Capítulo 14

1.6K 115 36
                                    



Le quedaban dos barritas de vida. Un poco más... un poco más... ¡Sí! Había conseguido pasarse el nivel del videojuego, así que Levi dio un aplauso enorme que resonó en toda la habitación. Llevaba todo el fin de semana encerrado por culpa del pie y lo único que había estado haciendo era intentar ese maldito juego que abandonó años atrás y que realmente nunca le había interesado demasiado.

— ¿Tienes que hacer tanto ruido? Algunos intentamos estudiar. — Rodó los ojos ante la queja de Mark y le tiró el cojín que tenía al lado, dándole en la cabeza y después cayendo en la cama donde el moreno repasaba los futuros exámenes.

—Oh, vamos, es sábado, deja eso y ven a echar una partida conmigo.

—Te recuerdo que es nuestro último año de instituto e intento conseguir buena nota para ir a la universidad. Si eso a ti no te importa, no es de mi incumbencia.

—Pues entonces no sé qué haces aquí, vete a casa a estudiar tranquilo. — Levi se echó hacia atrás hasta recostarse totalmente en el suelo y cerrar los ojos. Manías que tenía de siempre.

—Agradece que he venido a hacerte compañía. — Le devolvió el cojín aunque el pelirrojo ni se inmutó. — ¿No han vuelto tus padres del viaje?

—Y yo que sé, ni que me importara lo que hacen con su vida.

Mark levantó la mirada del libro y miró finalmente a su amigo, que seguía como si nada tras haber pronunciado esas duras palabras. Sabía cómo era Levi pero a veces le sorprendía la frialdad con la que era capaz de tratar ciertos asuntos.

—Y qué, ¿al final le has dicho a Jennie que te mola?

El moreno no se esperó esa pregunta de golpe, esperaba profundizar un poco más en el tema de la familia de Levi, pero como siempre, el chico lo evitaba. Aunque quién diría que evadiría su pregunta hablando de otro tema algo delicado.

—Sí, acabé por decírselo.

—Ah, me alegro por ti.

El silencio se hizo presente y fue ligeramente incómodo para Mark, y eso que se habían pasado la tarde entera cada uno metido en sus asuntos. El pelirrojo estaba esperando que hablase más del asunto, lo sabía. Pero... ¿estaba bien hacerlo? Es decir, era sobre Jennie y aunque el otro chico no lo admitiese, sabía que seguía tocando cierta fibra en él, por muy callado que lo quisiera mantener.

—Tampoco le he pedido ninguna respuesta. Quiero que vayamos primero despacio.

—Sí, bueno, tampoco me importa demasiado.

Y ahí iba. El Levi pasota y desinteresado de siempre. Como si pudiera esconderse eternamente tras esa capa de hielo que se había auto-impuesto. Pero ahora que él había sacado el tema, que se aguantase.

—Y bueno, ya que estamos, ¿por qué la dejaste? No terminaste de contarme el otro día.

—No es asunto tuyo.

— ¿Prefieres que le pregunte a ella directamente? — Quizás si lo chantajeaba con eso, conseguiría algo.

—Me da igual lo que hagas con tu vida.

Mark rodó los ojos. Su amigo a veces era horriblemente imposible.


....

Ese estúpido prepotenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora