pecados con mi primo(adaptación)suga y tu

Parte 12

Jimin golpeó su cuerpo contra el mío haciéndome quedar entre la pared y él. Me besa con fuerza, pero yo no estoy en contra de tal ataque así que prosigo tal beso. Sus labios son dominantes, así que yo voy al ritmo de él. ¿Cuándo podré yo tener el control? Coloca ambas manos en mi trasero y en un movimiento rápido estoy sentada en el lavabo mientras Jimin está destrozando los botones de mi camiseta. Algunos los rompe y otro se salvan. Recuerdo que ando sin brasier, y sin bragas, pues están en el piso donde las dejé. Él sonríe al ver mi pecho y muerde su labio inferior y siento que estoy ante un adonis, se ve tan sexy haciendo eso. Cierro mis ojos y antes de poder abrirlos, Jimin ya está besando y haciéndole el amor a mis senos. Es cuidadoso pero a su vez es un animal, me recuerda a Suga...

¡No pienses en él tarada!

Baja una mano a mi feminidad, y ríe en mi pecho.

– Eres una traviesa _______... –Dice divertido al notar que ando sin bragas.

Sin que pueda contestar introduce dos dedos en mí y chillo en respuesta. Él no es delicado, simplemente roza sus dedos de adentro hacia afuera sin piedad y yo estoy chillando con placer con la cabeza echa para atrás. Mis manos aprietan la orilla del lavabo con fuerza ante sus dedos sin juicio. Él nunca abandona mis senos, los besa y muerde al mismo ritmo que sus embestidas.

– ¡No pares! –Grito mientras coloco una mano en su cabellera.

Él aumenta de ritmo y estoy por llegar al cielo, sus dedos son rápidos. Introduce otro, santa mierda... éste chico sí que sabe lo que necesito. Coloco mi otra mano en su cabellera y escondo mi cabeza en su cuello. Jimin deja mis pechos e igual esconde su cabeza en mi cuello, con su mano libre la coloca en mi espalda y me apega más a sus dedos desgarradores.

– Grita mi nombre nena, grítalo. –Gruñe en mi oído e instintivamente obedezco.

Cierro los ojos y con delicia y honor grito el nombre de Jimin. Sus tres dedos rozando con fuerza dentro de mí, él gruñendo en mi oído y yo pidiendo más rapidez en el suyo. Una sola pequeña embestida más y me desborono alrededor de sus solo tres dedos, gimiendo como perra en su cuello y encrespando mis dedos en su cabello. Él se detiene lentamente hasta sacar sus dedos de mi intimidad. Yo me vuelvo hacia atrás dejando descansar mi espalda en el espejo mientras jadeo y gimo al mismo tiempo. Jimin me está mirando, no sé qué hacer, no sé qué hice, pero no me arrepiento de nada.

– Esto es solo una pequeña demostración... de lo que te puedo llegar a hacer nena... Mírate, ve cómo te eh dejado sin necesidad de mi usar mi pene... –Su voz es de lujuria, pero me gusta cómo suena– Imagínate solo a dónde te llevaré con él... pero algo es seguro, más allá del cielo clamarás mi nombre.

Muerdo mi labio mientras habla, ya quiero probar...

– – por cierto... me lo quedo. –Muestra el consolador, ¡que estaba en mi bolsillo!
– ¡NO! –Sobresalto y me lanzo sobre él a quitárselo pero él levanta su mano al techo y no soy tan alta para alcanzarlo. Él se ríe de mi pésimo intento de intentar quitárselo.
– De verdad que eres traviesa ________, me sorprendes nena. –Su voz es divertida pero si no me lo devuelve estaré en serios problemas.
– Jimin por favor regrésamelo. –Suplico y él ríe– es en serio, por favor devuélvemelo.
– Si lo quieres de vuelta... tendrás que ir buscarlo... en mi casa, hoy, en la noche. –Dice victorioso y entonces da media vuelta y se larga.

¡ESTOY JODIDA! Si Suga llega a preguntarme dónde mierda está su consolador ¿con qué maldita cara le diré "lo tiene Jimin me lo quitó mientras me metía los dedos"? ¡Mierda Suga lo va a matar y luego a mí! ¿Ahora qué carajos voy a hacer?

Tomo aire e intento controlarme. Me lavo la cara con agua y arreglo mi uniforme, tomo las bragas del suelo y me las pongo rápidamente. Miro la hora en mi reloj, ¡mierda! Ya es la hora de salida, ¿a dónde diablos se fue el tiempo?

– ¡V, V! –Corro tras él en los pasillos entre los otros estudiantes y el bastardo voltea.
– ¿Dónde mierda estabas metida? Te estuve esperando toda la clase y nada que llegabas. –Me regaña cuando lo alcanzo.
– Es una larga historia, ahora solo necesito un favor tuyo. –Hablo cuándo tomo el aliento suficiente.
– No tengo dinero _____.
– ¡No quiero dinero pendejo! Solo quiero saber si no me puedo quedar esta noche a dormir en tu casa...
– ¡¿Qué?! –Me interrumpe– ¡yo amo mi vida! ¡No quiero que Suga me mate por tu culpa!
– No seas miedoso, de verdad que lo necesito con urgencia. –Suplico mientras le hago pucheros y él me da la espalda y comienza a avanzar entre las personas.
– ¡V! –Me quejo y voy tras él– Se supone que eres mi amigo. –Él se detiene y me encara.
– Si Suga me mata te juro que te mato luego yo a ti. –Me gruñe con el ceño fruncido pero me vale huevos y lo abrazo– ¡No, no, no, no! –Él me aparta– Esto no será de gratis.
– ¿qué? –Espéculo con confusión.

¡Mi propio mejor amigo cobrándome favores! ¡Qué bajeza!

– Quiero que me cuentes de una vez por todas todo lo que por tanto tiempo me has ocultado... –Su voz es seria y mi cuerpo se tensa, un silencio incomodo nos abruma... pero luego de unos segundos me decido a responder.
– Está bien –sedo sin opción, ya es hora de que mi casi hermano sepa lo que le eh ocultado por un año entero– pero vayámonos de aquí rápido.

Lo tomo por el brazo y lo encamino hacia la salida del colegio, ya ahí mi suerte empeora. Suga está sentando con sus amigos en las escaleras del lado izquierdo y del lado derecho está Jimin con algunos de su equipo. Ambos a ambos lado de mí. Necesito más que la ayuda de Dios para librarme de esto.  

chan chan CHAAAAN!!!