-¡Corre Stu!
Noodle sabe que soy torpe, el más torpe de todos.
Las persecuciones no acabaron tan pronto como todos esperábamos, Murdoc seguía en problemas.
Los incontables pasillos de este hospital abandonado me daban un extraño escalofrío, poco antes de la cena y con mucha violencia 8 personas tiraron la puerta de nuestra casa y nos trajeron a la fuerza, si, Murdoc y sus cuentas pendientes
La migraña comenzaba a atacar mi cabeza y entre las luces y sombras de ese enorme edificio una punzada que sentí eterna me cegó y me hizo caer.
-¿Estás bien?- La voz de Russel me hizo volver un poco a la realidad, los cuatro nos encontrábamos esta vez juntos, yo era el único que no tenía ningún tipo de arma.
-Murdoc...- no pude decir nada, tenía una herida en su brazo, una bala bien encajada le hacía perder sangre, demasiada como para que yo pudiera soportar seguir viéndolo sufrir así.
-Debemos encontrar una salida, eso es lo que hay que hacer, vamos nena, solo nos quedan municiones a ti y a mí, son ocho, pan comido ¿no?- Noodle trató de sonreír, pero miraba cautelosamente la sangre que seguía resbalando de su brazo.
Me dedicó una mirada, una de esas extrañas miradas que hacían sentir mi cara arder y mi corazón colapsar.
Pensé en hacer algo... lo que fuera, cuando de las paredes salieron mangueras soltando una especie de humo que traté no respirar, pero lo hice.
¿Por qué siempre he sido tan débil?
Mi mente da vueltas, esta oscuridad es tan grande, tan fría que me hace recordar lo insignificante que puede ser lo bueno que queda.
¿Por qué pasan estas cosas?
¿Por qué cuando pude ser un poco valiente y gané lo que más quería ocurre esto?
Hace unos días... el... me dijo...
-Oye tarado, despierta- unas cachetadas y una voz rasposa me obliga a abrir los ojos.
-¿D-d-dónde...?
Una patada me saca el aire, el poco que quedó sirvió para que un quejido me saliera de la garganta.
El olor que reconozco se acerca más y más, caras tapadas y borrosas acercan sus cigarros a mi piel, me encojo como puedo, al tacto grito con todas las fuerzas que me quedan.
Un montón de dolores de todo tipo atacan a mi cuerpo que despierta poco a poco, patadas en mi cara, muchas de ellas, cosas se estrellan dentro de mí.
-Murdoc...- susurro antes de que otra patada al pecho me saque la poca conciencia.
"-Ya te lo dije Face-ache, me importas, eso es lo que trataba de decirte, no solo me importas...
-¿A qué te refieres Murdoc?
-Detesto que seas tan ingenuo, ¡es una de las cosas que más odio de ti!
-No- no grit-tes, puedo escucharte bien.
-Quiero decir... lo que quiero decir es que... yo te quiero Stuart, te amo..."
-¿Por qué sonríe este idiota?
-¡2-D!-La voz de Noodle
-¡Suéltalo, el problema es conmigo, déjalo en paz!-también la voz de Murdoc
El extraño gruñido debe ser Russ.
-Por eso Muddy, el problema es contigo y él es todo lo que quieres, ¿no?
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For You
Fanfiction-Y para demostrar lo mucho que significan esas palabras, solo se me ocurre hacer esto, estar para el. "Y mi cielo está donde sea que te encuentres" Hubo una vez una mujer que solo deseo a un hombre para toda su vida. Hubo una vez una bruja que...