Interlude: Kaya's Confession

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Para hacer más agradable la lectura, recomiendo reproducir la música que esta acá arriba, sin más, ojalá esto sea de su agrado.~




No hace falta pensar en mí, tampoco en todo lo que he hecho.

No hace falta saber de dónde vengo, pero si hacia dónde me dirijo.

Recuerdo la primera vez que lo vi.

Su piel morena llamaba la atención, aquellos gruesos cabellos negros parecían casi perfectos, solo le faltaba mi corona puesta en ellos.

Lo miré con la vista que no está en los ojos, mi alma lo vio centímetro a centímetro, como si el destino me lo hubiera puesto ahí, Murdoc Niccals estaba ahí para mí.

Mi corazón palpitó dolorosamente al ver aquel prometedor futuro.

¡Qué fácil la tenía!

Iba a ser una estrella, una muy brillante.

Ese hombre de entre todos, del que menos podías esperar iba a ser algo muy grande, tan grande como sus deseos de serlo.

Suelo ser violenta, por eso quise apropiarme de él violentamente.

Engancharlo a mí, como un precioso pez de oro a una carnada infinita.

Hacerlo mío como hace el otoño con las hojas que caen, el caería, su futuro... yo volvería a escribir su futuro.

La luz de la luna llena sembró la semilla y yo hice el resto.

¿Cómo no querer escribir una historia nueva al ver un futuro tan asqueroso?

Entonces, él se uniría a mí, sería el bajista de una famosa banda, viajaríamos por el mundo, sin nadie impidiendo mi voluntad... ni siquiera el mismo.

Aunque por más que traté e hice, era inevitable que en algún punto se conocieran, seguí y continué y aun así esa mancha color azul no se quitaba de las páginas.

Un doloroso tatuaje, un par de anillos que le costaron los ahorros de su vida, absolutamente nada podía borrar esa imagen, la imagen de un hombre de cabellos azules.

Murdoc tenía que conocerlo, de algún modo o de otro, era algo que ni siquiera yo iba a cambiar.

Entonces, me apropié más y más de su conciencia, más y más de sus pensamientos, aún más de su cuerpo sabiendo que ni siquiera eso iba a borrar lo que estaba destinado en el cielo.

Aquella noche... cuando él estaba aparentemente dormido quise hacerlo totalmente mío, unirlo a mí de una vez por todas, cegarlo del resto de la gente.

Su mente ganó la partida, invocó algo peligroso dejándome sin poder alguno para hacerlo regresar.

Tal vez yo esperaba mucho de él, tal vez pensé cosas incorrectas, tal vez yo hice mal, pero... nunca en la vida había deseado tanto vengarme de alguien.

Poco a poco, aquel idiota sentado en la mesa de la taberna estaba dando pasos hasta la cima, en donde sería famoso, rico y tendría alguien a quien amar mientras yo... solo continuaba con el ciclo de la vida de una mujer cotidiana.

Al regresar a Irlanda, sumida en drogas y depresión conocía Vox, mi propia versión de chico peliazul.

-Su cabello es azul de verdad- le dije alguna vez, luego del sexo y algunos porros, mirando su teñida cabellera, esperando que de algún modo se volviera todo natural.

Vox me miraba, era frustrante no saber que pensaba la gente ahora.

El narcotráfico y la prostitución no suelen ser algo que vaya "viento en popa" cuando vives en Irlanda del Norte, es un lugar pequeño y pacífico, pero... sin trampas o algún tipo de magia, todo comenzó a fluir.

En menos de un año Vox y yo ya éramos los dueños de un imperio entero, algo que ningún gobierno desearía enfrentar.

¿Mi relación con Vox?

Bueno... él es una extraña proyección, como dije antes, él es mi propia versión del chico peliazul.

Vox me cuida a mí y yo cuido a Vox, así de fácil.

Entonces, explotó.

Gorillaz aquí y allá, por fin pude conocer bien las facciones de aquella mancha azul.

Stuart Pot, "2D".

Murdoc no podía verse más feliz.

Muchas de aquellas noches, lloré amargamente, esperando, resintiendo por fin el mi piel aquel castigo que lleva la práctica de todo lo que hice, no podía ser feliz yo con él y poco a poco me había creado una obsesión con Stuart Pot.

No podía tener a ninguno.

No podía tener el dinero o la fama, no podía encontrar ese amor que sembré a la fuerza en Murdoc y que ahora estaba totalmente en el olvido.

Fue cuando comprendí un poco los sentimientos de Vox ya que incluso esperando que él se convirtiera en algo que yo perdí por mi propia forma de crearlo, se mantuvo a mi lado, haciéndome sonreír y haciéndome quererlo por lo que es.

Aquella noche, en la costa de Belfast, Vox, yo y nuestro pequeño ejército acabamos con una de las muchas tropas que mandó la policía, tratando de escapar a Liverpool, sin idea alguna de que tocar a Gran Bretaña me traería más deseos de vengarme, más y más.

Había pasado mucho tiempo, demasiado y lograr burlar a la policía fue lo suficientemente difícil.

Avanzar por esa enorme isla fue una tortura.

Encontramos un lugar en Manchester, por lo menos Vox y yo tuvimos donde dormir por un tiempo.

Yo teñía su cabello y el acariciaba aquella marca espantosa que me había quedado en el pecho luego de querer sacarme la tinta a punta de cuchillo; solo logré dejar más arraigada la marca, más profundo el dolor.

Lo que más anhelo es, deshacerme de él, solo eso.

Vengarme del modo en el que incluso sin saberlo me robó el futuro que Murdoc iba a escribir conmigo.

Stuart Pot ahora... frente a mí.

-Ya casi es hora Kaya, dijimos que a las 12:30, deberíamos llevarlo ya.

Luke, Joel y Marius nunca se nos habían despegado, verde, rosa y morado son sus colores.

-¿Ya interviniste el teléfono de Sherly?- la voz de Vox nace detrás de mí, entregándome un teléfono desechable.

-Lo hizo Joel, no le entendí bien a Kaya como hacerlo.

Entonces de acuerdo con el plan, Joel y Vox van a tirar el cuerpo frente al local de Sherly, ella llamará una ambulancia y entonces apareceremos nuevamente, es un plan estúpido, pero parece ir de maravilla.

Murdoc, solo espera un poco... pronto volveré a verte y entonces veremos quien parte a quien a la mitad.

*¡Buenos días! Actualizo a estas horas por que... ¿por qué no?

Acabo de ver ese documental de Blur... "no distance left to run" y bueno... yo cada día más perdida por Damon Albarn.

Espero haberle dado sentido y (más bien) sentimiento a la historia de Kaya, la pobre mujer sin amor está celosa y por eso hace lo que hace :'v

Siento que Vox es como su ancla a la realidad y el poco amor que ella podrá conocer... no se... ahhh...

Estoy muy entusiasmada por ciertas ideas que he platicado con cierta chica *cofsherlycofcof* y... bueno, el tiempo dirá.

¡Gracias por seguir aquí, fantasmas y no fantasmas, nuevos y de huesos amarillos, me hacen feliz!

¡Nos leemos en la próxima!



-G

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