Capítulo 20

265 45 5
                                    

Hakyeon

En alguna parte leí  que: “ los monstruos deben ser llamados por su nombre,  aunque los ignoremos,  no significa que no están allí y que no pueden hacernos daño.”

Aún sabiendolo,  esta noche decidí hacer a un lado mis miedos,  alargar la parte feliz e ignorar una vez más lo malo,  me deje intoxicar de sus besos,  una noche perfecta. Pero cuando en el auto intente tomar su mano y besando mi palma la devolvió a mi regazo,  entendí que la tregua había acabado y volvía la distancia entre nosotros.

Tenía ganas de salir corriendo de nuevo y entrar al pub, pedir más tiempo fuera.  Pero era claro que debíamos hablar.  Mucho lo habíamos aplazado ya.

Al llegar a casa ,  tomé su mano entrelazandola con la mía e ignore cuando delicadamente trato de alejarse.  

Lo lleve conmigo al salón,  nos sentamos y giré hacia él,  tomé sus largas manos y acune con ellas mis mejillas,  quería quedarme así,  cerrar mis ojos y no volver a abrirlos.

— ¿ Qué sucede?  — en su voz se escuchan los nervios,su piel donde me toca empieza a perder temperatura a medida que mis mejillas se calientan.  — ¿Por que estas así Yeonah,  tan callado y tranquilo?

— No quiero despertar.  No quiero soltarte.  — Mis pensamientos toman voz. —¿Por qué huyes de mí de nuevo, Woonah?  ¿Por qué solo me das  amor a cuentagotas?  ¡No se que hice mal! ,  por más que cierro los ojos y pienso en cómo estábamos en el pub y todo lo que hice hasta que salimos, todo estaba bien y después… después has vuelto a ser distante,  pero me analizo y no hay nada mal.  Entonces, me di cuenta que no soy yo,  no hice nada,  así que,  ¿por qué sueltas mis manos?.

Intenta soltar sus manos de las mías,  pero no lo dejo,  incluso  presiono mi  rostro en ellas.  Tal vez él no pretenda alejarse esta vez.  Pero nadie puede culparme  por desear su contacto.

Él mismo me ha dicho que está bien desear estar a su lado.

— ¿Qué quieres Yeonah?  —su pregunta me hace elevar la mirada.

¿Acaso no es evidente?

— Te quiero a ti.

— Entonces, ¿cuál es el problema?. — dejo ir por fin sus manos y lleva una a mi cuello y con la otra arregla mi cabello. — He pensado mucho lo que hablamos ese día y no entiendo bien que deseas.  Yo estoy aquí.  Me tienes.  ¿Qué más puedo hacer?  ¿Acaso no he sido así siempre?  ¿Por qué de repente todo está mal a tus ojos Hakyeon?  Yo te amo.  ¿Eso no es importante?.

— ¿Por qué te apartas entonces de mi toque?  Cuando lo haces me duele. Quiero tocarte,  solo para sentir tu cercanía y lo notas,  lo sabes, aún así te apartas. Siento rechazo en ese momento y no amor. — Hago una pausa rápida para mojar mis labios secos y tomar aire, evito su mirada un momento y ahora soy yo quien retiro sus manos de mi cuerpo.  Incómodo por primera vez con su atención, recojo las piernas debajo de mi y me quedo allí,  cerca y lejos,  todo al mismo tiempo,  justo como hemos estado últimamente.  Y tengo miedo de que estoy acostumbrado a esto,  a hacerme daño por empeñarme en nuestra relación tóxica. —Esto no ha sido de repente.  Llevas un par de años haciéndolo,  apartandome,  pero habían sido cosas muy diminutas,  episodios aislados.  No veía importancia en decirte,  preguntarte,  reclamarte.  Pensé que era yo que imaginaba todo pero hoy me has dado la razón,  de repente estamos bien y al momento siguiente me encuentro deseando sentirte a mi lado y solo obtengo un  beso de disculpas y un suave rechazo.  Y para tu información rechazo sigue siendo eso,  un rechazo.  Aunque lo suavices con un beso — siento que se tensa y le imagino levantándose para volver a colocar distancia. Pero me sorprende quedándose donde está. — No ocultes nada de mi, por favor.  ¿Acaso piensas que hay algo que no me guste de ti y no haya visto en  estos diez años? Si te golpeé ese día es por tu empeño en ocultar lo que te sucede. Dejándome fuera. Porque en tus ojos veo que has decidido actuar de esa forma, pero no sé por qué. Si me dices que es,  que sucede, te aseguro podemos solucionarlo.  Si estamos juntos podemos hacerlo,  pero no puedo estar a tu lado si no eres sincero,  ¿Te quedarías si fueras tu el lastimado?.  ¿Me permitirías hacerte daño?.

— No quiero hacerte daño pero…

Ese pero y luego la pausa me ahogan.  Odio esta sensación de vacío.  Esa sensación de caer de algún lugar alto: El estómago se encoge y apenas puedes respirar,  solo miras como se acerca el suelo y te preguntas ¿Después del golpe voy a quedar consciente?  ¿Dolerá tanto como imagino?.

Y mientras dura la pausa más preguntas vienen a mi mente,  y la única que puedo hacer en voz alta es: ¿Qué?

— ¿Pero qué? ¡Me haces daño Taekwoon! .  No quieres hacerlo pero lo haces.  Yo quiero lo que teníamos antes. Despertar a tu lado. Desayunar juntos.  Salir a pasear en nuestros tiempos libres.  Reír.  Bailar.  Quiero pasar horas hablando tonterías contigo.  Quiero que me hagas mimos y no que solo me toques porque estas caliente.  Sino,  que me toques porque no soportas no hacerlo. Tú no siempre has sido así. ¿Por que este comportamiento luego de tanto tiempo a mi lado?.  Me niego a creer que he hecho algo mal. Por lo menos nada para merecer lo que haces.  Que haya llegado a tanto,  que haya avanzado tanto el problema si es mi culpa por querer seguir “bien” contigo cuando me he sentido tan mal.

¿Qué más puedo decir?

¿Qué otra cosa puedo hacer para solucionar lo que nos separa?

He dicho que no voy a llorar, pero inevitablemente las lagrimas acuden a mis ojos.

No se por qué pensé que hablar con él haría que me dijera lo que le sucedía.  Pensé que lo haría reaccionar.

¿Cuanto tiempo voy a seguir luchando solo?

¿Vale la pena?

La persona que más amo no me sostiene la mirada,  eso es como si estuviera agarrado en la punta del acantilado solo con un dedo.  

¿Por qué no habla?

Me levanto necesitando distancia de él.  Ha vuelto a cerrarse y estoy cansado de nadar contra la corriente.  

No voy a llorar de forma histérica,  no quiero desnudar más mi alma cuando me hace tanto daño.

No quiero discutir con él.

No quiero nada más.  Solo quiero irme.

Paso por paso voy alejándome de él.

¿Por qué la puerta está tan lejos?  ¿Tal vez soy yo quien estoy dando pasos pequeños?

De forma inconsciente le estoy dando oportunidad de que hable, ambos sabemos que si vuelvo a cruzar esa puerta no voy a regresar.

Sin embargo,  ningún paso se escucha detrás de mi.  Y es cuando termino de soltar mi agarre y me lanzó al vacío,  a la vez que levanto mi mano hacia la puerta.

Necesitando pasar esa puerta para poder recibir el impacto contra el suelo.

A solas.

Le he dado suficiente de mi,  no le daré más.  Ni siquiera el dolor devastador que implica para mi dejarlo.

— Miedo.  Es  miedo — su voz suena fuerte,  pero no volteo,  en ningún momento le sentí venir a mi,  destapando  repente su cuerpo está apoyado en mi espalda,  sus manos desde atrás abrazando las mías y manteniéndolas en mi cuerpo.  Usando mucha fuerza para juntarnos, aún cuando no estoy haciendo el mínimo intento de soltarme.

No puedo respirar,  y es la mejor sensación que he tenido.

Significa que está tomando mi mano y no dejándome caer.

— ¿Miedo a que…?  — no puedo dejar de presionar necesito saber todo.  

Porque ya no puedo confiar a ciegas en él.

Sus dudas me han quebrado.  

Dando pasos hacia atrás,  uno a la vez me obliga a darlos con él.  Cambia su agarre y la desesperación está escrita en la posición.  Sujeta mi cintura en un abrazo mortal,  el otro brazo alrededor de mi pecho y yo intentando respirar, intento de forma inútil separarlo un poco para evitar que me lastime,   pero solo logro que haga más presión a medida que mis manos se aferran a él.

— Tengo miedo de ti, De lo que haces en mi.  —Esa oración susurraba en mi cuello, sumado a mi falta de aire, es de repente todo lo que necesitaba para dejar ir la tensión.  Hacen click en mis pensamientos y me vuelvo laxo contra el.  — ¿Pero qué hago Cha Hakyeon si más miedo me da dejarte ir?

-------

Looking At USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora