Louis tuvo que renunciar a su trabajo al día siguiente. Admitió que hacer eso fue un peso menos de encima. Pero aún así, cuando se instalen Harry y él en la nueva ciudad, tiene que buscar un trabajo de todas maneras. Toda la noche estuvo buscando departamentos y haciendo maletas junto a Harry. Encontró un muy buen departamento algo alejado del centro de la ciudad si es que a los del laboratorio se les ocurría buscar a Harry nuevamente. No quería que otra tragedia ocurriera.
Louis: (exclamando) Bebé, ¿terminaste de empacar nuestra ropa? Yo ya terminé de guardar lo demás.
Harry: (saliendo del armario, sonriente) ¡Sí! Mira lo que encontré en tu ropa.
Louis se gira a ver al rizado y observa el suéter que sostenía con sus manos. La pieza era de color blanco y tenía bordado con letras cursivas color negro el apellido del de ojos azules en pequeño.
Louis: (tocando el suéter con la yema de sus dedos) Oh, me había olvidado de éste suéter. Una compañera de trabajo nos había regalado a todos un suéter con nuestros apellidos bordados. Creo que sólo lo usé una vez.
Harry: ¿Puedo probármelo?
Louis: Sabes que me encanta verte con mi ropa puesta. Anda, ve y póntelo.
Harry chilló feliz y se dirigió al armario emocionado. Volvió unos segundos después con su novio ya con el suéter puesto. Le quedaba perfectamente. Louis sintió una pequeña descarga en su entrepierna al ver su apellido puesto en el cuerpo del rizado. Estaba a punto de tener una erección, pero hizo lo posible en tranquilizarse.
Harry: ¿Cómo me veo, Lou?
Louis: (toma su rostro y besa su nariz) Te haría el amor mil veces y no dejaría que te quitaras ése suéter nunca.
Harry: (sonrojado) Oh..., son muchas veces. Y no, nunca me lo quitaré. Es lindo y lleva tu apellido.
Louis: (lo besa en los labios y sonríe) Está bien. Hay que meter las maletas en el auto.
Habían desalojado el viejo departamento lo más rápido posible. La pareja se marchó a Doncaster, la ciudad natal de Louis. Él quería estar más cerca de su familia, y hacerles saber que su mascota es su novio. No sabía cómo lo haría, pero tenía que hacerlo algún día.
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Charles: ¡¿Dejaste ir a Harry?!
Tania: ¡Él necesitaba a su pareja! Si no lo hubiera hecho tal vez hubiera caído en depresión.
Charles: ¿Cómo pudiste, Tania? Tenía que seguir en observación. Puede que esté en peligro.
Tania: ¿A qué te refieres?
Charles: Cuando vimos sus órganos descubrimos que él tiene órganos femeninos. Su madre, la híbrida embarazada que nos trajeron, nos confirmó eso.
Tania: ¿Harry puede embarazarse?
Charles: Sí, y lo está. Lleva cuatro semanas. Su madre estuvo al borde de la muerte cuando cada uno de sus hijos nació. Harry puede morir si no se cuida bien. Necesitábamos seguir con la observación, Tania.
Tania suspiró quitándose sus lentes para luego pasar su mano por su rostro. Ella sólo quería devolverle la felicidad a Harry. ¿Y ahora cómo lo encontraría?
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