Capitulo 5

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Desde que salieron de esa ciudad hecha ruinas solo se había detenido a cargar gasolina en un establecimiento abandonado en la carretera. También habían aprovechado para llevarse lo pocos suministros que quedaban como comida- algo que Dipper recordaba demasiado bien era que Bill estaba demasiado cabreado al ver que se habían llevado todos los doritos- para irse nuevamente y conducir de nuevo hasta que era bastante noche. Cerca de las once o eso indicaba el reloj que tenía todavía el rubio antes de estacionarse.

—Pasaremos la noche aquí— se bajó de la camioneta ¿Qué? ¿Estaba demasiado loco como para hacer decir eso?

—Bueno, no se si no lo has notando Bill pero no creo que sea una buena idea— se bajó de la camioneta para ver el silencioso paisaje. Era un páramo bastante silencioso y eso no le fiaba demasiado en realidad.

— ¿Por qué lo dices? La noche es perfecta, dan ganas de hacer una fogata y relajarse un poco.

—Ahora que lo dices tienes razón— el sarcasmo reinaba en su voz— pero si no fuera porque hay un montón de zombies que rondan y podrían devorar nuestros cerebros tal vez sería un más maravilloso.

—Aquí no hay zombis, ellos los motiva las grandes masas, la huelen— explico para sacar una casa de campaña del automóvil y algunas frituras para cerrar ¿para que la cerraba si los vidrios estaban rotos?— es como si te fueras a comer una manzana cuando en otra dirección te ofrecen un buffet estilo las vegas ¿Dónde quisieras ir?

—Al buffet— suspiro — supongo que tienes razón.

—Tampoco deberías estresarte tanto, si no me matan los zombis lo hará un ataque al corazón— suspiro— ¿puedes hacer la tienda mientras busco algo para hacer la fogata? Está empezando hacer frio y no quiero gastar aún más mi auto.

—Por supuesto — accedió para ponerse a montar la casa de campaña la cual no era demasiado grande mientras veía al rubio ir a donde había solo un par de árboles en busca de ramas.

Todo era tan calmado, una pequeña paz que no había logrado disfrutar desde que comenzó toda esa locura. Bill tampoco hablo demasiado, parecía demasiado ocupado en prender la fogata y asacaba algunas salchichas y una lata de frijoles que sería la cena. No es que fuera una cena realmente exquisita pero también podía ser mejor que la comida chatarra a la cual se estaba empezando acostumbrar.

Miro al rubio que tenía a su lado poniendo sus manos cerca del fuego. Aunque quería aparentar fortaleza era demasiado obvio lo cansado que estaba cansado, las ojeras que tenía, necesitaba dormir.

—Bill ¿Por qué no mejor no vas a dormir?— pregunto— yo cuido todo.

— ¿Por qué te dejaría hacer eso?— pregunto desconfiado.

—Porque es lo menos que puedo hacer, supongo— explico vagamente— has estado todo el día manejando sin contar que nos salvaste de esos soldados locos, quiero que descanses. Yo estaré bien.

—Entonces acepto— fue a la casa de campaña— nos vemos en la mañana— bostezo, realmente necesitaba dormir.

—Hasta mañana— dijo antes de bostezar también.

Paso una hora para que la fogata se consumiera- podía ir por ramas, pero la verdad es que no quería aventurarse, era demasiado paranoico- a lo que el frio le empezaba a torturar. Bueno en parte eso estaba bien, así no dormía, pero seguía siendo molesto.

—Pino— la voz adormilada del rubio le hizo reaccionar— hace demasiado frio ¿Por qué no vienes conmigo? No servirá de nada tu buena obra si yo después te tengo que cuidar.

—Si— suspiro para ir con él, pues no podía combatir con esa lógica. Esa noche fue una de las pocas que tuvo con Bill que eran realmente relajantes.

Continuara.

No tengo mucho que decir...no hay doritos D:

Bueno solo eso, nos vemos

Supervivencia (DipBill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora