Chap #10

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Lucía sacudió la cabeza alejando esos pensamientos y volvió a fijar su atención en el libro, pero no pudo quitarse a Leo de la cabeza. Cuando en el libro describían el mar, aparecia la mirada penetrante y azul de Leo, a ella misma acariciándole sus suaves mechones oscuros, su piel suave como la porcelana, con un suave pero sexy bronceado por el sol. Eso no podía estar pasando, tenia que quitarse a Leo de la cabeza. La voz de Abigail la saco de sus pensamientos.

-Me parece genial!- se movio emocionada la joven castaña.

-Jugamos por parejas, no?- le contesto Leo quien se había reunido con sus amigos.

-Yo no juego- Dijo tímidamente Soph

-Ni yo- soltó un desinteresado Fer

-Jugar a que?- Lu finalmente se unió al grupo

-A voley! Lú, verdad que tu juegas?- rogó Abi a su amiga

-Yo paso- respondió automáticamente la joven

-Vamos Lú! Mira que no tengo pareja...-haciendo pucheros Abi-

-Jugamos Leo, Abi y yo, vamos, anímate- Pidió Cristobal.

-Déjala Cristóbal, no quiere que le demos una paliza– sonrió Leo.

-Una paliza a mi?, jugaré- retó

Cerró el libro, lo guardo y se levanto, arreglándose el bikini. Cogió del brazo a Abi y la arrastró hacia una parte de la red que había colocada en la playa aposta para poder jugar.

-Creo que escogiste el bando equivocado, Leo es muy bueno- le dijo Fernando.

-Y...?- Le respondió rodando los ojos

-Lástima...pero van a perder– les sonrió el joven.

-No creo que pase nada, es solo un juego- Con poco interés respondió Lú

- No es un simple juego, hemos hecho una apuesta: el que pierda, paga la cena- le contestó.

-Que? No puede ser- Se lamentó la joven.

-Lo siento, ya es tarde... Yo soy el arbitro-dijo tomando posición un sonriente Fernando.

-Nada d eso... yo también soy arbitro- Se acomodo a su lado una animosa Soph

-Las damas primero- sonrió un muy confiado Leo.

.:.:.:.

-La cena estuvo deliciosa!- mirando a un malhumorado Leo- Querido, no te ha gustado la ensalada de col con legumbres?...

-Me vengare, te lo juro- Soltó un muy malhumorado Leo

-¡Oh! Estoy segura de que lo harás- sonrió Lú.

Al final del juego los chicos perdieron, por lo tanto pagaron la cena, les toco a Leo y Cristóbal pagar, y las chicas pedir para todos.

-("Maldita apuesta! Si hubiera sabido que sabían jugar no hubiera dicho nada de la apuesta! "Esta ensalada se ve horrible, en cambio el plato de Lú tiene una pinta... y si es ella... me recuerda al bikini que llevaba esta mañana en la playa, se veía hermosa. Ahora que lo pienso, es lo mas cerca que he estado de ella desde que nos conocemos. La tengo sentada a mi lado, tan cerca que puedo sentir su perfume. Me gusta... ¡OH DIOS! No puede ser que este pensando en ella, pero es que Lucía tiene unos labios sensuales, preparados para que YO los bese. ¡Esto no puede estar pasando, me estoy volviendo loco! Estoy seguro de que me han puesto algo en la ensalada o en la bebida") –Pensaba para sus adentros y se torturaba el joven, mientras removia su ya revuelta ensalada.

-Bueno chicos muchas gracias y buenas noches – sonrió Lú–

-Dónde vas tan pronto?- pregunto Cristóbal

-Trabajo mañana Cris– le sonrió y se acerco a Leo para susurrarle al oído –Por cierto Leo, ha sido un placer hacer apuestas contigo- y con un mirada traviesa se dio la vuelta, alejándose de sus amigos.

.:.:.:.

Al día siguiente, alrededor de las 10 de la noche...

.:.:.:.

Le gustaba. Definitivamente le gustaba la vida lejos de Palacio. Aquí, lejos de su casa, podía hacer lo que se le antojara sin que un montón de reglas y protocolos estúpidos se lo prohibiera, o un montón de periodistas estuvieran pendientes de cada movimiento suyo para sacar dinero de ellos. ¡Maldita sea, el no era un objeto que se pudiera vender y sacar dinero! Aquí no tenía los privilegios que podría tener en Louvell, pero... ¿y que? Últimamente se estaba cansando de todo, del trato que recibía "Necesita algo, su alteza?" "Aquí tiene su alteza". "Su alteza". A veces odiaba eso. Ahora sabia que era ser un chico normal, no quería volver a su casa.

Otra de las cosas que le gustaba, era el trato con las chicas. Ahora sabia que no solo las atraía por ser príncipe, sino porque era guapo, atractivo, eso elevaba su ego.

.:.:.:.

DIN DONG!

-Hola, ya estoy en casa!!– grito Lú entrando en el piso, pero nadie contesto – Que raro, bueno, estaran con los vecinos.

Dejo las llaves en el recibidor y se fue a la cocina a dejar las bolsas que llevaba. Hacia ya mas de una semana que trabajaba en casa de la Familia Jinez y el trabajo cada vez le gustaba mas, los niños eran encantadores, un poco diablillos, pero encantadores, todos eran maravillosos y ella les habia tomado cariño, pero pronto terminaria su trabajo alli: los señores Jinez y los niños se iban de vacaciones un mes, y ella ya no estaria cuando regresaran.

Ese dia, viendo a la cocinera se le ocurrió preparar la cena en casa, decidio pasar por el supermercado a comprar un poco de todo. Una vez dejo las bolsas en la cocina, se acerco al contestador a ver si habia algun mensaje. ¡¡Bingo!! Un mensaje nuevo.

-Lú, soy Sophie. Estamos en la playa con Fer, Cris y Leo. Si sales pronto de trabajar, pasa por aquí. A eso de las nueve iremos a cenar, creo que hay algo congelado por alli. Cha - o. Kisses. A Por cierto, los chicos tambien vienen.-

Tu & Yo? Ni En Tus Sueños!!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora