» s i e t e

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Louis POV's:

- No lo sé, Niall- dije a través del teléfono. - No es tan fácil como dices, ya sé que Ashton no puede impedirme que salga con Harry pero ¿y si tiene razón? No quiero dejar a miles de personas sin trabajo.

- ¿En verdad crees que eso pasará, Louis? Esa empresa es prácticamente la vida de tu jefe, ¿en serio crees que se terminará todo solo por una relación homosexual? - preguntó Niall al otro lado de la línea. Suspiré.

- No... no lo sé. Estoy tan confundido y molesto ahora mismo. - me tiré sobre la cama.

- Debo colgar pero sabes que cualquier cosa que necesites solo tienes que llamarme, ¿de acuerdo?

- De acuerdo,- asentí como si él pudiera verme.- lo mismo tú.- la llamada se cortó, dejé el celular a un lado y frote mis ojos con mis manos.

Quizás yo estaba siendo dramático y/o exagerado respecto a Ashton y Harry aunque no veía el problema en estar saliendo con Styles o algún otro hombre, la heterosexualidad y homosexualidad eran exactamente lo mismo y ninguna de ellas debería ser prohibida en público o burlada, solo deberían aceptar a ambas.

Decidí darme una ducha y luego salir a recorrer un poco las callles de Nueva York. Así que caminé hasta mi valija y saqué la poca ropa que usaría hoy y me adentré al baño.

Una vez listo me aseguré de que mi cabello no estuviera demasiado mojado y salí de la habitación del hotel en el que nos estábamos alojando. Caminé por los pasillos del lujoso hotel hasta llegar al ascensor.

- ¿A dónde vas?- preguntó una voz ronca y supe que se trataba de Harry, sonreí y giré a verlo.

Lucía hermoso en esos jeans negros que se ajustaban a sus delgadas y finas piernas a la perfección, aquel tapado negro que llegaba hasta un poco más arriba de sus rodillas y su cabello amarrado en un pequeño rodete.

- Pensaba ir a recorrer un poco la ciudad, ¿tú? ¿ibas a algún lugar?- pregunté sonriendo. El sonido de las puertas del ascensor abriéndose me hicieron darme vuelta y adentrarme en él.

- ¿Puedo ir contigo? - preguntó con una tímida sonrisa, puse una de mis manos entre las puertas de metal evitando que se cerraran y sonreí aún más.

- Claro que sí.

Y de pronto, como si se tratase de una especie de flashback, las palabras que Ashton me había dicho esta mañana resonaron en mi mente una y otra vez, perturbándome.

- ¿Estás bien? - preguntó Harry apoyando una mano sobre mi hombro.

Eché de mi mente todas las palabras de Carter, Harry y yo no estábamos en una relación y, vuelvo a repetir, si lo estuviéramos no tendría por qué haber problema. Así que sonreí a Harry y asentí hacia él.

- Por cierto, ¿qué fue lo qué te dijo Ashton esta mañana? - preguntó frunciendo el ceño.

- Oh, no fue nada importante solo cosas del trabajo.- mentí. Harry asintió creyendo mis palabras.

Harry POV's:

Había pasado ya casi una semana desde que volvimos del viaje de Nueva York, en la empresa nos habían recibido con un pastel, algo de alcohol y globos con el logo de Adidas para festejar que el desfile había salido tal y como ellos esperaban. Había ido una sola vez más a la empresa para entregar todas las fotos del desfile y recibir mi paga y entonces hace cuatro días que lo único que hago es quedarme en casa y pensar en Louis. Louis. Como lo extraño. Hace casi una semana que no lo veo y en lo único en que puedo pensar ahora mismo es en él, sus labios, su increíble forma de besar y como se sentían sus labios y lengua alrededor de mi miembro y sus fuertes gemidos. Tenía miedo de que él no haya disfrutado de eso tanto como yo no y que esa sea la razón por la que hace casi siete días no lo veía.

El último día en Nueva York había ido a recorrer las calles de la enorme ciudad junto a Tomlinson, tomamos un helado y comimos en Mc Donald's e, incluso, entramos a varias tiendas de ropa masculina y compramos un poco para cada uno, después de eso fuimos a una plaza y sentados en los columpios, Louis me contó un poco más de su infancia, me enteré que a los cinco años empezó a sufrir bullying y no paró hasta ingresar a la secundaria. No me contó la razón, de todas formas no se necesita una. Nadie merece vivir eso, debe ser horrible.

Un bostezo se escapó de mis labios y decidí fijarme que hora era, 16:55. Decidí bajar a la cocina y preparar unas cookies.

Una vez terminada la masa, la separé en bolitas y las aplasté para que solo quedé un círculo plano, a medida que les daba forma las ponía en la fuente de metal y, una vez listas las quince galletas, las metí en el horno.


antes que nada quiero disculparme por tardar mil años en actualizar, ustedes saben que esta novela siempre la actualizo con frecuencia pero me quedé sin ideas y me costó escribir el capítulo y ya que está horrible y es súper corto, pero quería y necesitaba subir algo.

photograph; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora