Capítulo 11

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Lo primero que hago al despertar es correr hacia mi celular.

Ni una sola llamada, ni siquiera un mensaje de Taekwoon.

En cambio, hay muchos mensajes y llamadas de Ken. Miro la hora, apenas son las 7 am y este chico casi descarga mi celular. Decido llamarle sin leer sus mensajes.

-Hyung, pensé que estabas molesto por lo de ayer. ¿Aun saldremos a almorzar?

-No vuelvas a hacer eso. Yo... Realmente no quiero salir, lo siento Ken.

-No lo haré de nuevo... Al menos que me lo pidas claro esta. Ahm hyung deja que te levante el animo. Solo almorzar, un sitio publico. ¿Que te parece un sitio self service todo lo que quieras comer? Hay uno en el centro que tiene comida extranjera. Puedes comer delicias internacionales.

-Me gusta la comida China.

- ¿Eso quiere decir que iras? Entonces sera comida China. Voy a comportarme.

-Tengo pareja Ken, si vuelves a besarme no sera Taekwoon quien vaya a golpearte, seré yo. Adicional romperé el contrato.

-Ya. Entendí fuerte y claro.

-Te aviso la dirección de mi restaurant preferido. Nos vemos a la 1 pm.

Luego de finalizar la llamada, empiezo a leer sus mensajes y no puedo evitar sonreír, uno tras otro, los mensajes están llenos de disculpa y emoticones. No sabia que el aegyo podría escribirse.

Sin embargo, luego de colocarme al dia con las notificaciones de mi celular, la ausencia de Taekwoon es difícil de soportar.

¿Es tan difícil amarme?

Mis padres solo preguntaron por Leo el dia que llegue, mi rostro les dijo mas cosas que mi boca, asi que no han vuelto a tocar el tema.

De alguna manera me encuentro haciendo Latte a lo largo del dia, aunque no lo beba. Mamá me ha escondido el café.

He bloqueado su número de las llamadas salientes de mi celular. De esa forma, cuando siento debilidad como en este momento, el celular me da error y me invita a revisar la configuración.

Tengo que ir a casa, ya no tengo ropa aquí, pero, no creo resistirme a sus encantos. El es mi enfermedad pero también mi antídoto.

Buscando entre la ropa que deje aquí en casa de mis padres, encuentro un suéter de él, crei lo había perdido. Me lo presto la primera noche que nos quedamos juntos y al día siguiente no quería llegar a la universidad con pruebas de nuestra noche juntos.

Me lo mido y me queda un poco grande. El es más ancho y alto, por lo que las mangas ocultan mis manos. Sin embargo, me siento cómodo con él. Como si Taekwoon estuviera conmigo.

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¿Debería llamarlo?

¿Qué palabras puedo decir para complacerlo?

No.

No puedo llamarlo aún. Debo recoger el desastre que hice anoche luego del ataque de celos que me dio. He roto sus lamparas favoritas y es mejor que las reponga antes de que venga acá.

Ese niño... ¿Como se atreve a poner sus labios sobre los de él.?

Y Yeonah, ¿por que lo permitió cuando sabia que yo estaba allí? ¿Quería sacarme de quicio? O ¿ demostrar alguna otra cosa?

Debo salir de viaje de nuevo en unas horas y no se que hacer para remediar nuestra relación.

Y ése es el porque aun no lo he contactado.

....

Una vez regreso de comprar las lamparas, veo el lugar de comida preferida de hakyeon, tal vez podría llevar comida a casa de sus padres y al menos decir que voy a salir y regresare en una semana.

Aparco una cuadra antes y al bajar del auto veo una escena que me hizo frenar en seco, Yeonah saliendo del restaurant y ken empujándolo en la dirección contraria a mi.

Está sonriendo.

Tenía tiempo sin ver su sonrisa, su sonrisa calida que aún en la distancia tiene efecto en mi.

Sin embargo también veo algo que me da esperanzas.

Mi suéter en su cuerpo es un mensaje fuerte y claro.

Memorias vienen a mi sobre el como llego a sus manos, la noche anterior fue nuestra primera vez juntos y me había dejado llevar por el placer, su cuerpo tenía evidencias de mis caricias. Su largo cuello servía de insignia para el chupón de mis labios. El como se quejo de que la prenda era muy grande para su cuerpo, pero mi sonrisa lo convenció. Me dijo que dejara de estar pagado de mi mismo que nadie iba a imaginar lo que había detrás de la ropa. Que no marcara territorio en el. Le conteste que esa prenda era mi bandera de conquista, aunque nadie supiera nada, el y yo sabíamos que eramos uno y no importaba nada más.

Verlo con el suéter puesto de nuevo era como si cargara una barrera entre Ken y él. Tengo dueño, era el mensaje. Y aunque estuviera lejos de mi. Seguía siendo mio... Y yo de él.

Unas ganas inmensas de ir en su búsqueda me inundaron, ganar de ir hacia él y besarlo hasta hacerle perder el sentido, y así, borrar de su memoria el rastro de otros labios.

Me detuve.

Hakyeon pensaba que solo estaba con él debido a las cosas físicas. Debía controlar mis impulsos.

Maldito niñito, quería borrar su sonrisa de un golpe y... A la vez... Quería tomar clases para hacer sonreír a Hakyeon de esa forma.

Subí al auto y repose mi cabeza en el volante. ¿Como podría hacerle saber que había visto su mensaje?

Con otro mensaje.

Tomé el teléfono y empecé a escribir y lo envíe. Y lo observe a lo lejos.

Muchas expresiones cruzaron su rostro: Sorpresa, alegría, esa sonrisa única para mi... su sonrisa de amor.

Le vi buscándome a su alrededor y supe que era hora de irme, era eso o golpear al cantante por tomar su mentón con sus sucias manos y hacer que lo mirara.

Releo el mensaje y me felicito a mi mismo.

Saldré de la ciudad una semana , tal vez mas. Cuando regrese quiero hablarte. Te amo. Confío en ti. Me has dicho que ese niño no era yo. Asi que lo que vi ayer no importa. Y hoy, te ves sexy con mi suéter gris cuello alto. ¿Aún escondes mis marcas en tu cuerpo?

Voy a extrañarte. Sonríe para mi que te estoy observando.

Nadie puede acusarme de perder el control. Al menos por ahora. Me voy, antes de quitar los dientes del niño y tomar a Yeon como un poseso.

Mi humor se torna oscuro a medida que me alejo de ellos y regreso a nuestro hogar. Se supone que debía limpiar mis huellas pero en otro arranque de furia los muebles están patas arriba.

Necesito a hakyeon.

No quiero irme.

Necesito un abrazo.

Escucharlo reír.

Quiero matar a Ken, cortar sus manos.

Duermo un poco y al despertar cumplo mi objetivo.

Nadie sabrá lo que sucedió aquí. No creo que Hakyeon note la diferencia en las lamparas... O la rasgadura del sillón. ¿O si?

Looking At USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora