Perro Callejero

Capítulo 3

"Bueno...definitivamente no me esperaba esto..."-dije tratando de hacer que la tensión bajara un poco, pero fallé miserablemente.

"No debí seguirte...no debí investigarte...mucho menos enamorarme...Después de todo, es tal como dicen...La curiosidad mató al gato."-dijo Juliana cabreada e ignorando mi comentario por completo.

"Te advertí que te alejaras de mí..."-dije seriamente haciendo que esta me mirara molesta.

"ERES UN..."-comenzó a gritar pero rápidamente la calle colocando mi mano en sus labios, esta comenzó a respirar agitadamente. Le hice señas a que no hiciera ruido y esta me hizo caso. Veamos...seguramente están muy perdidos. Hay que contar todo esto desde el principio. En otras, palabras hace dos meses y algo porque definitivamente no sé cuanto tiempo ha pasado desde que estamos aquí.

***Dos meses y algo atrás***

Llegamos a las seis de la madrugada a la escuela: Christian Academy, habíamos dejado nuestros autos (a excepción de Rey quién era maestro) en el estacionamiento estudiantil. Luego de que estacionáramos nuestros respectivos autos, fuimos hasta la oficina de administraciones. Rey tuvo que pasarse como nuestro padre y luego de ser administrados en la escuela recibimos llaves para nuestras habitaciónes, más los ID de estudiantes. Miré mi llave, la cual decía A-2 y mi nombre, según el gobierno el mismo era: Jadriel Hernández. Miré las llaves de Aurelio esperando que tuviera el mismo cuarto que yo pero no fue así.-"¿Por qué te quedaste con tu nombre y yo no?"-dije fijándome que no solamente viviría en un piso menos que el mío, sino que también se había quedado con su nombre.

"¡Porque Perro no es un nombre normal para una persona...Jadriel!"-dijo Rey bastante divertido.

"Sabes que no me gusta que usen mi nombre verdadero, me trae recuerdos de quién soy o mejor dicho, quién fui."-dije entre dientes, recordando a mi padre.

"¡Vamos hermano, no te pongas con cosas que hay que estar concentrados en esto!"-dijo Aurelio abrazándome el hombro. Yo solo gruñí y giré los ojos.

"Bueno...ya estamos aquí, desde ahora en adelante ustedes no me conocen y soy su maestro."-dijo Rey más serio de lo normal y dándonos unos papeles.-"Aquí tienen sus horarios...sus clases empiezan a las siete y más le vale ser puntuales."-dijo este y se largó.

"Vente, hay que dejar nuestras cosas en los cuartos."-dijo Aurelio antes de salir corriendo en dónde se suponía que estuviesen los dichosos cuartos.

***

"Mmf... ¿Qué pasa?"-dije contestando mi celular.

"Perro...Joder... ¿Qué paso con la puntualidad? Tienes cinco minutos para prepararte e ir rápidamente a nuestra primera clase."-dijo Aurelio, seguramente esperándome afuera. Luego de colgar me levanté pesadamente para ir directamente a lavarme la cara para despertarme. Como no tenía tanto tiempo, solo me puse el uniforme, el cual se encontraba encima de mi cama; me unté perfume y desodorante y salí desordenadamente de mi habitación. Al salir, me encontré con Aurelio y este me miraba con cara de asco.-"Qué forma tan bonita de causar una buena primera impresión. Espero que te vayas arreglando mientras llegamos al aula."-dijo arrugando su nariz. Me miré por unos segundos, Aurelio exageraba, si no me equivocaba parecía más un chico malo. Así que solo para que estuviera tranquilo me coloqué la camisa por dentro, me abroché bien la corbata y solo esmorusé más mi cabello. No hacía mucha diferencia pero al parecer Aurelio estaba satisfecho.

***

Tres minutos después llegamos al aula para encontrarnos con una profesora, que más bien parecía una modelo, esta organizaba sus materiales antes de que sonara la campana. Mientras tanto, el salón estaba completamente lleno, tanto que apenas había asientos disponibles.