-¡Ven! ¡Por favor, espera!
No podía dejar de correr, sin hacer caso de los gritos de Vanitas, el cual corría tras de mí intentando alcanzarme. Las lágrimas me entorpecían la visión, por lo que corría sin ningún destino fijo, sólo quería huir de él para poder ocultar mi rabia y mi vergüenza. Todavía me dolía aquel golpe, pero no era un simple dolor físico, era más la humillación que suponía llevar la mejilla enrojecida, como si fuera una marca que me designaba como un patético celoso que no merecía a nadie a su lado.
-¡Ya te tengo! -gritó Vanitas exhausto por la carrera mientras me sujetaba el brazo con fuerza para impedir que volviera a huir.
-¿¡Qué es lo que quieres!? ¿Vas a volver a pegarme? ¡Pues venga, acaba de una vez! ¡Ya me da igual, como si me das una paliza y no vuelvo a levantarme en la vida!
-¿Se puede saber qué te pasa? De verdad que no te reconozco, tú no eras así.
-Claro, por eso me has dejado, ¿no? Te has cansado de mí y prefieres a Lea.
-Por favor, deja de montarte películas tú solo.
-¡Pues explícame por qué últimamente pasas tanto tiempo con él y a mí me ignoras por completo!
-Esta bien, supongo que te debo una explicación. Verás, después del trío hable con Lea para dejarle en claro que tú y yo estábamos juntos y eso no iba a cambiar, y entonces él se disculpó, no sabía que tú tenías novio y él echaba de menos a su novio Isa. Además era nuevo y no tenía amigos, ¿qué querías que hiciera? Tú tienes a Sora para poder charlar como buenos amigos, pero yo no tengo a nadie así, y creo que después de aquella noche agarramos una gran confianza, es lo que tiene acostarte con alguien...
¿Podía sentirme más ridículo? Estaba claro que no. Al final Vanitas sólo intentaba hacer un amigo, y yo besándome con Sora para darle celos...
-Yo... l-lo siento...
-¿Sabes? Creo que con una disculpa no me vasta...
-¿Eh? ¿Qué quieres decir?
-He conocido a un Ven que no me gusta nada... y si cada vez que me veas hablando con otro chico te vas a poner así creo que no vale la pena seguir con esto...
-¿Es-es-estas... rompiendo conmigo? -mi voz temblaba, ya ni siquiera lloraba, no me quedaban lágrimas que derramar, todo lo que sentía era temor, temor porque la persona que más amaba en este mundo me abandonase para siempre por culpa de aquel malentendido.
-Ven, yo te amo, pero... lo mejor será que nos demos un tiempo, quizá así sepas valorar mejor a quien te ama con todo su ser...
Vanitas se giró, dispuesto a irse, pero no pude evitar fijarme en que una lágrima se resbalaba por su moreno rostro. Era la primera vez que le veía llorar, y lo peor de todo es que era por mi culpa.
Pasó una semana desde aquel día, apenas había podido comer y me pasaba las horas encerrado en casa, pensando en Vanitas y en lo idiota que había sido por no haberlo valorado como debía. Incluso había enfermado y adelgazado de forma enfermiza, aunque ya todo me daba igual. ¿De qué servía cuidarme si a cambio debía vivir con su indiferencia? Ahora Vanitas estaba libre... ¿y si decidía salir con Lea? Ya no tenía ningún obstáculo para buscarse otro novio... ¿Qué ocurriría si mi existencia se extinguiera? ¿Le importaría? ¿Me echaría de menos? Me levanté débilmente de la cama, fui hasta la cocina y abrí uno de los cajones en busca de un cuchillo. Agarré firmemente el utensilio y lo situé sobre mi brazo. Un simple corte, firme y sin vacilar, la sangre circulaba libre de las venas y de pronto todo se volvió negro...
------------------------------------
-¿Cómo hemos llegado a esto...? ¡¿CÓMO HEMOS LLEGADO A ESTO?! -exclamé a la vez que golpeaba con furia la pared.
La espera se me hacía eterna, los médicos habían dicho que la suerte estaba echada, las horas siguientes serían decisivas para su vida. Entré en la habitación para poder verle, aunque aquella imagen pálida y escuálida parecía una sombra del Ventus que yo conocía.
-Yo sólo quería recuperar al Ventus de antes... Todo esto es por mi culpa, si yo no hubiera sido tan cruel contigo ahora los dos estaríamos perfectamente.
Le acaricié su pálido rostro, tan frío que parecía haberse ido, aunque el pitido de las máquinas que había en la habitación me tranquilizaban mostrándome que aún seguía con vida. No podría perdonarme si por mi culpa Ventus no saliera de allí con vida...
-¿Qué tal está? -preguntó Sora a mi espalda.
-Aún sigue sin dar respuesta... Sora, gracias, si no llega a ser por ti ahora mismo él...
-Me alegro de haberle encontrado a tiempo, pero aún no me puedo creer que Ventus llegara hasta estos extremos...
-Debería ser yo quien estuviera en esa camilla, él era demasiado gentil y bueno, si aquel día que se sentó conmigo yo le hubiera insultado como a todos los demás... Pero me enamoré de esa mirada, de esa sonrisa sincera, todo lo que hacía era para agradarme.... -ya no podía reprimir más el llanto, toda mi postura de hombre de hielo se derrumbó, no me importaba mostrar mis sentimientos si estos lloraban por mi amado Ventus. Si eso bastaba para recuperarlo, lloraría hasta que no quedara una gota de agua en todo mi cuerpo.
Entonces una de la máquinas comenzó a soltar un ruidoso pitido que resultaba bastante alarmante. Varios médicos y enfermeras entraron en la habitación, echándonos a Sora y a mí mientras comenzaban y soltar descargas eléctricas a Ventus.
-Voy a perderlo... ¡Maldición, lo voy a perder y sin poder decirle lo mucho que le amo! ¡Ventus, por favor perdo-! -el golpe fue bastante contundente, nunca pensé que Sora tendría tanta fuerza, aunque lo más impactante fueron las lágrimas en sus ojos.
-¿¡De verdad que eres el Vanitas del que tanto hablaba Ventus!? ¡No tienes ni idea de lo orgulloso que estaba de su "súpernovio"! Que si Vanitas esto, Vanitas lo otro... Él admiraba la forma que tenías de mantener la compostura, nunca perdías los nervios ante nada y siempre parecían tenerlo todo bajo control. ¿Qué crees que pensaría si te viera así? Ventus tenía miedo de no estar a tu altura, por eso se mostraba tan inseguro al verte con Lea. Temía que si te ponías a comparar él saldría perdiendo.
-Yo... no sabía nada de eso...
-Ventus puede parecer alegre, pero todo su sufrimiento y dudas se los guarda para él solo, y eso le hace más daño aún. Yo lo sé porque soy su mejor amigo y le conozco como la palma de mi mano, y lo único que te pido es que sepas cuidarlo y que nunca más vuelva a pasar esto, porque sé que Ven saldrá de esto y volverá a estar con esa sonrisa tan alegre que nos transmite toda su tranquilidad.
-De acuerdo. Intentaré ser fuerte por los dos, sólo espero que no sea demasiado tarde...
CONTINUARA....
________________________________________________________
Hum.....espero que les gustara el capitulo y....perdon por no haberlo subido antes...