Momentos... Secretos... Sueños... Amores.

Lo que fuimos

Fuiste, eres y serás, el amor de mi vida.

Mas sé que otros llegarán, algunos peores, con más sonrisas, pero nunca nadie igual que tú, nada igual a nosotros, de ninguna forma, ningún parecido, ninguna parte semejante a nosotros.

Yo, no intentare sustituirte, mucho menos reemplazarte.

Quizás tú lo hagas o lo haces, quizá no.

Pero sé que esto que fue tan mío, tan tuyo, lo que creímos nuestro no se podrá reemplazar con nada.

¿Por qué lo sé?

Por qué fue lo más real, hermoso y fuerte que he sentido, que he dado y que he sufrido; por qué di y luche con todo lo que sé, lo que tengo y lo que invente; por qué me arme de valor y aun sabiendo que moriría te deje libre...

Libre, sin mis horribles ataduras, más sé que éste amor, que ahora es parte de nuestra historia, la que compartimos y desde hoy la que vivimos por separado, no lo reemplazaremos con nada.

Cada uno vivirá felizmente con lo que ahora se propone, algún ego arrogante hablará de vez en cuando para recordarnos que así estamos mejor, aunque dentro...

Muy dentro de cada uno, se asome la incrédula voz susurrante, gritando que las cosas no debían terminar.

Quizá de vez en vez la escuchemos y en la medida de lo posible intentaremos ignorarla.

La vida y el amor siempre forman parte de la desolación.

Avanzaran los días y continuaremos caminando cada uno en su orilla, para no cruzarnos ni amarnos más, o bien para dañarnos menos.

Cada quien seguirá paso a paso las riendas del camino que nos hemos marcado, dejando que nuestro ego nos salve, escuchando lo poco o mucho que nos queda de cordura, aunque esto sólo lo diga por mí; el ego me sirve para devolverme a la realidad, ésta realidad que me cuesta tanto mirar, pero que en ella ésta el camino hacia mi nuevo destino.

Y bien, tú recuerdo queda guardado en mi piel, tu sonrisa ésta en alguna parte de mi memoria, grabada junto con el aroma de tu cuerpo y la dulce textura de tu ser...

Quizás... Quizás en otras circunstancias habría salido mejor.

No lo se.

Hoy, sólo sé que guardaré los momentos hermosos que pasamos juntos, en el baúl de mis memorias y recovecos, dando paso a esa dulce sensación de haber encontrado lo más lindo de mi vida y así como lo encontré le guardare gustosa al saber que no puedo quedarme más con él.

Por qué aún se quiere escapar de mis labios un dulce: "Te Amo".

Pero mi valentía ha sido mucha y mi cordura completamente devastadora, qué, aunque quiero, las palabras simplemente no salen, prefirieron permanecer quietas dentro de mi ser.

Ahora sé que somos los que fuimos, fuimos eso que tanto desean los demás.

Hoy un millón de sueños rotos y con tu partida, millones más nacieron...

Sólo somos en la distancia, los recuerdos fugaces, los sueños inalcanzables, las historias perdías, aquellos besos inolvidables; promesas rotas, pretendiendo ser todo, terminando en la nada.

Hoy...

Hoy solo queda el mito de lo que fuimos.

-PQ