Podrán pasar cien años

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Podrán pasar cien años y aquí te seguiré esperando...

La espera no va a ser corta ni larga, Dios sabe el tiempo preciso (el cual es necesario para pulir nuestros corazones) para nuestro encuentro.

A veces, quisiera viajar a través del tiempo y lograr ver tu rostro. La Biblia dice que para el que cree todo es posible, y yo creo que un día estaremos juntos para vivir una vida apasionada para Dios. Y eso no es en base a mis emociones y anhelos, en verdad creo que Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas, porque Él es grande y maravilloso... Aún, sigo pensando en cómo ya llevo tiempo esperando por ti, pero así puedan pasar cien años, te seguiré esperando.

Princesa, donde quiera que estés, solo quiero que sepas qué: te mantengo en mis oraciones, amándote desde ahora; espero no fastidiar a Dios por tanto que le hablo de ti, jejeje. Aunque sé que Él te conoce perfectamente, me deleito hablándole de ti y expresándole el amor y cariño que te tengo; también, le expongo mis deseos y metas que quiero lograr junto a ti. Pero eso si, que Su voluntad sea la que marque el rumbo de nuestras vidas.
Esperarte para mí es un placer, no tengo duda de que Dios compensará la espera con tan tremenda belleza como lo eres tú.

He pensado en tu físico, si eres alta o bajita; flaquita o rellenita; blanca o morena. Seas como seas, realmente lo único que me interesa es que estés totalmente enamorada de nuestro Dios y que lo ames de una manera profunda, con un corazón sincero y humilde; siendo sumisa y obediente a Su palabra. ¡Cuan hermosa tú! ¡Cuan princesa de Dios que goza de Su amor!

De mi parte, solo queda esperarte pues un viaje largo espera por delante.
Cuando estés triste, solo recuerda que en el cielo hay alguien que te ama; cuando quieras desistir, recuerda que es Dios quien te dará la fuerza para salir adelante, por eso, princesa, ¡no desistas! He esperado por ti tanto tiempo, y lo seguiré haciendo hasta que en mis brazos estés, y podamos gozar de un manjar de bendiciones que el Señor nos ha preparado. ¡No estás sola! Tu príncipe te espera, y estoy dispuesto a luchar como un guerrero por tu amor y es muy difícil que deje de hacerlo. ¡Yo no me doy por vencido, yo quiero un mundo contigo...! Ahh, esa es una canción... Ya ves, si hasta mi voz te espera para cantarte, tal vez no para deleitarte con una buena cantada, sino para robarte muchas sonrisas.

Te espero, pues quiero contarte cómo también yo he pasado tiempos donde me he sentido desesperado, con ganas de abrazarte; de endulzar mis oídos con el simple hecho de escucharte; de verte a los ojos y por dentro sentir que me deshago; quiero llenarte de obsequios y que podamos salir a divertirnos, disfrutar de la vida junto a Dios y de Su mano ir por el sendero que Él nos ha preparado.
¡No temas! Yo estoy contigo aunque por ahora no es el tiempo indicado para unir nuestros caminos.

Entre más tiempo pasa, más grande se vuelve mi emoción de verte, ¡vaya sorpresa que me llevaré! Al ver a tan hermosa mujer. Y no sonrojas, pues es una realidad, tengo la fe que tu corazón, tu manera de ser, de tratar a las personas, de hablar, de servir, te vuelven una mujer distinta. ¡Eres única! Y a pesar de los millones de mujeres que existen en la tierra, Dios me ha permitido tener el privilegio de poner mis ojos en ti. Y sigo convencido que seguiré esperando, pues valdrá la pena.

Cuando llegue ese día, no habrá duda que el hecho de haber esperado "tanto" tiempo, se hará tan corto que podría asegurar que "el tiempo se fue volando".

Y así es como me mantengo firme a mi palabra: podrán pasar cien años pero yo te seguiré esperando...


Jesús los miró y les dijo:

—Para la gente, lograr eso es imposible; pero para Dios todo es posible.
San Mateo 19:26 TLA

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2018 ⏰

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