Habían pasado horas tras la transfusión. Gaya seguía inconsciente y la duda reinaba en la sala. ¿Se curaría? Colmillos miraba impaciente la puerta, todavía le dolía el brazo por la transfusión pero poco le importaba, Gaya seguía dormida. Levantó la cabeza y pudo observar como un infermero salía de la sala.
-¿Familiares de Gaya?-dijo de repente. Todos levantaron la cabeza.
-Si, somos nosotros. -señaló Minerva.
-Está bien. Ya se ha despertado. ¿Queréis verla?-dijo tranquilamente. Todos se levantaron rápidamente y se dispusieron a cruzar la puerta. Colmillos paró delante de la puerta, no se sentía listo para verla mal.
-Oye, sé que duele, pero estoy seguro que ella te quiere ver.- le susurró Jack. Asintió, no le quedaba otra. Cruzó el umbral de la puerta y trató de tranquilizarse y serenarse, sus esfuerzos no sirvieron de nada. Gaya estaba estirada en la cama, pálida y con ojeras, pero a él le seguía pareciendo preciosa. Gaya abrió los ojos poco a poco. Dirigió una mirada rápida por toda la habitación hasta detenerse en los ojos de Colmillos.
-Colmillos...-susurró con esfuerzo. Esbozó una sonrisa débil al ver a todos sus amigos.
-Habéis venido, gracias... ¿Puedo preguntar que ha pasado?-dijo con vergüenza. Todos se miraron contrariados, ¿era posible que hubiera perdido la memoria en una transfusión?
-Pues... Has atacado a una princesa y Felipe te ha dado con la espada... ¿No te acuerdas de nada?- dijo Jack. Gaya negó con la cabeza, la confusión se dibujaba en la cara.
-¿Quieres decir, que he atacado a una princesa en forma de lobo?No puede ser, tengo un control bastante fuerte sobre mi...-dijo con pena. Los demás la miraron seriamente. Gaya bajó la mirada avergonzada. En ese instante entró el infermero en la sala.
-Tienes suerte pequeña, vas a poder salir de aquí muy pronto.- sentenció con una sonrisa. Gaya río emocionada, por fin una buena noticia en todo el día. Después de horas de pruebas y análisis, Gaya cruzó la puerta del hospital junto con los demás. Habían sido unas cuantas horas llenas de nervios y el cansancio se palpaba en el aire.
-Gaya, tenemos que hablar. Después del episodio de hoy, lo más seguro es que te expulsen del Instituto. Creo que debemos evitarnos el rechazo por parte del director y cambiarte de instituto.-dijo Fenris. Gaya lo miró con miedo.
-No puedes estar diciendo la verdad. No puedes...-sollozó.
-Papá, por fin he echo amigos, no me los quites ahora. Por favor...-lloró desconsolada.
-Señor, no puede hacer eso.- dijo Colmillos. Fenris lo fulminó con la mirada.
-¿Te atreves a contrariarme lobezno? Que hayas salvado a mi hija no te convierte en un héroe.- gritó Fenris conducido por la rabia.
- Señor, no soy un héroe ni menos, pero soy una persona que quiere a su hija y quiere lo mejor para ella, nada más.- dijo Colmillos serio. Fenris lo miró con una mezcla de odio y admiración.
-¿Dónde está Gaya?- preguntó de repente Minerva asustada. Con la confusión, Gaya había salido corriendo y había dejado a todos preocupados. ¿Dónde se había metido?
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Las tres colinas
FantasyExiste un mundo donde las criaturas sobrenaturales y los humanos conviven en harmonía. Sirenas, ninfas, princesas... y lobos. Gaya es la única mujer lobo que habita en el mundo de las Maravillas por culpa de una maldición que persigue a su familia g...