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Estaba nervioso y mis manos no paraban de sudar, tenía miedo de que algo malo pasara. Parado y con un bolso negro en mi mano derecha cargado con un millón y medio de billetes verdes que pesaban más de lo que había imagino, no dejaba de mirar la hora en mi reloj de mano descartable. Sabía que había una gran posibilidad de que robaran mi reloj de oro y/o mi celular, si hubiese decidido traerlo; así que decidí dejarlos en mi auto.

18:40 marcaban las agujas de mi nuevo reloj, estaba demasiado asustado y nervioso, necesitaba ver a Louis, irnos de donde quiera que me lleven para rescatarlo y tratar de olvidar que todo esto pasó.

Vi un auto negro con los vidrios polarizados y supuse que serían los secuestradores. Y así fue, estacionaron frente a mi y tocaron la bocina (vale aclarar que en ningún momento bajaron la ventanilla o abrieron la puerta). En otra ocasión no me acercaría ni aunque estuviera borracho pero ahora, no tenía otra oportunidad. Respiré hondo y, contra mi voluntad, comencé a caminar hacia el auto. Cuando estuve lo suficientemente cerca, la puerta trasera se abrió y subí.

- ¿Tienes el dinero?- Preguntó el hombre que manejaba, alto, robusto y algo viejo (tenía un par de canas), en cuanto me subí al auto. Cerré la puerta y asentí.

- Si, está todo acá.- Dije palmeando el bolso negro que estaba sobre mis piernas. El chico que estaba sentado a mi derecha me arrancó el bolso de mis manos y comenzó a contar la plata.

- Está todo.- Dijo. El conductor asintió y se detuvo en una calle vacía, literalmente no había nadie.

- Bajate.- Ordenó el conductor, pero no lo hice.

- No, prometieron entregarme a Louis a cambio del dinero.- Dije.

- Louis está en ese auto rojo.- Dijo señalando el auto que estaba estacionado a unos metros de nosotros.

- Quiero una prueba.- Volví a decir, los dos hombres en el auto bufaron y el que viajaba a mi lado marcó un número en su celular.

- Ya tenemos el dinero,- Habló- pero Harry quiere pruebas, saca la cabeza de Louis por la ventana.- Abrí mis ojos, ¿Harry? ¿Cómo sabía mi nombre? Olvidé ese detalle y fijé mi vista en el auto rojo. La cabeza de Louis se asomó, se veía horrible. Con una mordaza en su boca y cara de asustado. Me bajé del auto sin decir nada y Louis también lo hizo, tenía atadas sus manos también.

Sentí los motores de los dos autos alejarse a toda velocidad pero nada me importaba más que Louis en este momento. Corrí hasta él y una vez que lo tuve lo suficientemente cerca lo abracé.

- ¿Estás bien?- Dije preocupado, mientras tocaba toda su cara. Desaté la mordaza y me apresuré a desatar sus manos.

- Ahora si lo estoy.- Suspiró y se miró las manos mientras las veía.- Solo me falta algo.- Dijo y en menos de un segundo sus labios se estamparon contra los míos, abrí mis ojos y me quedé duro, sin saber que hacer. Jamás me hubiese esperado esto. Le seguí el beso, aún sorprendido, y sentí como jugaba con mis rulos, sonreí.- Ahora estoy genial.- Dijo sonriendo cuando nos separamos.

- Wow.- Fue todo lo que salió de mi boca.- ¿Qué fue eso?

- Un beso. - Dijo Louis despreocupado mientras agarraba los pedazos de tela que lo habían mantenido atado por unos días para tirarlos en el cesto a la basura, miré como hacía todo aún sorprendido por aquel beso. Louis comenzó a caminar y lo seguí.

- Ya lo sé, - dije obvio cuando logré reaccionar.- me refiero a ¿por qué ese beso?- Louis se rió y dio media vuelta.

- ¿Acaso necesito una razón para besar a mi salvador?- Dijo levantando las manos. Una risa sarcástica salió de mi.

- La necesitas cuando tu salvador no es tu novio.

- Auch. - Dijo Tomlinson mientras se tocaba el corazón con ambas manos, giró sobre sí mismo y continuó caminando, lo seguí.

(...)

- Bien, salí de hacer una sesión de fotos para Adidas y tenía que ir a hacer otra para Calvin Klein. Había solo cinco cuadras de distancia y el clima era lindo, así que pensé ¿por qué no caminar?- Estabámos sentados frente a frente en una heladería bebiendo unos milkshakes mientras Louis me contaba como lo habían secuestrado.- Mala decisión Tomlinson. No había mucha gente en la calle y de la nada un auto se acercó a mi y me tocó bocina, me preguntaron si sabía donde quedaba Starbucks así que me acerqué para guiarlos mejor. Louis Tomlinson trata de ser amable, ¿y qué pasa? El hombre que bajó la ventallina y me habló, puso un pañuelo con alguna sustancia en mi nariz y no recuerdo nada más.- No sabía que decir, estaba en shock. No sabía que podía haber gente así en la calle. Por más estúpido que suene, lo único que logré hacer fue asentir y tomar un poco de mi milkshake de frambuesa.

- Lo importante es que estás aquí ahora.- Dije sonriendo mientras acariciaba la mano de Louis. Él sonrió y mantuvimos contacto visual por un tiempo.