Supervivencia (DipBill)

Capitulo 9

Pacifica solo suspiro cansada y estresada, más desde que aquel caos post apocalíptico se desatara. Había sobrevivido, sintiendo en parte orgullo por lograrlo, no obstante, ahora que estaba viendo a su mejor amiga llorar desconsolada con la cara contra el volante, sentía que no podía hacer nada. Maldijo a Dipper es esos momentos ¿Por qué demonios se había marchado?

—Mabel, por favor, no llores— pidió poniendo una mano en los cabellos castaños de la joven — tu hermano tomo una decisión y no puedes hacer nada, lo más seguro es que sobrevivirá — no era buena consolando, de hecho tratar con las personas no era su especialidad, sin embargo una sensación de alivio recorrió su cuerpo cuando al parecer le había hecho caso y había dejado de llorar.

—Es un tonto al abandonarme así— logro articular, tratando de controlar sus hipidos— aunque al menos tuvo buenas razones ¿no te parece?

—Son tontos, nadie va a salvar a un persona que apenas conoces— dijo recordando las últimas palabras de Dipper Pines antes de irse con un rifle en mano "tengo que ayudar a Bill". Siempre había pensado que era un idiota, pero jamás considero que fuera tanto.

—Tú me has salvado y no nos llevábamos tan bien— señalo secándose las lágrimas con el dorso de la mano— ¿tu realmente crees que sobreviva?— pregunto y aunque en realidad no se sentía capaz de seguir mintiendo- vamos, consideraba a Dipper inteligente en cuanto a sobrevivencia, pero ni siquiera creía que aquel rubio loco llegara a vivir- se limitó a sentir con la cabeza. Las palabras no salían de su boca.

—Yo también espero eso— tomo un respiro — que demonios, yo sé que volverá.

De le dio la razón con ese vago asentimiento con la cabeza como una respuesta silenciosa, la cual parecía bastar para calmar a la joven Pines. Mabel recostó vagamente su cabeza en su hombro, poniéndola tensa ¿Por qué Mabel era tan tonta? Ella no la había salvado porque la consideraba su mejor amiga, sus sentimientos eran demasiados como para resumirlos en algo como amistad.

Miro por la ventana la desalojada carretera donde se encontraban varadas; no había ni una sola alma y un muerto viviente que deambulara sin un destino concreto...tal como ellas. Comenzó acariciar los cabellos castaños de Mabel que comenzaba a dormirse; no la culpaba, ya llevaba varios días sin dormir porque insistía demasiado en quedarse en guarda. Ahora ella velaría sus sueños.

...

Lo único que podría describir Dipper al ver al panorama que tenía en el horizonte solo era desastres. Y no era ese caos del cual estaba acostumbrado desde aquel apocalipsis se había desatado- después de todo aquel lugar antes parecía más un pueblo fantasma- no es llamas como estaba ahora. Estaba aterrorizado, tenía que ser sincero consigo mismo, pero no podía echarse para atrás. Su conciencia no soportaría otra muerte sobre sus hombros.

El sonido de una explosión le puso alerta; no sonaba demasiado alejado y lo más seguro era que ahí se encontraba Bill, junto con aquel ser monstruoso denominado "arcángel" Tenía que actuar cauteloso si quería tener de regreso a ese maniaco de las frituras triangulares y no morir en el intento.

Bill no estaba demasiado lejos de aquella camioneta que era de su propiedad. Cuando Dipper se acercó lo primero que noto eran la gravedad de sus heridas. La camisa blanca que usaba ahora estaba teñida de roja y estaba rota, mostrando un corte en uno de sus costados. Sus cabellos rubios ahora se tornaron rojizos y parecía que había perdido un ojo. Sin embargo, aquel hombre seguía de pie con dos cuchillos de caza en cada mano y con una sonrisa digna de un loco de psiquiátrico.

Tampoco podía decía que aquel humanoide metálico estaba intacto. Había perdido un "brazo" y su cabeza estaba desfigurada. El lanzallamas aún era sostenido con la mano que aun poseía, dispuesto a quemar a Bill. Tenía que actuar.