pecados con mi primo(adaptación)suga y tu

Parte 26

  Yo dormiría con Suga en la habitación que da la vista al mar por decisión de mi tio. Pero lo que no sé es que si entre Suga y yo están las cosas "bien" o en "paz". Termino de arreglar mis cosas en el armario ordenadamente y dejando espacio para las cosas de Suga y para cuando me doy vuelta veo que Suga hizo de la cómoda su armario. Cruzo mis manos y miro todo el desastre que ha hecho mientras se cambia y se pone esas playeras de flores. Él me mira.
– ¿qué?
– Yo no voy a dormir sobre tus cosas. –Arqueo mi ceja.
– No te estoy diciendo que lo hagas. –Contestó indiferente.
Por suerte, si mal no ojee en el folleto que nos dieron, hay servicio a la habitación y... no, aún no estamos bien. Tomo una toalla y me dirijo al baño a darme una ducha pues desde lo que sucedió en el maizal, puedo decir que no me he dado una ducha... oh mierda... yo no quería recordar eso... Comienzo a quitar mi ropa ahora con la imagen de lo ocurrido en mi mente... sus gruñidos, sus palabras, sus risas de psicópata cuando corría entre los maíces... Entro a la amplia ducha y abro la manilla, las eminentes gotas de agua abarcando en segundos mi cuerpo... me apoyo de la pula pared blanca de cerámica y de nuevo recuerdo... Suga ha matado a Jimin... ellos eran cómplices de violaciones psicópatas... extravíos de chicas, asesinatos y muchas cosas que aún no sé... cierro mis ojos... buscando una respuesta a tanta miseria en mi vida... pero solo, es eso... una vida, nada del otro mundo... sí claro, una vida llena de experiencias prematuras. Cierro los ojos e intento hacer viajar a mi mente a otro recuerdo... aquella mañana con Suga... oh Dios... sus manos... sus besos... sus caricias... sus palabras...
"Estoy cerca de ti"
– ¡Ahh! –Grito despertándome con el corazón acelerado y entonces escucho golpes en la puerta.
– ¡______! ¿Estás bien? –Esa era la voz angustiada de Suga.
– Eh... sí, es... estoy bien...
– ¿Qué sucede ahí? No me mientas, no me hagas entrar...
– ¡Nada! Solo que me asusté...
No responde y entonces creo que ya se fue... oh mierda. Esa era la voz de Jimin... su tormentosa voz cuando corría en los maizales. Comienzo a llorar... por todo, tengo que desahogarme... Jimin, él, me violó... Suga, él, lo mató... La verdad, ella, salió a la luz, pero no por completo... Me agacho al piso deslizando mi espalda por el resbaladizo cristal, el agua cayéndome sin cesar... la separación con Suga... oh mierda aún no he llorado suficiente... aún no...
* * *
Salgo envuelta en una toalla del baño, Suga no está. Me miro frente al gran espejo que da al lado de la cómoda. Mis ojos están completamente rojizos y llorosos. Doy la vuelta y quito la toalla de mi cuerpo para secar mi rostro, las gotas de agua de mi espalda, mi cabello. Busco entre las gavetas del armario un brasier negro de encaje con unas bragas de conjunto. Doy vuelta a verme al espejo nuevamente y me sorprendo quedando de nuevo en shock... Suga está ahí parado en la puerta observándome... pero no me mira con aquellos mismos ojos con los que antes me miraba. Reflejan... ¿asco?
– ¿Qué? –Pregunto.
– ¿Qué mierda le pasó a tu cuerpo? –Sus palabras... es como si le doliera.
Me miro en el espejo nuevamente... y lo entiendo, yo misma me daría asco. Estoy muy delgada, quizás demasiado, no lo había notado con exactitud, tengo una gran moretón en mi costado... la patada de Jimin. Estoy, muy pálida, tengo ojeras de espanto, típica de una anémica o bulímica. Miro de nuevo de a Suga.
– ¿Has comido _______? ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo decente para tu estómago?
– Ayer... en la tarde. –Me siento tan estúpida.
– ¿Por qué?
Esto no va a terminar en otra pelea.
– Creo, que todo lo que a mí me suceda... ya no es tu responsabilidad... primo.