de Aurelio nos encontramos con la persona que menos nos esperaríamos que estuviera en un lugar como este.
"Profesora..."-susurré.
"¡Nadya!"-dijo Aurelio bastante emocionado y aliviado de ver una cara amistosa.
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Perro Callejero
ActionA veces en la vida hay que tomar decisiones. Están las buenas como están las malas. Existen personas en el mundo que toman buenas decisiones, a esas personas me gusta llamarles perdedores buenos para nada. Esa gente solamente les gusta verse bien en...