#EsteEsMiHombre

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Víctor podía llegar a ser muy... meloso.

Oh, no, no se estaba quejando del que fuera así, de hecho le parecía maravilloso. Yuri jamás hubiera imaginado que lo tendría tan abrazado a él como si sus cuerpos fueran imanes, tan juntos, con tanta atracción de por medio que les era imposible separarse.

Por eso y porque simplemente no querían hacerlo.

Los días pasaban, la nieve caía, y él tenía la gran bendición de poder estar en su cama para ver cada atardecer, cada amanecer si es que se quedaban hasta tarde haciendo... cosas. De todas maneras Víctor, fuera de broma, era alguien totalmente respetuoso, porque le había dejado bien en claro reiteradas veces que haría ciertas cosas sólo si él se lo permitía, y hasta el momento no habían llegado muy lejos.

Estaba bien, todo a su tiempo.

Él esperaría.

Y esperaría sin aburrirse porque sabía que aún había tanto por aprender de Yuri, y viceversa.

Porque también era divertido estar acostado a su lado escuchando música.


— Pichit tiene un nuevo hámster —dijo volteándose ligeramente para mostrarle la foto al ruso que, muy cómodamente, estaba acostado apoyándose en él como si fuera una almohada.

Víctor dejó el libro abierto sobre su estómago y tomó su celular.

— ¿Cuántos tiene ya?

— Mmh... ¿unos cinco creo? Son muchos, pero sé que si fuera por Pichit tendría toda la casa lleno de ellos.

El mayor sonrió al ver la fotografía y apretó su dedo sin dudarlo sobre el corazón. Enseguida, y tranquilamente como si fuera su móvil, siguió bajando por Instagram y se encontró con una imagen de Yurio llevando unas orejas de gato, mientras miraba a quien había tomado la foto con una expresión de odio total.

Mila para ser exactos, porque ella fue quien lo subió, y Víctor soltó una risa, dándole al corazón inmediatamente y ya comentando: "What a cute..."

— ¡Yuuuuri! —se quejó al ver sus manos vacías de repente.

— Lo comentarás en mi nombre y será extraño.

— Sólo una cosa —insistió inclinándose sobre él y éste negó con la cabeza—, ¡una cosita!

Estiró el brazo para tomar el celular, mas el otro hizo lo mismo pero hacia atrás, llevándolo aún más lejos de su alcance al tiempo en que, con su brazo libre, luchaba contra los manotazos del mayor que, muy encima de él, intentaba tomarlo hasta que se tiró sobre su brazo y lo pudo agarrar volviendo a donde estaba.

"kit...1s63afsdg..."

— ¡Yuri! —exclamó aferrándose al teléfono luego de que este clavara el dedo en su cintura como defensa.

— ¡No comentes nada!

Y volvió a clavar el dedo en ese lugar, haciéndole chillar, porque sabía perfectamente que allí era débil. No podía hacer más, pues estaba acostado boca abajo y básicamente medio cuerpo lo tenía atrapado bajo su peso aunque se removiera con fuerza.

"What a cute kitty".

Sonriendo triunfante, y ya con el comentario hecho acompañado de un par de emojis de gatos y risas, se quitó de encima y volvió a su lugar.

— Esto hará que Yurio se enfade, te apuesto mi dinero.

— No hace falta, todo hace que Yurio se enfade —agregó riendo ya resignado.

Debes saber, Víctor.  [Victuri - One Shots de Yuri on Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora