Parte 40

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Las puertas dobles del ascensor se abren y la noche combinada con las hermosas luces de colores que adornan todo el hotel iluminan mis ojos con asombro. De noche esto se le ve muy bonito y con mucha gente caminando de aquí y allá, llegando de fiestas o yendo a ellas. Inhalo profundamente y me dirijo hacia la gran entrada, sino mal recuerdo en el recorrido las noches de bulevar eran a un lado del hotel al aire libre. El cielo negro y sin ninguna nube que cague el panorama con hermosas estrellas por doquier. Me acerco al bulevar y me detengo a buscar con la mirada a J-hope, él me localiza rápidamente, se levanta de la mesa, al mirarme sonríe abiertamente y me hace señas de que vaya hacia la carpa dónde está. Sonrío tímida igual y camino entre la pista de baile hacia la carpa dónde se encuentra. La música clásica retumba majestuosamente por todo el lugar, está puesta Traces de la banda Clasic 4 feat Dennis Yost. Perfecta para la ocasión, me vestí correctamente, no sabía que J-hope era un hombre tan... sofisticado. Me pregunto qué reacción tendrá cuándo le diga que apenas tengo dieciséis años. Él se levanta y me mira mejor.


— Pensé por un momento que debía ir por ti, ya te estabas demorando mucho... Pero cómo ha valido la pena cada segundo...

Su hambrienta mirada recorre mi cuerpo.

— Para nada, si más bien, fue un placer que me hayas invitado... y más aún de la manera tan formal en la que lo hiciste.
— Cuándo gustes ______. — Y entonces mi nombre se escucha tan sexy al salir de sus labios.

Siento sonrojarme cómo pendeja, y me acerco a la silla de enfrente a la de él.

— Por favor permíteme.

Se apresura a rodar la silla para que me siente, sin perder la gracia con lo que lo hace, sonrío y antes de sentarme ojeo unos rápidos segundos nuestra carpa. Adornada con flores y luces anaranjadas, elegantes y acogedoras, a nuestro lado derecho hay un sofá de dos personas color rojo anaranjado y almohadas doradas, todo dando una perspectiva cálida. Me siento entonces, y él se sienta en frente de mí y me mira maravillado. J-hope lleva puesto un traje negro a juego con lo que llevo yo. Él se ve tan condenadamente sexy... me pregunto a qué se dedica, no sea y resulte que tenga una doble vida y sea un violador y asesino en serie... Sólo curiosidad, antes de que la noche acabe debo tener esa pregunta con una respuesta.

— Jamás pensé que fueses tan hermosa y elegante para sólo dieciséis años de edad.
— ¿Quién te dijo mi edad?
— Lo leí en tus documentos... recuerda que trabajo aquí, y tengo acceso a cada computadora, llaves... y habitación. — Muerde su labio inferior y toma su copa un poco de vino sin quitar su mirada de mí.

Aclaro mi garganta y le arqueo una ceja.

— Entonces... ya que tú sabes algunas cosas sobre mí... yo también quiero saber sobre ti, digo, para que sea justo.

La clásica de Traces dejar de sonar y tan pronto acaba, hay un silencio de dos segundos para que Angel Baby de Rosie And Originals comience a acariciar nuestros oídos... J-hope me mira.

— ¿Qué te parece si discutimos eso después de ésta pieza?
— Perfecto...

Me levanto junto con él y me ofrece su mano, la tomo sin duda y me encamina al compás de la balada hasta la pista de baile, que es iluminada por luces opacas de colores vivos en tonos de marrón rojizo, a amarillo oscuro. La briza de mar oleando cerca de nosotros y las demás parejas de baile. Un lujo muy refinado para sólo dieciséis años... sí, de seguro tendré un gran futuro. Bailamos con gracia al compás de tan relajante música, nuestras miradas enterneciéndose la una con la otra. Él lleva el vaivén de nuestros movimientos y de verdad me sorprende el hecho de que para ser hombre es muy ligero de pies y yo que aún no tropiezo ni lo he pisado torpemente.

— Eres muy hermosa... —Susurra roncamente.

Siento sonrojarme ante eso así que sólo le sonrío para evitar elogiarlo igual, no es mi estilo.

— Y entonces... ¿Tu edad? — Apresuro por saber, mi curiosidad es una chismosa que no puede esperar a que la música termine.
— Qué precipitada ______... pero te lo diré ya que tanto te urge, tengo veintidós, soy joven, seis años mayor que tú, pero joven.
— ¿Y a qué te dedicas? ¿Sólo trabajas aquí?
— No, soy guía de turismo aquí por diversión, o mejor dicho, porque corro siempre con la suerte de encontrarme... a una pequeña cómo tú.

Toma mi mano y me da la vuelta, y me acerca a él de nuevo para seguir con nuestro baile casual.

— Pero... — Continúa— en realidad, soy socio de comercios y toda esa miérda aquí.
— ¿Un socio que le gusta ponerse una playera de flores y dar recorridos turístico bajo el sol sólo por buscar adolescentes con hormonas en busca de éxtasis por una noche o quizás tres?

Alza sus cejas en sorpresa y carcajea despacio.

— Suena más estúpido de esa forma, pero sí, estoy harto de putas caras, compañeras y mujeres que fingen ser elegantes pero son unas perras en celo cuándo las miras caliente. Las adolescentes son más... reconfortable que eso.
— Entonces eres un pedófilo. — Rompe en risa ante mi comentario y me mira divertido.
— No.
— ¿Tienes alguna otra vida oculta de la cual deba saber antes de que acabe la música, me lleves a tomar mi bolsa y caminemos a la playa a tener sexo? — Creo que más realista y directa no pude haber sido.

Él boquea antes mi declaración, y si no es porque tiene la mandíbula pegada a la boca, ya la tuviese en mis tacones pateando.

— Sólo por curiosidad claro. — Termino y sonrío.
— Sorprendentemente realista ____... y eso lo discutiremos camino a la playa...

La música acaba y besa mis labios lentamente, se separa, y me lleva a la carpa en busca de mi bolsa...

pecados con mi primo(adaptación)suga y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora