Capítulo 2

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-Tú… Tsukki… Yo…- Balbuceaba sin encontrar las palabras para empezar.

Cuando el otro levantó la mirada, Yamaguchi ya no estaba acostado en la cama, sino de pie a su lado.

-¿Qué sucede? -Tsukishima había estado leyendo un folleto mientras se suponía que su amigo escogía una película en Netflix.

-Yo quiero decirte algo…- las piernas le temblaban. Todo él temblaba y sus manos jugueteaban con su camisa.

-Dime. - Le miraba expectante.

-¡Me gustas mucho Tsukki! – A pesar de las lágrimas en sus ojos, mantenía fija la mirada, intentando captar cada reacción del rubio, pero muriendo de nervios.

Tsukishima le miró sorprendido, sus ojos y boca bien abiertos.

-N-No tienes que sentir lo mismo que yo. - Se adelantó Yamaguchi al ver que el otro no respondía. – Yo sé… yo sé que quizás tú no te sientes de la misma manera, pero no podía aguantar más…

El rubio parpadeó un par de veces, intentando que los pensamientos regresaran a su cabeza.

-Sólo di algo… -Sus manos se retorcían una contra la otra intentando liberar algo del nerviosismo, pero era inútil. - Tsukki…

Tsukishima cerró los ojos, en realidad no podía pensar en una respuesta. Aquello le había tomado tan de sorpresa, jamás se le había cruzado por la cabeza el lidiar con una declaración de parte de su mejor amigo.

Rechazar a algunas chicas era fácil porque no le interesaba lo que podrían sentir. Pero Yamaguchi era su mejor amigo desde la escuela primaria. Habían pasado muchísimos años uno al lado del otro ¿por qué tenía que enamorarse de él? ¿Por qué su amistad tenía que dar un giro así? Estimaba a su amigo como no estimaba a nadie más, era la única persona en el mundo con quien podía sentirse cómodo y seguro… entonces ¿por qué tenían que cambiar?

-¿Por qué tienes que arruinar todo de esta forma, Yamaguchi?-Dijo de la nada con molestia impregnada en su voz.- Demonios, por qué tenías que ser tan idiota...

Desde hacía unos minutos que las lágrimas no dejaban se brotar de los ojos oscuros del menor, pero en ese segundo fue como si se hubieran secado completamente. Un temblor recorrió su cuerpo desde la cabeza hasta la punta de sus pies. Bajó la mirada mordiéndose el labio fuertemente. Esa expresión que jamás había visto en él hiso reaccionar al rubio. Tadashi probablemente estaba en shock.

-T-Tienes razón Tsukki…-Respondió casi sin voz. - Lo siento…

Se levantó y tomó su mochila de la silla.

-L-Lo siento Tsukki…

Pero antes de que tocara el picaporte de la puerta sintió una mano halarle con fuerza, haciendo que diera media vuelta y al hacerlo se encontró con esos ojos dorados viéndolo fijamente.

-Yamaguchi…

-¿Por qué, Tsukki? - Dijo llorando nuevamente. -¿Por qué tienes que ser tan cruel? ¡¿Por qué me tiene que gustar el ser humano más idiota del universo?!

Le empujó intentando apartarlo.

-Te he visto ser así con otras personas ¡pero conmigo siempre fue distinto! ¡¿Cómo pude caer con eso?! ¿¡Cómo pude creer que no ibas a ser cruel conmigo después de decirte lo que siento?! No sabes… no sabes todo lo que he pasado para reunir el valor de decírtelo…

Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora