Capítulo 45: Él.

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Llegaron corriendo al despacho de Seung e ingresaron para encontrar que Namin estaba arrodillada al lado de él y lo sostenía contra su pecho. Levantó la vista para mirarlos y vieron las lágrimas que corrían por sus mejillas. El corazón de Hari dejo de latir. Su padre no podía estar muerto, claro que no.

¡Llamen a un doctor ahora!. —exclamó Jimin y se acercó hasta ellos para alzar a Seung en brazos.

Con una facilidad que sorprendió a Hari salió de allí y comenzó a subir las escaleras, como si su padre no pesara nada. Ella simplemente no podía reaccionar, estaba totalmente ida.

¿Qué estas esperando? —le preguntó Mattie. —¡Sube con ellos!.

Asintió tontamente y subió corriendo detrás de los pasos del rubio. Llegó a la habitación de su padre y vio como Jimin lo acomodaba sobre la cama. Se acercó hasta ellos.

Papá —lo llamó y se arrodilló a su lado. —Por favor, papi, despierta...

Seung no reaccionó. Entonces los ojos de Hari soltaron las lágrimas que había estado acumulando durante todo el camino. Su padre lo era todo para ella. Y si él... se iba ella... ella no iba a soportarlo.

Tranquila, Hari. —le dijo Jimin y acarició su hombro. Ella siguió con la mirada fija en su padre —Le tomé el pulso, está vivo... solo está inconsciente.

Ella se giró a verlo.

Me muero si le pasa algo —dijo con la voz quebrada.

Jimin se arrodilló a su lado, la tomó del rostro y la acercó a él para acurrucarla contra su pecho. Ella se echó a llorar a conciencia y se apretó más contra él.

Nada va a pasarle, te lo prometo...

Alguien entró al cuarto. Era Nami. Ellos la miraron y se pusieron de pie. Ella se acercó hasta la cama y se sentó al lado de Seung. Estaba pálida y el cuerpo le temblaba.

Ya viene el médico. —dijo apenas audible.

Mamá, todo va a estar bien. – la calmó él.

Ella simplemente asintió y miró a su primer amor. Había ido a buscarlo a su despacho para decirle que sí... que se quería casar con él y compartir el resto de los años que le quedaban... juntos. Y lo había encontrado tirado en el suelo, inmóvil, con los ojos cerrados. Su mundo se había venido abajo. Ella simplemente iba a morir si al amor de su vida le pasaba algo... Él creía que ella ya no lo amaba, cosa que no era cierta. Lo miró y levantó su mano para acariciar su rostro. Siempre iba a amarlo, no importaba el daño, el dolor, los años... Lee Seung era la otra mitad de su alma.

Mattie entró corriendo al cuarto, todos se giraron a verlo.

Llegó el doctor —avisó.

Hari salió rápidamente de la habitación y vio al hombre bastante mayor que terminaba de subir con algo de dificultad las escaleras. Tardó un poco en reconocerlo, pero lo hizo. Ese era el doctor que los atendía a ellos cuando ella aún vivía allí. ¡Por dios ese hombre todavía estaba vivo! Debía tener como más de 100 años, pensó Hari.

Sacudió la cabeza y se acercó hasta él.

Por aquí está mi padre, doctor. —le indicó. El hombre la miró sobre sus anteojos y asintió con la cabeza. La siguió en silencio en ingresó al cuarto. Hari iba a entrar, pero él la detuvo.

Necesito estar solo. —le dijo con voz rasposa. Ella asintió. Y se quedó parada en la puerta.

Apoyó la frente contra esta, y suspiró.

salvaje » 박 지민. ๑︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora